Luego de meses de analizar la medida, el Gobierno le quitó la exclusividad al sistema SUBE en la administración del pago de los boletos de transporte público de todo el país. Esto no implica que se podrá pagar con otros medios desde hoy, la medida es el primer paso para que privados puedan desarrollar métodos para pagar el colectivo, el subte o el tren con cualquier medio de pago sin contacto.
En el proyecto trabajaron la Secretaría de Transporte y el Banco Central, que combinan distintas competencias en la cuestión, por lo que conversan desde abril de este año con las empresas involucradas para poder alcanzar acuerdos en la elaboración del texto final.
Finalmente, la decisión se hizo oficial a través de la publicación del decreto 698/2024, que establece: “Amplíase el sistema de percepción de tarifas establecido por el Decreto N° 84 del 4 de febrero de 2009 —norma que implementó el sistema SUBE— y sus modificatorios a otros medios de pago que permitan la interoperabilidad, para el acceso a la totalidad de los servicios de transporte público automotor, ferroviarios de superficie y subterráneo y fluvial de pasajeros y servicios de cablevía”.
De esta manera, el texto aclara que “se entiende por interoperabilidad de medios de pago a la capacidad para aceptar cualquier medio de pago electrónico sin contacto”, por lo que agrega que “se fomentará especialmente el uso de tecnologías que permitan la comunicación inalámbrica, segura y ágil entre el dispositivo de pago y los terminales de cobro en el transporte público de pasajeros”.
Por otro lado, la medida también modificó el “convenio marco” que regulaba ese manejo monopólico por parte de Nación Servicios. Esa norma de 2009 lleva las firmas de Cristina Fernández de Kirchner, el entonces ministro de Planificación, Julio De Vido y el entonces jefe de Gabinete, Sergio Massa. Supuestamente, venía a solucionar la “crisis de las monedas”, ya que las escasez de dinero metálico generaba múltiples trastornos para los pasajeros y algunos negocios oscuros.
En este marco, el Gobierno dejó sin efecto el punto del convenio que fijaba a la SUBE como “único modo de percepción de tarifa electrónico”. Además, se dispone que “el Banco de la Nación Argentina será responsable del procesamiento de la totalidad de las transacciones y de la administración y mantenimiento del equipamiento embarcado y no embarcado, en las condiciones que a tal efecto establezca la Autoridad de Aplicación del presente y, de estimarlo necesario, podrá encomendarle el ejercicio de las funciones derivadas de su rol de Agente de Gestión y Administración -en forma total o parcial- a sus sociedades vinculadas en consideración de sus respectivas competencias”.
Detalles sobre la medida
¿Se puede empezar a pagar el transporte con otros medios de pago desde ahora?
No. El decreto que salió esta mañana da el marco legal para comenzar con la implementación de la apertura de medios de pago, algo en lo que el gobierno viene trabajando hace meses.
¿A partir de cuándo comenzará a funcionar el pago con otros medios de pago?
En las próximas semanas el Gobierno irá informando fechas, condiciones y características de la apertura del sistema y se establecerán las etapas en las que se irá alcanzando la totalidad de los modos de transporte en todo el país. Inicialmente, se estima que comenzará a funcionar en algunas localidades en el interior del país a partir de septiembre.
¿Qué pasará con la tarjeta SUBE?
Seguirá funcionando como siempre, solo que ahora será una opción más para el pago del transporte. El sistema SUBE seguirá cumpliendo un rol clave para fiscalizar los servicios que prestan las empresas de colectivos y los gastos que realizan, además de ser una herramienta que permite subsidiar la demanda en el transporte público.
En las próximas semanas habrá nuevos anuncios sobre productos de SUBE, aseguran desde Transporte.
¿Qué medios de pago estarán disponibles para pagar el transporte público?
En primer lugar, se habilitará el uso de tarjeta de débito, que es lo más fácil y rápido de implementar. En etapas futuras se incorporarán las tarjetas de crédito, las billeteras virtuales y códigos QR. Pero son instancias que se irán anunciando a medida que avance la implementación.
¿La medida supone algún gasto para el estado?
No. la medida no implica gastos extraordinarios para el Estado Nacional sino que el financiamiento para la implementación de los nuevos medios de pago será a cargo de los sectores privados.
¿Qué modos de transporte se podrán pagar con otros medios de pago?
En una primera instancia, se habilitará para colectivos en algunas localidades del interior del país, donde la dimensión de la flota permite una instalación más rápida de las antenas ya adquiridas.
En el transcurso del año se irán sumando nuevas localidades y modos, siendo los próximos a sumarse el tren Urquiza y los subtes de la Ciudad de Buenos Aires.
Luego seguirán el resto de las líneas de trenes y los colectivos de todo el país. En este último caso, se requiere la instalación de antenas en las cerca de 30.000 unidades que hay a nivel federal, por lo que se irá haciendo de forma paulatina.
¿Qué pasa con las personas que tienen tarifa social y boleto estudiantil?
El acceso a la tarifa social sólo podrá realizarse a través de la tarjeta SUBE.
Las personas que ya cuenten con el beneficio no tendrán que realizar otro trámite, seguirán viajando de la misma forma en la que se vienen manejando. Se está trabajando para que a largo plazo pueda incorporarse este beneficios a otros medios de pago.
Lo mismo sucede con el Boleto Estudiantil, seguirá tramitándose en los distritos correspondientes y se seguirá aplicando a través de la tarjeta SUBE.
¿Se mantienen los descuentos por integración de la red de transporte (Red SUBE) si se paga con otros medios que no sean la SUBE?
Los beneficios de la integración de la Red de Transporte (Red SUBE) solo seguirán funcionando en la tarjeta SUBE, hasta tanto la apertura de medios de pago esté implementada en todos los modos de transporte.
Modernización
La reforma viene modernizar el sistema SUBE, dañado por la falta de actualización tecnológica y que revivió las imágenes de gente haciendo filas en las estaciones, ya no para conseguir monedas sino para nominalizar su tarjeta.
De hecho, el considerando de la norma alega que “en función de la aparición de otros medios de pago vinculados a dispositivos móviles y/o a distintas modalidades de pago, se estima necesario dar a los usuarios la posibilidad de abonar la tarifa de los servicios de transporte público de carácter urbano y suburbano con diversos medios de pago, asegurando la interoperabilidad y la compatibilización del sistema actual con otras modalidades de pago, con el fin de promover la competencia entre distintos proveedores de servicios de pago, la innovación y la mejora en la experiencia de los usuarios de dicho servicio”.
La comisión para los proveedores tecnológicos se estima entre un 0,3% y un 0,5% de la recaudación. Hoy, Nación Servicios cobra un 7% por su tarea. Pero ningún transportista se queja de ese porcentaje elevado: lo paga el Estado
La primera de las modificación es que la llegada del sector privado implica un sistema abierto: los dispositivos que se ubicarán en colectivos y estaciones deberán aceptar todas las tarjetas, bancarias o de fintech, de débito, crédito o prepagas, sin ninguna distinción. No habrá marcas o bancos con exclusividades, ni siquiera temporarias.
De igual forma, el Gobierno enfatizó en que “resulta necesario que aquellos medios de pago que se integren al sistema de transporte público de pasajeros garanticen, como mínimo, iguales niveles de seguridad que aquellos que actualmente soporta el sistema, con mecanismos de autenticación y encriptación para proteger los datos de los usuarios”.
Al haber múltiples empresas de transporte (solo en AMBA, la red SUBE tiene más de 340 líneas de colectivos), se espera que haya más de una empresa que ofrezca los servicios de provisión de lectores de tarjeta y el procesamiento posterior de los pagos. El Gobierno no intervendrá en ese tema: “Que haya contratos entre privados, que los transportistas acuerden con las empresas financieras”, adelantaron meses atrás a este medio. En ese último sector se agrupan los adquirentes (aquellos que proporcionan a los comercios el servicios de cobrar por medios electrónicos), las emisoras de tarjetas y otras empresas con capacidad tecnológica para procesar ese enorme volumen de pagos. Y los bancos, por supuesto, manejarán parte de los fondos que hoy administra únicamente el Banco Nación. Las entidades de capital local, agrupadas en ADEBA, habían publicado un documento el año pasado en el que pidieron abiertamente “la universalización de los medios de pago del transporte público”.
La masificación del uso de tarjetas de débito y crédito contactless a través del transporte puede traer una modificación de los hábitos del público por la diferencia de tiempos con el pago QR. Ese cambio puede ser más crucial para el negocio de los medios de pago en la Argentina que la rentabilidad que genere
El nuevo esquema, al mismo tiempo, prevé que en todos los casos el sistema SUBE siga vigente. Todos los nuevos medios de pago se agregarán al sistema actual. Y sin la incomodidad de que el usuarios “ponga la tarjeta a su nombre”, que genera filas y malhumor en estos días. Por definición, a diferencia de la SUBE, una tarjeta de débito o crédito siempre está identificada con su dueño. Por esa vía, se implementará cualquier tarifa especial.
Para dimensionar el negocio, según el BCRA en enero el sistema SUBE administró 340 millones de viajes por un monto de 22.000 millones de pesos. Más allá de que en el verano se viaja menos (en octubre hubo un pico de 442 millones de viajes), en enero el boleto promedio fue de 65 pesos. Con la reducción de los subsidios en el transporte, ese volumen de dinero crecerá en forma exponencial.
Contactless vs. código QR
En cuanto a la tecnología, el decreto apunta al uso de tarjetas contactless que permiten el pago con solo acercarlas al lector, ya sea el plástico o bien el teléfono celular que las lleva cargadas, en el caso de quienes usen billeteras como Google o Apple Pay.
“Los organismos privados vinculados a favorecer el mayor alcance de conexión a internet realizaron distintas mesas de trabajo a efectos de evaluar la posibilidad de ampliar los medios de pago actualmente vigentes y garantizar su correcto funcionamiento operativo, así como también las distintas posibilidades de inversión privada para su implementación”, explica el considerando.
Por las características del servicio, se abren dudas si se puede utilizar el pago con QR, tal como se había informado tiempo atrás. Si bien el criterio inicial del proyecto era habilitar todos los medios de pago disponibles, los QR podrían quedar excluidos. La dificultad reside en el “tiempo de latencia”: pagar con QR requiere de varios segundos, un tiempo de espera razonable para la caja de un supermercado pero inviable para una fila de personas que pugna por subir a un colectivo o cruzar un molinete de subte. Los pagos contactless, en cambio, se concretan en menos de un segundo.