La directora de la consultora EcoGo, Marina Dal Poggetto, señaló las flaquezas del plan económico que lleva adelante el Gobierno, en particular en lo referido al cepo cambiario, aún cuando reconoció que era una medida necesaria en el comienzo de la gestión de Javier Milei para aplicar “la consolidación fiscal”.
“Se limpió el balance del Banco Central pero pasando la deuda de un lugar a otro, el riesgo país sigue siendo de 1.500 puntos básicos y no hay un programa financiero, por lo que la dependencia con el cepo sigue siendo casi la misma que cuando llegó Milei”, señaló Dal Poggetto en una entrevista con Cenital.
“La consolidación fiscal era condición necesaria. Había que cerrar las cuentas fiscales y había que ir a un programa de saneamiento del BCRA. Esto se tenía que hacer con controles de capitales, pero el objetivo era ir desarmándolos y para eso había que construir un ancla alternativa. Ese ancla incluía a mi juicio parte de la consolidación fiscal, con un programa financiero viable, que requiere que el riesgo país sea más bajo”, insistió.
La economista explicó que la economía está nuevamente atrasando el valor del tipo de cambio “después de haber pagado un costo muy alto con la devaluación inicial” y afirmó que “el Banco Central sigue quebrado”.
“Venimos de 20 años, de Néstor hasta acá, con desfinanciamiento monetario del BCRA, entre utilidades, adelantos transitorios, letras intransferibles y algunos pases de manos. Así, entre pesos y dólares, al tipo de cambio oficial, se usaron USD 300 mil millones, eso es medio Producto. De eso, USD 100 mil millones fueron dólares de verdad y USD 200 mil millones fueron de emisión monetaria de pesos. Básicamente, el balance del Banco Central está quebrado por el abuso del financiamiento monetario del agujero fiscal”, precisó.
Continuando su análisis, calificó al cepo como una anomalía. “La represión financiera no genera una brecha, sino brechas. Hay un incentivo a comprar todos los dólares baratos que se encuentren en el sistema. El problema es que no importa cuántos dólares genera la economía, siempre van a faltar. Las distorsiones son muy grandes”, explicó.
Para Dal Poggetto, las reglas de juego son “perversas”, porque hay incentivo a subfacturar exportaciones -debido a que las empresas están obligadas a liquidar a un tipo de cambio barato- y a sobrefacturar importaciones. “Las distorsiones son muy grandes. Las oportunidades que generan los arbitrajes son gigantes”, aseguró.
Historia que se repite
La economista de EcoGo analizó las proyecciones de diferentes organismos internacionales que anticipan un crecimiento del PBI el año próximo. Desde su punto de vista, las buenas expectativas están atadas a una maniobra de política económica que tiene un alto costo para la Argentina.
“No importa en qué momento se hable y de qué color sea el signo político del partido, siempre en año electoral (el año que viene están las elecciones legislativas) hay que atrasar el dólar para bajar la inflación y crecer un poco. Pero esto no sirve para ganar elecciones. Finalmente Scioli perdió en 2015 y Macri perdió en 2019. Lo negativo, es que cada uno de estos procesos requiere de una enorme cantidad de dólares”, subrayó Dal Poggetto.
“El programa del acuerdo con el FMI fueron USD 44 mil millones que permitieron tratar de llegar a 2019 y Massa se consumió otro tanto, entre los USD 20 mil millones de deuda comercial y los USD 10 mil millones de reservas negativas”, repasó.
¿Dolarización o moneda propia?
Aunque la discusión por la dolarización parece haberse enfriado, el tema sigue estando en la agenda económica y no deja de llamar la atención de los especialistas. En este caso, Dal Poggetto se mostró en contra de los planes planteados por el gobierno de Javier Milei.
“En algún momento hay que empezar a construir una moneda. Si eso no se hace, Argentina va a estar en un esquema de estancamiento crónico. La discusión es si construimos una moneda o si tomamos la reputación prestada de otro Banco Central, que es una forma convertibilidad”, apuntó.
“La convertibilidad es un proceso muy eficaz como ancla cambiaria en el corto plazo, pero se vuelve un problema cuando en vez de ingresar capitales, salen capitales. Lo ideal sería construir una moneda como tienen los países normales, pero para eso es condición necesaria tener financiamiento, sino no hay forma de cubrir el agujero fiscal”, sostuvo la economista.
En ese marco, la economista insitió en que faltan dólares en la Argentina. Si se mantiene el blend, el crawling peg al 2%, las exportaciones crecen 6% y las importaciones en un esquema de rebote del nivel de actividad crecen 12%, se genera una cuenta corriente cambiaria muy deficitaria para el año que viene. Hablamos de USD 16 mil milllones y cuando se empiezan a ver los vencimientos de deuda, la cuenta sube a unos USD 20 mil millones”, alertó.