Para algunos inversores, las reservas internacionales del Banco Central (BCRA) se han convertido en un termómetro clave que puede ayudar anticipar el comportamiento de los bonos soberanos en dólares. Un análisis reciente plantea una posible correlación entre el nivel de estas reservas y los precios de los bonos argentinos y, aunque correlación y causalidad no sean lo mismo, la relevancia de un dato en la suerte del otro sí es aceptada.
Las reservas internacionales son, en esencia, los activos en divisas extranjeras que posee un país. Estos fondos cumplen un rol vital ya que permiten al país cumplir con sus obligaciones internacionales, como el pago de deuda externa, y pretenden ayudar a estabilizar la moneda local.
Cuando las reservas del BCRA caen, la capacidad del país para cumplir con sus compromisos financieros se pone en duda, lo que suele reflejarse en la percepción de riesgo por parte de los inversores y, en consecuencia, en el precio de los bonos soberanos en dólares. Es por esta razón que muchos analistas y economistas prestan especial atención a la evolución de las reservas del BCRA.
¿Correlación o causalidad?
En un informe reciente, Pablo Repetto, analista de Aurum Valores, destacó la fuerte correlación entre el nivel de reservas del BCRA y los precios de los bonos soberanos en dólares. Repetto señala que el “análisis sobre la evolución de las reservas brutas y las paridades de los bonos argentinos (o del riesgo país) nos ha demostrado una estrecha correlación entre la evolución de la mejora de las reservas del BCRA y los precios de los activos”. Según Repetto, esta correlación ha sido consistente tanto si se miden los stocks de las reservas brutas como los de las netas, e incluso si se toman las variaciones y no los stocks.
Esta relación parece haber ganado relevancia con la llegada del nuevo gobierno, que ha implementado políticas más restrictivas en el manejo de las reservas y en la intervención del mercado cambiario. Repetto agrega que “esta relación se ha vuelto mucho más consistente a partir de que asumió el nuevo gobierno. Antes, la muy elevada intervención oficial en el mercado de los dólares financieros [...] ensuciaban esa correlación”.
Sin embargo, es crucial hacer una distinción entre correlación y causalidad. La correlación entre dos variables no necesariamente implica que una cause la otra. En este caso, aunque el nivel de reservas y los precios de los bonos soberanos en dólares se muevan en conjunto, no se puede afirmar con certeza que uno sea la causa directa del comportamiento del otro.
La correlación observada podría ser, en parte, un reflejo de la percepción de los inversores sobre la capacidad de pago de la deuda argentina. En un país con un historial de defaults como Argentina, las reservas internacionales se consideran un indicador clave de la capacidad del gobierno para cumplir con sus obligaciones financieras. Si las reservas caen, los inversores podrían anticipar dificultades en el pago de la deuda, lo que llevaría a una caída en los precios de los bonos.
El economista Gustavo Ber refuerza la idea de la relevancia del nivel de reservas para la saluda de los precios de los bonos. “El nivel de reservas está teniendo mayor relevancia a corto plazo, más que nada en esta etapa porque el riesgo país aún es demasiado elevado y por ende todavía no se puede recuperar acceso a los mercados internacionales para avanzar con el ‘roll-over’ frente a los vencimientos, de ahí que se estén gestionando ‘repo’ para atender los próximos compromisos”. En otras palabras, mientras Argentina no recupere el acceso a los mercados internacionales de crédito, las reservas seguirán siendo una variable crucial para los inversores.
Ber también sugiere que si el país logra avanzar en el proceso de desinflación y salir ordenadamente del cepo cambiario, la relevancia de las reservas en los movimientos del mercado de deuda podría disminuir en el futuro. “En la medida que se siga avanzando con el ancla fiscal, monetaria y el proceso de desinflación [...] se reduciría sustancialmente el riesgo país y así se tendría acceso al crédito externo, por lo cual ya las reservas no serían una variable tan relevante para los inversores como actualmente”, indica. Esto sugiere que, en un contexto de estabilidad macroeconómica, los precios de los bonos podrían depender más de la situación fiscal y menos del nivel de reservas.
Según un informe de Portfolio Personal Inversiones (PPI), las reservas netas del BCRA se encontraban en un estimado de -USD 6.672 millones, el menor nivel desde principios de marzo. La situación actual de las reservas podría complicar la estrategia del gobierno para acumular reservas en el corto plazo, lo que a su vez podría afectar negativamente los precios de los bonos soberanos.
Mirando hacia adelante, la relación entre las reservas del BCRA y los precios de los bonos soberanos en dólares seguirá siendo un tema de interés para los inversores. Aunque la correlación no implica causalidad, la percepción de riesgo asociada con la caída de las reservas podría continuar afectando los precios de los bonos.
Como concluye Repetto, “Esta correlación adquiere una relevancia muy importante mirando hacia adelante dado que parecería que si esta correlación se mantuviera en el tiempo, la dificultad que muestra el gobierno para acumular reservas de acá en adelante [...] conspiraría para que podamos ver mejoras significativas de los bonos argentinos, y consecuentemente del riesgo país”.