Los activos bursátiles de la Argentina parecen haber asimilado con éxito el duro revés que sufrieron las bolsas internacionales en el inicio de agosto. Este martes tanto acciones como bonos registraron una leve mejora de precios y la Bolsa porteña registró la cuarta sesión consecutiva de ganancias, más allá de los vaivenes cambiarios y los movimientos de las pizarras en el exterior. No obstante, persiste la notoria volatilidad intradiaria, junto a una selectiva liquidez sobre las acciones y los bonos con mayor agilidad de comercialización.
El índice líder S&P Merval de la Bolsa porteña ganó un limitado 0,2%, en 1.591.697 puntos, en su máximo de cierre desde el récord nominal de 1.715.610 puntos del 12 de julio. Medido en dólares “contado con liqui” alcanzó los 1.256 puntos, en lo más alto desde el 13 de junio.
El Merval en dólares rebotó un contundente 25% desde el reciente piso de USD 1.000 al promediar la rueda del “lunes negro” del 5 de agosto, tras el desplome de 12% en el índice Nikkei de la Bolsa de Tokio.
Entre los ADR y acciones de empresas argentinas que son negociados en dólares en Nueva York predominaron las ganancias, aunque modestas, encabezadas por Banco Macro (+3,8%).
En tanto, los bonos en el MAE (Mercado Abierto Electrónico) promediaron una leve mejora del 0,1% en pesos. Los bonos Globales -en dólares con ley extranjera- ganaron 0,6% promedio en Wall Street, mientras que el riesgo país de JP Morgan recortaba 10 unidades para la Argentina, en los 1.557 puntos básicos a las 17:30 horas.
La ronda bursátil se prepara para las novedades de este miércoles, cuando se conocerá la inflación de julio (IPC del INDEC) y el Tesoro buscará cubrir vencimientos por 1,2 billón de pesos mediante la oferta de Letras a tasa fija y bonos atados a la inflación y al dólar para dar señales de una desaceleración nominal ante las urgencias financieras.
Se profundiza la baja de los dólares financieros
Este martes, los dólares bursátiles terminaron operados en baja por sexta rueda consecutiva, en la zona de los $1.270 para el “contado con liquidación” y el MEP, para alcanzar precios similares a los del 18 de junio. Cabe recordar que estas cotizaciones alternativas del dólar llegaron a pactarse a un máximo nominal por encima de los $1.400 el 12 de julio, un mes atrás. Desde entonces recortaron un 11 por ciento.
El Gobierno se comprometió recientemente como segunda fase de su programa a no emitir para atacar la escalada inflacionaria y achicar la brecha cambiaria entre los diferentes tipos de cambio, una medida que busca quitar pesos del mercado para tornar atractiva la tasa de interés en la moneda local.
El dólar “blue” cerró negociado con ganancia de cinco pesos, a $1.360 para la venta. En agosto registra una pérdida de 10 pesos o 0,7%. Con un dólar mayorista que ganó un peso y terminó pactado a $940,50, la brecha cambiaria se situó en el 44,6 por ciento.
En una sesión de negocios con mínima recuperación del volumen operado, en los USD 238,7 millones en el segmento de contado, el Banco Central absorbió solo USD 3 millones por su intervención cambiaria. Las compras del BCRA acumulan en agosto USD 244 millones, para interrumpir una serie de dos meses con saldo negativo por la intervención cambiaria.
No obstante a la mínima compra de contado, las reservas internacionales aumentaron en USD 109 millones, a USD 27.582 millones, en su cuarto día consecutivo en alza. Contribuyó a la tendencia las compras efectuadas el lunes (USD 35 millones), que se contabilizan a las 24 horas hábiles de producidas, y por el fortalecimiento del yuan (+0,3% contra el dólar) que componen más de la mitad de los activos de la entidad.
“De cara al futuro, la regularización de los activos no declarados -blanqueo de capitales- debería apuntalar la acumulación de reservas durante el período de inscripción anticipada que finaliza el 30 de septiembre”, sostuvo BancTrust & Company en un reporte de mercado citado por Reuters. Acotó que “más allá de esa fecha, no vemos una recuperación importante de las reservas debido a la normalización de los pagos de importaciones y al final de la temporada de cosecha fuerte”.
Pese a las trabas en la recolección de divisas, la Bolsa de Comercio de Rosario proyecta que durante 2024 se podría alcanzar un superávit comercial de USD 21.237 millones, que sería el más alto desde 2009 ajustado por la inflación en dólares histórico, según un informe difundido este martes.
El Gobierno recauda divisas por retenciones vigentes sobre la venta de granos y sus derivados industriales al exterior, y a menor precio, se reducen los ingresos a las arcas públicas. En este aspecto, el derrumbe del precio global de la soja a su valor más bajo en los últimos 18 años en términos reales mantuvo el martes la atención en la plaza financiera de Argentina por el recorte en la oferta de divisas, indispensable para reforzar las reservas domésticas.
Operadores remarcaron a Reuters que la creciente presión sobre la principal materia prima exportable del país austral, que registra una retracción del 21% en 2024 a la zona de los 360 dólares la tonelada en el Mercado de Chicago, podría poner en jaque la política monetaria del Gobierno ultraliberal de Javier Milei.
“Escala el precio del petróleo y se derrumba el de la soja”, remarcó el agente de liquidación y compensación Cohen, un combo peligroso ya que el poder de fuego del BCRA podría verse afectado para intervenir en el mercado cambiario, plagado de restricciones por el control de cambios.
Actualmente las reservas totales del BCRA rondan los USD 27.582 millones, aunque analistas privados calculan que las netas están unos 6.000 millones de dólares negativos.