Por qué en la Argentina no hubo intervención con reservas y los bonos acotaron la baja ante el temblor global de los mercados

La jornada había arrancado con caídas violentas para los activos argentinos, pero rápidamente fueron recortando pérdidas. No fue necesario que el Banco Central salga a vender para mantener bajo control a los dólares financieros, que terminaron con subas marginales

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Foto de archivo. Operadores trabajan en el piso de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, en Buenos Aires. REUTERS/Agustin Marcarian
Foto de archivo. Operadores trabajan en el piso de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, en Buenos Aires. REUTERS/Agustin Marcarian

Los activos locales salieron relativamente bien parados en medio de una jornada negra para los mercados globales. Los peores temores al inicio de la jornada finalmente no se transformaron en realidad. Los precios mínimos en bonos y acciones se vieron en el arranque de la rueda y luego empezaron a rebotar. Tampoco hubo mayores sobresaltos en el mercado cambiario, en lo que terminó siendo probablemente lo más destacado del día.

El Banco Central vendió USD 24 millones en el mercado oficial, pero no tuvo relación con la volatilidad que sufrieron los mercados en todo el mundo, sino más bien con los flujos de demanda y oferta habituales. Se registró una suba de reservas en el Central por USD 624 millones, ya que impactó el desembolso anunciado del BID. De esta manera, el stock creció a USD 28.193 millones.

Para sorpresa de buena parte de los inversores, los dólares financieros se comportaron con mucha tranquilidad y no fue necesaria la intervención del BCRA. El dólar libre incluso quedó 5 pesos por debajo del cierre del viernes, al finalizar a $1.390 y en el caso del dólar MEP y el contado con liquidación las subas fueron marginales, entre 0,5% y 0,8%.

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Todo hacía suponer en el arranque del día y con los índices bursátiles alrededor del mundo con rojos furiosos, que el Central saldría desde temprano a vender reservas para amortiguar saltos bruscos de los dólares financieros. Pero el mercado se reguló y no fue necesaria la intervención.

A mediados de julio, Luis Caputo anunció que el BCRA saldría a a esterilizar pesos sobrantes en el mercado a través de la venta de dólares acumulados a partir del 30 de septiembre. Este plan se vino llevando adelante en las últimas semanas, ayudando a comprimir la brecha cambiaria. Ayer, sin embargo, se optó por dejar que las cotizaciones se acomoden solas.

El de ayer fue un interesante test, aunque es difícil sacar conclusiones por lo sucedido en una sola jornada. Pero lo concreto fue que aún en un contexto de mucho nerviosismo no se produjo ni un atisbo de corrida sobre el tipo de cambio.

“Fue un muy buen día comparando con el mundo. El dólar casi no se movió, las acciones lo mismo y los bonos se recuperaron luego de una fuerte caída inicial. En días como hoy la Argentina solía exponenciar las bajas”, explicaron desde el equipo económico. “Los mercados -agregaron- arrancaron con la clásica correlación argentina y después los precios terminaron muy tranquilos”.

El balance de la jornada fue favorable para los activos argentinos, más allá de la leve baja que sufrieron los bonos. Las fuertes caídas de los mercados asiáticos y de Wall Street en el arranque del día hacían presagiar un día muy volátil y con fuerte presión cambiaria. Sin embargo, el BCRA no precisó intervenir para mantener al CCL bajo control

El comportamiento de los bonos dolarizados fue el mejor termómetro de cómo se comportaron los inversores en relación con Argentina. Arrancaron con una caída de hasta 5%, pero con el paso de las horas se fueron recuperando. Finalizaron el día con caídas de entre 1,5% y 2%, mientras que el riesgo país cerró a 1.653 puntos básicos.

En realidad, la deuda argentina ya estuvo muy golpeada en los últimos meses, incluso en contextos de mercado muy favorables. A estos precios, que oscilan los USD 45 dependiendo de la duración de los bonos, no son pocos los que ven oportunidades de compra.

Uno de los desafíos que tiene el Gobierno por delante es convencer a los inversores que podrá pagar los vencimientos de deuda. Según Caputo, los fondos estarían asegurados hasta principios de 2026.

Claro que semejante temblor en los mercados podrían atrasar el regreso de la Argentina al financiamiento, al complicarse la recuperación de los bonos y la baja del riesgo país. Además, todos estos factores están ligados al futuro del plan, que consiste en salir del cepo o por lo menos aliviar gradualmente las restricciones cambiarias.

Ahora los mercados también van a monitorear los futuros pasos de la Reserva Federal norteamericana en relación al futuro de las tasas de interés. Se espera un primer recorte para la próxima reunión de septiembre. Pero si la crisis de los mercados se profundiza, no se descarta incluso que esa primera reducción incluso llegue antes, en medio de temores por la posibilidad de que Estados Unidos entre en recesión.

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