Una vez que se devele la incógnita sobre el dato de inflación de julio hoy a la tarde, la expectativa estará puesta en la evolución de los precios en los cinco meses que faltan del 2024. Los analistas que participan del Relevamiento de Expectativa de Mercado (REM) creen que la reducción será lenta en los próximos meses e incluso proyectan un leve repunte en octubre. Sin embargo, los valores del mercado de bonos muestran mayor optimismo sobre la desaceleración que se viene en los próximos meses.
En el último REM divulgado por el Central la semana pasada, la expectativa para julio es que la inflación se ubique en el 3,8% y el “top 10″ de los mejores pronosticadores estimó 3,9%. El índice de 5,1% informado por el instituto de estadísticas porteño aumentó las dudas respecto a la posibilidad de que la inflación nacional esté realmente en condiciones e perforar el 4% mensual por primera vez en el año. La incógnita se develará hoy a las 16.
Hacia adelante, quienes participan del REM creen que la inflación se moverá en el rango del “3% alto” y que en octubre volverá al 4%. En definitiva, que los precios mostrarán cierta resistencia a la baja, sumado a subas estacionales y otras relacionadas con la necesidad de recomponer tarifas, como en alguna medida está sucediendo en agosto.
La expectativa de los consultores por ahora se mantiene lejos de la proyección que hace pocas semanas hizo el ministro de Economía. En una charla con ALYC, Luis Caputo se mostró muy confiado en que la inflación, especialmente la núcleo, terminará confluyendo a niveles inferiores al 1% e incluso aseguró que esto podría suceder tan pronto como en septiembre.
Aunque sonó demasiado optimista, la cotización de los bonos en pesos en el mercado se acercan bastante al pronóstico oficial. En otras palabras, los inversores piensan que la inflación descenderá más rápido en relación a lo que opinan los analistas.
Mientras que el REM sugiere que el promedio de inflación de julio a diciembre se ubicará en 3,8% mensual en promedio, los precios de los bonos que cotizan en pesos arrojan exactamente un punto menos, es decir un promedio de 2,8% por mes. El calculo surge de comparar las tasas de las Lecap (que se emiten a tasa fija) y la de los Boncer (títulos que ajustan por CER).
El Gobierno se juega una ficha importante para conseguir que la inflación núcleo confluya rápidamente al nivel de incremento del dólar oficial, es decir 2% mensual. Con algo de viento a favor, esto podría suceder en septiembre, ayudado por la reducción del impuesto PAIS que abaratará los insumos importados
Por otra parte, ese nivel es compatible con una inflación núcleo que podría ubicarse en niveles de 2%, es decir que pasaría a aumentar al mismo ritmo que el dólar oficial. Éste es el escenario deseado para el Gobierno, ya que alejaría el peligro de una apreciación cambiaria exagerada.
“En relación a las apuestas de los inversores, quienes creen que la inflación superará el 2,8% en promedio mensual, le conviene comprar Boncer. En cambio, si piensa que va a estar por debajo entonces es preferible mantenerse en tasa fija”, explicó Emiliano Anselmi, ejecutivo de PPI (Portfolio Personal Inversiones).
A diferencia de lo que ocurría en los últimos años, ahora los bonos que ajustan por CER tienen una tasa levemente positiva. Esto se debe a que la expectativa es que continúe la desaceleración de precios, lo que los vuelve menos atractivos.
Una muestra clara del compromiso del Gobierno por bajar la inflación es la inminente reducción del impuesto PAIS de 17,5% a 7,5%. Esto reducirá el costo de los insumos importados para las empresas y se estima que permitirá una disminución adicional de 0,7% de la inflación en septiembre, por lo que el índice general podría estar más cerca del 3% que del 4%.