El cachetazo que sufrieron todos los indicadores financieros globales no impidió que el Gobierno, sobre el final de la rueda, concluya tras hacer un control de daños sobre los activos argentinos y sobre los dólares financieros, que el impacto local del terremoto internacional fue menos marcado de lo que se esperaba. Y que la suba del riesgo país, que llegó a superar los 1.700 puntos, tiene relevancia menor porque el equipo económico descarta tener que salir al mercado internacional en los próximos meses.
“En días como este la Argentina solía exponenciar las bajas”, mencionaron desde el equipo económico tras el cierre de la actividad financiera de este lunes. En resumen: los dólares paralelos tuvieron subas leves -el contado con liquidación de 0,56% hasta $1.340 y el MEP de 0,78% hasta $1.346, con el blue incluso a la baja- y los bonos recortaron la caída inicial. El riesgo país escaló por encima de los 1.700 puntos y con el correr de las horas moderó la suba (2,8% hasta 1.653 puntos).
“Esperábamos algún cimbronazo mayor. Ahora esperamos a ver qué hace la Fed: esperamos que baje la tasa y que el mundo se llene de dólares que necesita el país. Si hay más dólares va a bajar la brecha. Si suben las tasas las estimaciones del plan económico van a tener que cambiar y se complica la idea de dolarización, entre otras cosas. El plan se va a tener que modificar dependiendo de lo que haga la Fed”, mencionó una fuerte cercana al presidente Javier Milei.
Los dólares paralelos tuvieron subas leves y los bonos recortaron la caída inicial. El riesgo país escaló por encima de los 1.700 puntos y con el correr de las horas moderó la suba (2,8% hasta 1.653 puntos)
“Esperamos que bajen las tasas, algo que va a pasar también si Donald Trump es el próximo presidente de EE.UU. Si eso pasa el plan económico se va a acelerar”, continuaron desde un despacho de la Casa Rosada. En el equipo económico la lectura que apuraron tras el inicio de la jornada fue que el pánico global respondió más bien a una corrección más que a un cambio de fundamentos de la economía global. “Es mucho más una corrección técnica, producto del alto nivel de apalancamiento” en el yen y el Nikkei (la moneda y la bolsa de Japón), empresas de inteligencia artificial y criptomonedas.
El Grupo Invertir en Bolsa compartió ante sus clientes un resumen de la jornada en el que mencionó que “por suerte tenemos cepo” por lo cual el crash financiero global “no generó tanto revuelo”. “Hubo una disparada del dólar al inicio, una caída fuerte de los bonos hard dollar y una baja de las Lecaps. Sin embargo, todo fue mermando a lo largo de la rueda”, dijeron.
“Comenzó la rueda en -4% afuera, y fue mejorando hasta cerrar en -2% en Estados Unidos. En el plano local las bajas llegaron a achicar hasta 0,5% en el caso de AL30, aunque sabemos que puede estar influenciado por la intervención al dólar. A seguir controlando la parte internacional estos días. El reversal que dejó la rueda nos deja buenas sensaciones para mañana”, concluyeron.
Portfolio Personal Inversiones, por su parte, aseguró que “los Globales, que iniciaron la jornada con caídas de hasta 4%, moderaron el declive y finalizaron con caídas de entre 1,4%/2,2%”, midieron. “Así, el precio promedio ponderado por outstanding terminó en USD 44,2. Un dato que nos parece destacable es que, según nuestros números, la performance diaria de los Globales estaría explicada un 76% por factores externos, mientras que solo el 24% restante estaría explicado por factores idiosincráticos”, estimó PPI.
El riesgo país sería un indicador crítico en el caso de que el Gobierno tuviera intención de emitir bonos en el mercado internacional, ya es el índice que muestra cuál es el sobrecosto que el soberano debe pagar por encima de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos para conseguir financiamiento en el exterior. En los despachos oficiales lo relativizan porque esa idea perdió fuerza, y el Poder Ejecutivo ahora se escuda en conseguir un préstamo directo.
Es una iniciativa que negocian el Ministerio de Economía y el Banco Central ante bancos internacionales (llamado repo), con un crédito directo de corto plazo para cubrir vencimientos en moneda extranjera. Pero esa operación se vuelve más compleja con bonos con paridades en caída: el Gobierno necesita entregar títulos públicos como garantía, y cuanto más bajo sea su valor, más cantidad de bonos deberá girar como colateral.
El riesgo país sería un indicador crítico en el caso de que el Gobierno tuviera intención de emitir bonos en el mercado internacional, pero en los despachos oficiales lo relativizan porque esa idea perdió fuerza en favor de un repo con bancos
La cuestión del cepo funciona, en este contexto de pánico global, precisamente, como un dique que evita un desplome del peso al obturar el libre tránsito de entrada y salida de capitales. Si el tipo de cambio flotara libremente ese efecto podría ser más marcado como sucedió este lunes en otras monedas de la región y emergentes. Los dólares paralelos, por lo pronto, atravesaban la tarde con alzas moderadas.
“A nosotros nos afecta, pero mucho menos que usualmente, dado el orden macroeconómico y que no tomamos medidas apresuradas como haber salido del cepo”, mencionaron promediando la rueda bursátil desde un despacho oficial. “Este mismo escenario con el sobrante de pesos que había y sin cepo hubiera sido una calamidad”, aseveran. Además, mencionaron que dos frentes como la baja de la inflación y la actividad económica no deberían verse afectados.
En medio del pánico global, el resultado de la rueda cambiaria fue de un saldo vendedor para el Banco Central, por unos 24 millones de dólares pero una suba de las reservas brutas, por USD 648 millones de un desembolso anunciado la semana pasada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Esta semana, se espera como contrapartida, caigan uno USD 840 millones las arcas por el giro al Fondo Monetario Internacional.