Se retrasa la salida del cepo debido a que el Gobierno de Javier Milei considera que tiene pendiente una “limpieza de stocks”, ante la imposibilidad de conseguir financiamiento para reforzar las reservas y avanzar en la liberalización del mercado cambiario. La visión oficial es que el principal limitante es el “excedente” de pesos en manos de argentinos que podrían correr al dólar en caso de que no existiesen restricciones, según pudo reconstruir Infobae.
Milei, en su exposición en el Council of the Americas, afirmó que respetará los tiempos y condiciones para la salida del cepo del programa económico que encabeza el ministro de Economía, Luis Caputo. El Presidente reconoció que la condición para avanzar en ese sentido es cortar definitivamente con la emisión monetaria, algo que va a ocurrir “cuando la base monetaria en el formato convencional termine de igualarse a la base monetaria amplia, que quiere decir que el sobrante de dinero se eliminó”.
La base monetaria es el dinero en circulación más las reservas de bancos en el Banco Central de la República Argentina (BCRA). Su versión “amplia” incluía a los pasivos remunerados del Banco Central, que sumaban casi $11 billones de pesos y que fueron trasladados al Tesoro a partir de la puesta en marcha de las LEFIs el 22 de julio. Otro punto de tensión era la necesidad de desarmar PUTs de bonos del Tesoro, que eran un factor potencial de emisión.
En varios documentos publicados recientemente por el BCRA, se observa que el objetivo de la entidad es que la base monetaria amplia quede fija en $47,7 billones, una remonetización de la economía similar, en términos reales, a la que había antes de la vuelta de los controles de cambio en agosto de 2019.
“Si no existe sobrante de pesos, claramente puedo abrir [el cepo], porque es como darle un revólver sin balas. lo que le va a faltar a esta economía son pesos”, explicó Milei.
La consultora EcoGo comentó en un informe reciente que la presentación de la autoridad monetaria implica que a ese nivel se llegaría recién en diciembre de 2026. “Es cuando el peso se convertiría en moneda escasa y arrancaría la competencia de monedas”, indicaron.
“El intento de hacer un crowding in (desplazamiento del crédito del sector público al sector privado) era más fácil con los pasivos remunerados del BCRA, que achicando deuda del Tesoro. Según el documento del BCRA hay para expandir $26 billones, $15 billones si en la definición de Base Monetaria Amplia forzosamente incluyeran a las LeFi”, resaltó Eco Go.
En definitiva, la búsqueda de Caputo es que los pesos que tienen los bancos en el Tesoro a partir de bonos a tasa fija (Lecaps) y en LEFIs sean canalizadas al sector privado a través de créditos al público, según explicó el economista Salvador Vitelli.
El otro frente que complica pensar en una salida del cepo es el de los dólares, ante la dificultad del Gobierno para conseguir fondos frescos que permitan fortalecer las arcas del BCRA. El problema es que la autoridad monetaria se encuentra con reservas netas negativas en unos USD 6.000 millones, a pesar de que compró USD 17.000 millones desde diciembre. Ese dato muestra el nivel de fragilidad que dejó la gestión de Alberto Fernández.
Según Milei, la contracara de mantener la base monetaria sin cambios será que la inflación estará muy cerca del 0%. “Y quiere decir que cuando eso pase, no existe sobrante de pesos. Si no existe sobrante de pesos, claramente puedo abrir [el cepo], porque es como darle un revólver sin balas. Lo que le va a faltar a esta economía son pesos”, explicó el Presidente.