El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio experimentó una caída histórica este lunes, perdiendo un 12,4% en la sesión de hoy. Este desplome se suma a la caída del viernes, cuando el índice ya había perdido casi un 6%, marcando una semana extremadamente volátil para los mercados japoneses. La caída de hoy es la peor registrada desde el “Lunes Negro” de 1987, cuando el Nikkei sufrió un desplome del 14,9 por ciento.
Los mercados globales tiemblan por temores a una recesión en los EEUU, pero el capítulo japonés de los dolores bursátiles tiene sus propios condimento. La notable alza en los mercados bursátiles japoneses en los últimos mes, que llevó al Nikkei a alcanzar nuevos máximos después de 34 años, parecía ser sostenida por las bajas tasas de interés en Japón. Sin embargo, la reciente postura más agresiva del Banco de Japón (BoJ), que incluye aumentos en las tasas de interés y una reducción en la compra de bonos, cambió este panorama.
Mientras los índices de todo el mundo se sacuden y el pánico se apodera de los operadores, todavía no se hizo la autopsia de este derrumbe bursátil. Pero ya hay un primer culpable asomando. El cambio en la política del del BoJ está provocando una ruptura en el carry trade del yen japonés, un fenómeno financiero que supo generar ganancias fáciles para inversores de todo el planeta y, que ahora, vive una intensa reversión.
Para agravar un poco más el panorama, además, el boom tecnológico que impulsó al Nasdaq Composite en Nueva York está muy asociado a acciones de empresas asiáticas. Con lo cual, el contagio es aún más intenso.-
El fin del carry trade del yen: la causa del desplome
El término carry trade se refiere a una estrategia financiera donde los inversores toman préstamos en una moneda con bajas tasas de interés para invertir en activos que generan mayores rendimientos en otra moneda. En el caso del yen japonés, su baja tasa de interés había hecho que se convirtiera en una moneda popular para esta estrategia. Los operadores, especialmente los fondos de cobertura estadounidenses, estuvieron tomando dinero prestado en Japón a tasas mínimas y utilizando esos fondos para invertir en activos que rinden más, como las acciones tecnológicas estadounidenses.
La ruptura del carry trade del yen fue identificada como una de las principales causas del reciente desplome del Nikkei. Con el Banco de Japón subiendo las tasas de interés y adoptando una postura monetaria más restrictiva, el diferencial de tasas de interés entre Japón y otros países, especialmente Estados Unidos, se está reduciendo. Esta reducción en el diferencial de tasas de interés significa que las condiciones que hacían atractivo el carry trade del yen están desapareciendo.
Cuando los inversores ya no pueden beneficiarse del diferencial de tasas de interés, se ven obligados a cerrar sus operaciones de carry. Esto implica vender los activos adquiridos con los fondos prestados, lo que en el caso del yen ha llevado a una liquidación masiva de activos. La venta de estos activos no solo afecta a los mercados locales, sino que también tiene un efecto de segundo orden en los mercados globales.
¿Qué es el carry trade del yen y cómo funcionaba?
El carry trade es una estrategia de inversión en el mercado de divisas que involucra pedir prestado dinero en una moneda con baja tasa de interés para invertir en otra moneda que ofrece un rendimiento más alto. En el caso del carry trade del yen japonés, los inversores tomaban préstamos en yenes debido a las bajas tasas de interés en Japón y convertían esos yenes en otra moneda para invertir en activos que ofrecen mayores rendimientos, como bonos o acciones en mercados con tasas de interés más altas.
Por ejemplo, supongamos que un banco japonés ofrece préstamos a una tasa de interés del 1% anual. Un inversor podría pedir prestado 6.000.000 de yenes a esa tasa baja. Luego, el inversor cambiaría esos 6.000.000 de yenes por USD 55.000, y con esos dólares estadounidense compraría bonos del Tesoro de Estados Unidos que rinden un 5% anual. Después de pagar el interés del préstamo en yenes, que sería del 1%, el inversor obtendría una ganancia neta del 4% anual.
El carry trade del yen se volvió particularmente popular debido a las extremadamente bajas tasas de interés en Japón. Hasta ahora, esto permitió a los inversores pedir dinero prestado a un costo muy bajo y usar apalancamiento para maximizar sus ganancias. Sin embargo, el carry trade también conlleva riesgos significativos. Si la moneda en la que se ha pedido prestado (en este caso, el yen) aumenta de valor o la moneda en la que se ha invertido (como el dólar estadounidense) disminuye de valor, los retornos pueden disminuir drásticamente, y el costo de cambiar el dinero de vuelta al yen para pagar el préstamo puede aumentar, llevando a pérdidas sustanciales.
Este es precisamente el riesgo que ahora enfrenta el carry trade del yen. Con el Banco de Japón subiendo las tasas de interés y los Estados Unidos mostrando señales de una posible reducción de sus tasas, el diferencial de tasas de interés se está estrechando. Esto reduce la rentabilidad del carry trade del yen y fuerza a los inversores a deshacer sus posiciones, vendiendo los activos adquiridos con los préstamos en yenes.
Las apuestas por tecnológicas potenciaron el problema
El impacto de la ruptura del carry trade del yen no se limitó solo a los mercados japoneses. La caída del Nikkei también arrastró a las acciones de los principales fabricantes de chips en Asia, que registraron algunas de las mayores pérdidas el lunes. Las acciones de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), el mayor fabricante de chips del mundo, cayeron un 9,8%, casi alcanzando el límite diario de 10%. En Corea del Sur, las acciones de Samsung Electronics y SK Hynix también cayeron alrededor de un 10%, mientras que en Japón, Renesas cayó un 15% y Tokyo Electron un 18%, acumulando un descenso del 40% en el último mes, todo según números consignados por Financial Times.
Estas empresas tienen un peso significativo en los mercados locales. Por ejemplo, TSMC representa casi un tercio del índice Taiex fr Taiwán, mientras que Samsung Electronics es el componente más grande del índice Kospi de Corea del Sur. La venta masiva de acciones tecnológicas se vio agravada por la alta participación de inversores extranjeros en estas compañías. Este año, la compra de acciones de fabricantes de chips asiáticos por parte de inversores extranjeros había alcanzado un récord, ya que el sector se consideraba el principal beneficiario del auge global de la inteligencia artificial. En TSMC, la propiedad extranjera representa aproximadamente tres cuartas partes de sus acciones y en Samsung Electronics y SK Hynix, supera el 50%.