Los bonos soberanos “hard dollar” de Argentina vuelven a caer este viernes, en medio de un contexto adverso internacional y la dinámica de reservas del Banco Central, que preocupa a los inversores.
Esta semana, el ministro de Economía, Luis Caputo, buscó dar una clara señal de solvencia al mercado, al asegurar que están disponibles los dólares para honrar los vencimientos en moneda extranjera por el lapso de un año y medio, cuando recibió en el Palacio de Hacienda con Agentes de Liquidación y Compensación (ALyC). A les ejecutivos les reiteró que el “cepo” cambiario se levantará cuando estén dadas las condiciones macroeconómicas y aseguró que la inflación va a continuar en el sendero descendiente que registró en los últimos meses.
El ministro explicó que tenían asegurado hasta comienzos de 2026 los pagos de capital de toda la deuda pública soberana en dólares, neteada del sector público. Tienen cubierto los pagos de capital de enero 2025, julio 2025 y enero 2026. Tienen además los dólares para los pagos de enero de renta, y los de julio de 2025 los comprarán durante el primer semestre de 2025.
Los pagos de capital de la deuda lo consiguieron –según trascendió del encuentro– con un REPO con bancos del exterior. No está el oro de garantía sino títulos. Y en el Gobierno esperan que las reservas internacionales tengan un piso de incremento de USD 1.200 millones durante agosto. El Gobierno pago en neto USD 2.100 millones y en agosto los multilaterales le devolverán a la Argentina 1.200 millones de dólares.
Sin embargo, la incertidumbre entre los agentes de mercado persiste. Las reservas brutas del Banco Central dejaron de crecer y al promediar la semana se aproximaron a los USD 26.000 millones, un piso desde febrero. Hay pocos dólares para una grilla demasiado amplia de exigencias: afrontar pagos de deuda, abrir las importaciones, levantar el control de cambios e intervenir en los dólares financieros. En contrapartida, los alcances del blanqueo, la llegada de inversiones por el RIGI y eventuales desembolsos de organismos internacionales son hoy más promesas que realidades.
Por ese motivo, el riesgo país sigue en un muy elevado umbral de 1.600 puntos básicos para Argentina, en un máximo de cinco meses –desde el 14 de marzo– y las paridades de los Globales y los Bonares se mantienen en torno a los USD 45, que aún podría considerarse una valuación de default.
En el primer trimestre de 2025 vencen casi USD 6.000 millones (USD 4.600 millones entre capital e intereses de AL30 y GD30, USD 800 millones de intereses con el Fondo y USD 500 millones de Bopreal), cuenta que llega a USD 17.600 millones en el total anual. Sin flexibilizaciones relevantes del esquema de financiamiento externo que permitan agregar flujos de capital a los de cuenta corriente el escenario financiero será difícil de afrontar y sin dudas tensa las cuentas externas del Gobierno, que debería hacerse de divisas ya sea por una renegociación del acuerdo vigente con el FMI o fondos privados en el corto plazo.
“Hay un componente internacional en la caída de los bonos de estos días, pero está claro que duró poco o tuvo poco tranco el anuncio oficial, básicamente porque si bien ellos filtraron esa información vía dueños de las ALyC, no hubo ningún anuncio formal respecto de los REPO. Entonces me parece que el mercado está esperando cosas concretas. Anunciado concreto no hay nada, entonces el mercado tomo nota, pero traccionó hasta ahí, y después vino el contexto externo muy adverso”, afirmó Gabriel Caamaño, economista de la Consultora Outlier.
“En principio lo que el Gobierno necesita es armar los REPO, que es lo que ellos dicen que tienen pero que todavía no se ha concretado, porque si uno mira disponibilidad de dólares del Tesoro, no tiene los dólares para pagar todo eso hoy. Tienen pesos para pagar todo, pero tienen que comprar dólares y las reservas (netas) del Banco Central siguen negativas y se han deteriorado mucho en el último bimestre. Deberían mejorar mucho, pero mucho. Entonces ahí el mercado dice ‘dependemos de los REPO’, que dicen que todavía no están armados. Cuando estén armados y comunicados en forma concreta, va a ser otro cantar”, le dijo Caamaño a Infobae.
“Argentina debe enfrentar en el mediano plazo altos pagos de deuda en dólares, para lo cual se requieren de divisas. A pesar de las señales dadas por el Gobierno para asegurar los próximos vencimientos, ello pone un límite a la mejora en el riesgo país, lo cual es fundamental para potenciar la recuperación de la economía. Todo esto es lo que está detrás de las dudas del mercado”, consideró José María Segura, economista Jefe de PwC Argentina. “Ahora bien, lograr el equilibrio externo, o revertir la incertidumbre sobre el mismo, si se quieren liberar las restricciones cambiarias –lo cual es un objetivo–, requiere del ingreso de dólares”, añadió Segura.
Hay pocos dólares para una grilla demasiado amplia: pagar deuda, abrir importaciones, levantar el control de cambios e intervenir en los dólares financieros
“El día arrancó muy feo desde afuera, con mercados que registraron caídas fuertes, y siguen cayendo. Acá solemos caer más que el promedio, y también subimos más cuando hay viento a favor. La realidad es que Argentina no tiene fundamentos para poder despegarse demasiado, más allá de esta caída. El riesgo país no puede perforar los 1.500 puntos y cada noticia buena termina siendo una oportunidad de venta, en vez de un inicio de una tendencia alcista, o un cambio de tendencia”, destacó el analista financiero Christian Buteler.
“Las dudas siguen estando sobre el programa económico, sobre el rumbo del país y sobre cómo termina todo esto. Ya van varios meses en los cuales se ve que estamos lateralizando con una pequeña tendencia hacia abajo. A veces nos salva alguna noticia buena, pero siempre termina siendo siempre una oportunidad de venta y no una señal de entrada”, agregó Buteler a Infobae.
“Con este nuevo esquema de pago de importaciones, si se sostiene el blend, el crawling peg al 2% y la intervención anunciada para retirar la emisión de pesos por la compra de dólares desde fines de abril (USD 1.900 millones, de los cuales se habrían utilizado USD 250 millones), el BCRA vendería hasta USD 4.000 millones en lo que resta del año. Con pagos pendientes por USD 5.500 millones -incluyendo los cupones de enero de los Bonares y Globales- las reservas internacionales netas podrían volver a ubicarse en USD 12.000 millones negativas a fines de enero”, indicó un informe de EcoGo.
El riesgo país volvió a superar los 1.600 puntos y es el más alto desde el 14 de marzo
A este escenario, el economista Gustavo Ber le agregó la “el negativo contexto externo, a través de un sell-off global, está regresando el riesgo país a los 1.600 puntos, un nivel que ya venía transitando en los últimos tiempos. No me parece que profundice los desafíos, dado que al asegurar los pagos para todo el 2025 recientemente ya se evaluaba la posibilidad de no poder regresar a los mercados de crédito a corto plazo”.
“Lamentablemente el contexto global opaca los avances desde el frente fiscal, monetario e inflacionario, así como la mayor estabilidad de la ‘brecha’, ya que no tienen más remedio que acompañar el contagio a emergentes a pesar de los pagos asegurados de 2025, las castigadas paridades y la positiva visión en general que tienen los inversores respecto a su relación riesgo-retorno a mediano plazo”, explicó Ber a Infobae.
“Las paridades de los bonos de Argentina rondan el 45%, mientras que las de Sri Lanka, que se encuentra en default, son del 57%. Es evidente que los números de Argentina no distan mucho de los de Sri Lanka, que por más amigable que sea, ya declaró el default. Por ello, al cotizar a paridades menores, se podría decir que Argentina se encuentra en precios de distrés”, reportó Delphos Investment. “Considerando los precios de hoy, es evidente que el mercado descuenta un escenario pesimista. Sin embargo, las proyecciones del FMI reflejan un escenario más alentador”, señaló.