El electrodoméstico que más consume energía en toda la casa, aún estando apagado

Cómo un simple hábito puede estar inflando tu factura de luz sin que te des cuenta. Descubre cuál es el dispositivo que, aún sin estar en uso, sigue consumiendo energía en tu hogar

En un contexto de aumento de tarifas cobran relevancia consumos hasta ahora desatendidos (Europa Press)

En un contexto de aumento constante de los costos de electricidad y una creciente preocupación por el impacto ambiental, los dueños de hogares buscan maneras de reducir su consumo energético. A menudo, los esfuerzos se centran en el uso consciente de los electrodomésticos durante su funcionamiento, pero existe un factor menos visible que puede estar incrementando significativamente las facturas de luz: el consumo en espera o “consumo vampírico”. Este fenómeno ocurre cuando los dispositivos electrónicos siguen utilizando energía a pesar de estar apagados. Entre todos los electrodomésticos que contribuyen a este consumo oculto, el televisor es el principal responsable.

Consumo vampírico: ¿Qué es y cómo afecta a tu factura?

El consumo vampírico se refiere al uso de energía por parte de aparatos electrónicos cuando están en modo de espera, apagados, pero aún conectados a la corriente eléctrica. El modo “standby”. Aunque la cantidad de energía que consume un dispositivo en este estado es generalmente baja, su impacto se magnifica debido a la cantidad de aparatos en un hogar moderno que permanecen en esta condición durante largos períodos. A lo largo del tiempo, este consumo acumulado puede representar hasta un 10% o 20% de la factura de electricidad.

El televisor es uno de los electrodomésticos más comunes en los hogares, y también uno de los que más energía consume en modo de espera. Los televisores modernos, especialmente los modelos inteligentes o Smart TVs, están diseñados para estar “siempre listos”, lo que significa que aunque estén apagados, mantienen ciertas funciones activas que requieren electricidad. Estas funciones incluyen la actualización automática del sistema operativo, la conectividad a internet y la capacidad de encenderse rápidamente a través de un control remoto.

¿Cuánta energía consume un televisor en modo de espera?

El consumo de energía de un televisor en modo de espera puede variar dependiendo del modelo y la marca. En general, se estima que un televisor en modo de espera consume entre 0,5 y 3 vatios. Aunque esta cantidad puede parecer insignificante, se convierte en una preocupación cuando se considera el tiempo que un televisor pasa en este estado, que puede ser de varias horas al día.

Para ponerlo en perspectiva, diversos estudios calculan que los televisores en modo de espera pueden consumir entre el 2,25% y el 5% de la energía que usarían estando encendidos. Este porcentaje puede parecer bajo, pero al multiplicarlo por la cantidad de horas que el televisor está en espera y el número de televisores en un hogar promedio, el impacto en la factura de electricidad se vuelve significativo.

El televisor no sólo consume energía cuando está encendido (Imagen ilustrativa Infobae).

¿Cuánto tiempo permanece encendido un Smart TV?

El tiempo que un televisor permanece encendido es un factor clave en su consumo total de energía. Según el informe Media Nations 2022 de Ofcom, en el Reino Unido, los residentes veían televisión durante un promedio de cinco horas y dieciséis minutos al día. Este hábito de consumo tiene un impacto directo en la demanda energética de un hogar, ya que, además del tiempo en que el televisor está activo, se suma el consumo en modo de espera.

Por ejemplo, un televisor TCL LED Smart 720p HD de 32 pulgadas con una potencia de 50W consume aproximadamente 1,7 peniques por hora de uso, lo que equivale a cerca de 40 dólares anuales. Esta cifra, aunque parece pequeña, se amplifica cuando se considera el número de televisores en uso continuo en una región o país.

¿Por qué el televisor consume energía estando apagado?

Existen varias razones por las cuales los televisores continúan consumiendo energía cuando están apagados. En primer lugar, muchos televisores modernos están equipados con tecnología que les permite descargar actualizaciones del sistema operativo o de aplicaciones, incluso cuando no están en uso. Para mantener esta capacidad, el televisor debe permanecer en un estado de bajo consumo energético, lo que implica un uso continuo de electricidad.

Además, el modo “standby” es otro factor que contribuye al consumo en espera. Este modo permite que el televisor se encienda rápidamente cuando se utiliza un control remoto. Aunque consume menos energía que cuando el televisor está en uso, sigue siendo un gasto adicional. Dependiendo del modelo, el consumo de energía en modo standby puede variar significativamente, pero algunos televisores pueden consumir hasta 30-50 vatios mientras están en espera.

Por último, la conectividad a internet de los Smart TVs es un elemento que requiere un consumo constante de energía. Estos televisores permanecen conectados a la red para recibir actualizaciones y estar listos para acceder a contenido en línea de manera instantánea. Esta conexión permanente, aunque útil, incrementa el consumo energético del aparato, incluso cuando no se está utilizando activamente.

Medidas para reducir el consumo energético de un televisor

Afortunadamente, existen varias estrategias que los dueños de hogares pueden implementar para reducir el consumo de energía de sus televisores y, por ende, disminuir su factura de electricidad. A continuación, se detallan algunas de las más efectivas:

  1. Apagar el televisor cuando no se usa: La medida más sencilla y efectiva para reducir el consumo energético es apagar completamente el televisor cuando no se está utilizando. Esto significa desconectarlo de la corriente eléctrica, no solo apagarlo con el control remoto.
  2. Ajustar el brillo de la pantalla: Los televisores con niveles de brillo más altos consumen más energía. Reducir el brillo de la pantalla a un nivel confortable puede ayudar a disminuir el consumo de electricidad.
  3. Utilizar las funciones de ahorro de energía: Muchos televisores modernos están equipados con funciones de ahorro de energía, como el ajuste automático de brillo en función de la luminosidad de la habitación y el apagado automático tras un periodo de inactividad. Activar estas opciones puede marcar una diferencia significativa en el consumo diario de energía.
  4. Desconectar de la corriente: Desconectar el televisor y otros dispositivos electrónicos de la corriente eléctrica cuando no están en uso es una manera efectiva de eliminar el consumo vampírico. Para facilitar esta tarea, se pueden utilizar regletas con interruptor, que permiten desconectar varios aparatos a la vez.
  5. Optar por televisores con certificación ENERGY STAR: Los televisores que cuentan con la certificación ENERGY STAR cumplen con estándares de eficiencia energética reconocidos internacionalmente. Aunque estos modelos suelen ser más caros que los televisores convencionales, la inversión inicial se recupera a largo plazo a través de la reducción en la factura de electricidad.
  6. Considerar el tamaño del televisor: Las pantallas más grandes tienden a consumir más electricidad debido a la mayor cantidad de píxeles que necesitan iluminar. Optar por un televisor más pequeño puede ser beneficioso tanto desde el punto de vista económico como ambiental.

Impacto acumulado del consumo vampírico en el hogar

Aunque el televisor es uno de los principales culpables del consumo vampírico en los hogares, no es el único dispositivo que contribuye a este fenómeno. Otros electrodomésticos como equipos de audio, cargadores de teléfonos, computadoras y consolas de videojuegos también continúan utilizando energía cuando están en modo de espera.

El consumo vampírico de todos estos dispositivos puede acumularse significativamente, representando hasta un 20% del consumo total de energía de un hogar. Por lo tanto, tomar medidas para reducir el consumo en espera no solo ayuda a disminuir la factura de electricidad, sino que también contribuye a un uso más eficiente de los recursos energéticos y a la sostenibilidad ambiental.