La crisis que vino de Estados Unidos minó la confianza de inversores y empresarios en el plan económico y se manifestó en los principales indicadores financieros.
El hecho de que uno de los principales empresarios argentinos dijera que “fuimos demasiado optimistas con Milei al pensar que esto podría hacerse en el corto plazo” reflejó el humor local. Las palabras de Paolo Rocca de Techint, como sucede siempre, fueron cautas, pero atrás de ellas hay una preocupación más grande que el sentimiento que transmite la frase.
El riesgo país, aunque gran parte está influenciado por el temor a la recesión de EEUU, perforó el techo de los 1.600 puntos básicos al subir 62 unidades (+4%) a 1.612 puntos básicos por la caída de los bonos soberanos de más de 3%.
Las bajas alcanzaron a todos los mercados del planeta. En los países de la región el promedio de baja de los bonos y acciones, según el ETF (índice) que los mide fue de -1,7 por ciento. El VIX, el llamado índice del miedo, que mide las opciones de compra y venta de las acciones que integran el S&P 500, principal índice de acciones de Wall Street, el viernes trepó a 23,39 puntos (+28%), como lo hizo notar el economista Fernando Marull. Esto es similar a un alerta naranja. Si llega a los 30 puntos hay una alarma seria de volatilidad que golpea a todos los mercados. La Argentina está parada en ese escenario.
Los cierres del viernes de los dólares financieros en los máximos de la semana con alzas de 2%, son otra de las causas del deterioro de la fe de los inversores. Centrados en la lucha contra la inflación, en el Gobierno olvidaron las reservas, lo que produjo un efecto en cadena sobre la cotización de los bonos soberanos, acciones y todos los activos de riesgo.
¿Superdólar?
Pero la caída del peso no fue en soledad; todas las monedas de la región sucumbieron ante el dólar. El mundo no se comportó de manera distinta. El oro volvió a ser refugio y anoche subía 0,66% a USD 2.486,10 por onza troy. Los bonos del Tesoro norteamericano también fueron objeto de demanda y en la previa del lunes, los índices de las acciones norteamericanas soportaban fuertes bajas.
La brecha volvió a cerrar por encima del 40% (41,6%) y es un valor que incomoda (F2)
A todo esto, en el Mercado Libre de Cambios (MLC) el viernes el Central vendió USD 25 millones para pagar las importaciones de gas a Bolivia. Como dato positivo las reservas subieron USD 504 millones a 27.569 millones una alegría que va a durar poco por los pagos que hay que hacer al exterior.
El informe de la consultora F2 de Andrés Reschini advierte: “el Banco Central terminó la semana con un saldo negativo de USD 149 millones y de esta manera encadena tres semanas en rojo. Más allá de que julio pudo haber sido mejor y el frío temprano obligó a adelantar importaciones energéticas, la estacionalidad juega en contra para esta fecha. La demanda con acceso al MLC cayó en las primeras dos ruedas del mes tal como se esperaba y si las liquidaciones no caen puede que vengan un par de semanas mejores para el BCRA en MLC. Ahora bien, si los dólares financieros se siguen tensando puede que crezcan las intervenciones a la vez que la autoridad monetaria compre en MLC, como se viene notando últimamente. La brecha volvió a cerrar por encima del 40% (41,6%) y es un valor que incomoda, razón por la cual no sería extraño ver incremento en la intervención”.
Ancla
El informe de EconViews observa con preocupación que el Gobierno está muy volcado a usar el tipo de cambio como ancla inflacionaria. “El problema es que la experiencia muestra que el tipo de cambio es un arma de doble filo, porque por un lado efectivamente tiene un efecto sobre la inflación, lo que hace que los Gobiernos se engolosinen, pero por otro puede llevar a un atraso cambiario que termine en una devaluación que desestabilice lo logrado”, observa. Y agrega: “estamos en una coyuntura en la que hay que acumular reservas internacionales para salir del sótano, en momentos en que estamos lejos de conseguir acceso al mercado de capitales. Argentina necesita un fuerte superávit en la cuenta corriente del balance de pagos, y el estimado para este año que es de US$ 3,000 millones suena a muy poco”.
Salir del cepo tiene más beneficios que costos, pero es claro que la cuenta de costos empieza a crecer (Econviews)
Sobre el impacto de la crisis internacional prosigue señalando que si el Gobierno tiene miedo de salir del cepo y flotar, “en un escenario como el actual, el miedo se duplica (justificadamente). Nuestra visión es que salir del cepo tiene más beneficios que costos, pero es claro que la cuenta de costos empieza a crecer”. Además, prosigue el informe, “en la medida que no se consiga dominar el riesgo país, aumentar las reservas y reducir la brecha de manera significativa, el problema se va a agravar y puede llevar a una salida del cepo más a la desesperada o a tratar de aguantar el cepo más de lo aconsejable para no pagar los costos. Y ahí el costo será más imperceptible, pero se pagará en términos de actividad e inversión. Lo que no podemos negar es que con este clima externo salir del cepo es más difícil”.
La consultora Eco Go, que elaboró su informe antes de que el riesgo país llegue a 1.612 puntos básicos, enfatiza que la tasa de inflación implícita en bonos es del 3,2% mensual (117% en 2024) pero el riesgo país se sostiene en 1.553 puntos básicos. “El Bopreal serie 3 que vence en 2026 rinde 25% en dólares y la tasa de LECAP que convalida el Ministerio de Economía en la licitación de LECAP a marzo alcanza a 4,5% mensual, 33% anual en dólares”, precisa, y se pregunta “¿Llegan procrastinando con este esquema a la elección de octubre de 2025?”.
Plazos largos, reservas escasas
Según Eco Go, los plazos son muy largos y las reservas escasas. “Los puentes que se vislumbran pueden funcionar más o menos dependiendo de la magnitud del blanqueo, del pago de Bienes Personales y de si se destraban inversiones en el RIGI, de si aparecen los dólares del FMI y, si se avanza en un acuerdo, de cuáles serían las condiciones en relación con el nivel del dólar, el crawling, la tasa de interés y la sostenibilidad de la deuda asumiendo que no salen del cepo. No luce intuitivo un acuerdo con fondos frescos “contra nada” partiendo de los desequilibrios actuales”, subraya. Para la consultora el escenario de que todo sale bien tiene “patas cortas” pero el timing de la corrección no luce que “ocurra rápido”. Y el resultado de las elecciones en Estados Unidos es clave para el Gobierno.
El informe de FyMA la consultora de Marull señala que Caputo y Bausilli (el presidente de Banco Central) tuvieron una reunión con representantes de las ALYC de la que trascendieron algunos detalles de los requisitos para la salida del cepo, que agregan información a los que venimos analizando:
- El BCRA ya eliminó los Pasivos Remunerados y los put. Puntos resueltos la semana pasada con las nuevas definiciones de Base Monetaria Amplia constante en $47.7 billones y las Letras de Financiamiento Fiscal (LeFi).
- Inflación del 1% y menor dólar oficial. Caputo cree que la inflación en setiembre puede bajar al 1%. Puede ser que esté asumiendo baja de Impuesto PAIS de 17,5% a 7,5% sin compensar con devaluación del dólar oficial, por lo que podría ser deflacionaria. Recordemos igual que Milei viene avisando que cuando la inflación sea del 1%, el crawling baja a 1%. El mercado ve inflación al 3% (LECAP - CER) y dólar en 4% (Rofex) en los próximos meses.
- Brecha más baja (17,5%). En estas dos semanas, el Gobierno habría intervenido en casi U$D 350 millones en el mercado paralelo, y tiene todavía alrededor de U$D 1500 millones permitidos. Actualmente, la brecha está al 30% (desde 50% de hace dos semanas), y el ideal de Caputo sería llevarla al 17,5% antes de bajar el PAIS; es decir, un dólar paralelo cercano a los $1100.
- Nuevo Financiamiento. El Gobierno dejó trascender que tendría asegurados los U$D 6.500 millones de pagos de capital de los bonos soberanos de enero, julio 2025 y ene 2026; independientemente de si se abren o no los mercados. Esto se lograría con REPO con bancos del exterior con bonos como garantía (no el Oro del Central). Sin novedades por ahora de un nuevo acuerdo con el FMI, aunque esta semana se confirmó un desembolso del BID por U$D 650 millones. Y el BCRA espera que sean cerca de U$D 1.200 millones y que también empiecen a entrar los dólares del blanqueo (se paga en dólares).”
Para FyMA “los pesos están resueltos; faltarían 3 requisitos: una inflación de 1%, una brecha más baja y un nuevo acuerdo con el FMI, que vendría en el cuarto trimestre.
Las pistas que sigue dando el Gobierno es que el levantamiento del CEPO está más cerca de lo que se imagina el mercado. Es más, ya empieza a haber mayores señales de flexibilización. La semana pasada permitió que las importaciones nuevas puedan pagarse en 2 cuotas, y avisó que PAIS baja al 7,5% en setiembre y desaparece en diciembre”.
Reservas en baja
La consultora 1816 señala por su parte que las reservas netas siguen cayendo y restando pagos del BOPREAL de los próximos 12 meses, “ya son USD -5.000 millones”. En ese frente hay dos malas noticias: el precio de la soja, que cayó más de USD 100 por tonelada en lo que va de la era Milei, que equivale a USD 5.000 millones menos de exportaciones anuales en un año normal. La otra mala nueva, continúa la consultora, “es que la demanda de dólares por turismo en el exterior parece haber subido en julio (efecto vacaciones de invierno) en base a los saldos de deuda de tarjeta en moneda extranjera. Los números del turismo lucen especialmente feos: el sector tiene mucho desbalance a un tipo de cambio de $1.300 (considerando que hoy las tarjetas se pagan al dólar MEP y no generan impacto en las reservas) lo que hace suponer que en una unificación más cerca del tipo de cambio oficial , como pretendería el Ministerio de Economía, la salida de divisas sería inmensa”.
“¿Se sale del cepo en 2024? ¿El Gobierno sigue queriendo dolarizar? Son dos preguntas que nos hacemos y la verdad es que las respuestas hoy son igual de elusivas que en enero. Nuestro escenario base es que la unificación será en 2024 (porque si se hace con un salto en el tipo de cambio, que es el escenario más probable, es muy riesgoso hacerlo en un año electoral y pensamos que la dolarización sigue siendo el fin ulterior de la política económica (aunque sea una meta inmediata), pero reconocemos tener poca convicción en ambas respuestas”, dice otro pasaje del informe de la consultora.
Esas opiniones muestran el brusco cambio de escenario, porque se confeccionaron sin ver la magnitud de la crisis del exterior en su totalidad.
En el overnight, negociaciones que comienzan entrado el domingo y terminan a la apertura de los mercados, todas las Bolsas del mundo estaban en rojo con caídas importantes, lo mismo que los bonos de países emergentes. En EEUU el Nasdaq de las tecnológicas era el más castigado. El Bitcoin cotizaba alrededor de USD 58.000 y la Bolsa de Japón caía casi 6%, la de Corea 4,40% y Australia 4%. En la región, Brasil bajaba 1,15 por ciento. De todas maneras, estas cotizaciones estaban a unas cuantas horas de la apertura de los mercados.