Tras el derrumbe de los mercados, hubo avidez de los inversores por compras de oportunidad

A lo largo de la jornada fue reduciéndose el pánico y muchos activos transformaron su rebote en verdaderas recuperaciones

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Un comerciante camina junto a monitores que muestran el tipo de cambio entre el yen japonés y el dólar estadounidense en Tokio, este 5 de agosto de 2024. EFE/EPA/Kimimasa Mayama
Un comerciante camina junto a monitores que muestran el tipo de cambio entre el yen japonés y el dólar estadounidense en Tokio, este 5 de agosto de 2024. EFE/EPA/Kimimasa Mayama

Los números en la noche comenzaron a insinuarse verdes. A nadie le importaba el porcentaje, lo que querían ver es si el “lunes negro” era crisis de un día o el principio de un ciclo negativo.

El hecho de ver a los tres principales índices de las Bolsas de Nueva York con leves alzas en el mercado de futuros, junto al Nikkei de Tokio que parecía intentar recuperar una buena parte de lo perdido, comenzó a poblar el mercado de cazadores de oportunidades en particular en el Nasdaq de las acciones tecnológicas.

Pero lo que frenó el entusiasmo es que el dólar que subía 1,48% frente al yen, recortaba la ganancia a 0,35% o sea 144,64 yenes contra 147,50 del día anterior. El tipo de cambio fue el centro de la crisis ya que el yen, tras la suba de tasas del Banco Central de Japón, subió 13% frente al dólar destruyendo buena parte de los “carry trade” que se habían armado alrededor de la debilidad de la divisa japonesa que estaba respaldada por tasas de interés cercanas a cero. El índice Nikkei de Tokio bajó a niveles que no conocía desde 1987, el año del otro “lunes negro”.

En la plaza local el dólar comenzó al alza desde el primer minuto y no se vio intervención del Banco Central. Pero a medida que las Bolsas del mundo fueron recortando pérdidas, se comenzó a operar con más tranquilidad.

El dólar MEP subió $12,05 (+0,9%) a $1.346,09, mientras el contado con liquidación (CCL) lo acompañaba con un alza de $26,53 (+1,3%) a $1.338,11. “El canje fue negativo, es decir el MEP valía más que el cable e hizo que la tasa de caución en dólares subiera a 14% anual. Esta vez nos salvó el cepo que evitó más revuelo”, señaló el trader Nicolás Cappella que también puso el ojo en la inflación de 4,2% de Bahía Blanca y en el aumento de los despachos de cemento que “dirán si sirven para confirmar una reactivación de la construcción”.

Lo sorprendente fue el comportamiento del dólar “blue” que tuvo una baja de $5 a $1.390 demostrando que los mercados libres pueden ser fuertes en la adversidad.

En el Mercado Libre de Cambios (MLC) fue el cepo el que trabó las operaciones que cayeron de USD 351 millones a USD 226 millones y el Banco Central tuvo que vender USD 24 millones. A pesar de la venta, las reservas brutas crecieron USD 624 millones a USD 28.193 millones porque se demora el pago al FMI de casi USD 850 millones.

Según el informe de la consultora F2 de Andrés Reschini “no son pocos los que apuestan por una reacción rápida de la Reserva Federal bajando tasa y dudan sobre la posible recesión en la economía estadounidense. Mientras tanto, los capitales fluyen hacia los activos menos riesgosos y las monedas de las economías menos desarrolladas se deprecian”.

El informe de F2 se formula la pregunta clave: “¿Se profundizará el deterioro del escenario internacional? Es una posibilidad imposible de descartar. Por lo pronto, no se vieron volúmenes que evidencien intervención oficial en los dólares financieros y si la hubo no fue de magnitud. Por otra parte, el CCL respondió a la caída de emergentes y el real brasileño terminó fortalecido, algo que, al menos, no suma presión”.

En tanto, las LECAP, los bonos estrella por su rendimiento positivo ante la inflación, perdieron 0,5% aumentando su tasa de retorno porque los inversores quedaron heridos y le temen al “carry trade” local tras ver el golpe que se dieron los japoneses que se endeudaron para ganar con la tasa de interés o las colocaciones en otras inversiones. El riesgo de contagio es grande. En cambio, los bonos que indexan por el CER terminaron la rueda con moderadas alzas, aprovechando el atraso de precios. Los bonos atados al dólar (dollar linked) también subas porque hay inversores que creen que el episodio del lunes traerá cambios porque será más difícil el cumplimiento de las metas y de la reactivación. Apuestan a que el atraso cambiario no será permanente y que la salida del cepo se hará inevitablemente este año y a costos mayores tras este “lunes negro”.

Los bonos soberanos comenzaron con caídas de hasta 4% y con tendencia a ampliarlas, pero luego del mediodía el panorama estuvo más claro y las bajas no sobrepasaron 2% en bonos demandados como el Global 2035. El riesgo país, de todas maneras, subió 41 puntos básicos a 1.653 puntos básicos.

Sin embargo, uno de los bonos más apreciados por los inversores, el AL30D que tiene legislación local, cayó 0,5%, menos que sus pares amparados por tribunales de Nueva York.

Jorge Harker, analista internacional de Adcap Grupo Financiero, señaló que “en términos generales, vemos un mercado con mucha volatilidad e incertidumbre. Creo que se van a armar dos bandos entre la gente que apuesta a que va a haber una recesión inminente y otros que creen que se puede evitar y que el soft landing (aterrizaje suave) es una opción. Por ahora, hay que llevar con tranquilidad las posiciones y mirar con calma qué es lo que va a pasar”.

Por supuesto, las opiniones de los economistas fueron buscadas porque en estas situaciones hay ansiedad por el día después. Leo Anzalone, del Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC), opinó que “en la Argentina, con una situación ya de por sí compleja, debe llevarnos a considerar estrategias de mitigación de riesgos y diversificación para navegar en este entorno complejo. En las inversiones de largo plazo no hay motivos para estar nerviosos. El corto plazo es donde se presentan los mayores desafíos. Creemos que es importante volverse conservador en estos momentos. Tal como venimos sosteniendo en informes anteriores, la protección cambiaria debería ser una prioridad, dado los riesgos asociados a la volatilidad del tipo de cambio. En primer lugar, es recomendable utilizar instrumentos de cobertura cambiaria, dollar linked, por ejemplo, para protegerse contra la devaluación del peso que cada vez parece más cercana”.

En tanto, en la Bolsa se operaron nada menos que $70 mil millones en una rueda donde las turbulencias estuvieron presentes desde el principio. La suba y baja de papeles en horas, daba vértigo. Sobre el final vino la tranquilidad y el Merval de las acciones líderes cerró con una caída de 0,9% en pesos y 2,1% en dólares.

Los ADR -certificados de tenencia de acciones argentinas que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron un día rojo con bajas de hasta 4,5%.

Para hoy se espera un rebote. Pero el tema es si será el llamado “rebote del gato muerto” que, en la jerga de los operadores, es lo que sucede después de un gran derrumbe. Lo asemejan a la caída de un gato desde un edificio elevado que, tras chocar con el piso, tiene un leve rebote. Pero la magnitud de las alzas hasta las 23.00 hora argentina hace ver que puede ser una recuperación auténtica que deja daños colaterales a la Argentina y afecta a la salida del cepo.

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