El Gobierno nacional dejará de subsidiar en la provincia de Buenos Aires un beneficio de la tarjeta SUBE que permite un descuento desde el 50% en el boleto de colectivos a pasajeros que realizan más de un viaje en un rango de dos horas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La intención oficial es que siga vigente para las líneas nacionales que hacen parte de su recorrido dentro de la Ciudad de Buenos Aires (CABA), pero no para aquellas que operan exclusivamente en territorio bonaerense, lo que implicará un impacto directo al bolsillo de millones de usuarios en esa jurisdicción.
Esta decisión sobre las subvenciones en el transporte urbano de pasajeros abre un nuevo frente de conflicto entre el presidente Javier Milei y el gobernador Axel Kicillof, luego del aumento en el pasaje que comenzará a regir la semana que viene. Es que si la provincia decide no cubrir esos fondos a las empresas, deberá permitir otra suba en la tarifa o habrá un empeoramiento del servicio, tal como anticiparon las fuentes del sector consultadas por este medio.
“Si quieren mantener el beneficio, lo harán con sus recursos. No vamos a ser más intendentes del AMBA. Vamos a corregir todas las inequidades”, apuntaron desde la Secretaría de Transporte de la Nación ante la consulta de Infobae. La explicación es que el Gobierno quiere concentrar la asistencia en la tarifa social, que implica un descuento del 55% a los beneficiarios, para enfocarse en la demanda y no en la oferta (empresas de colectivos).
En la Secretaría de Transporte bonaerense señalaron a este medio que esperan definiciones del Gobierno nacional, pero advirtieron que el impacto al bolsillo será “automático” en su territorio si es que se avanza en ese sentido.
El descuento de la Red SUBE se aplica en el AMBA de forma automática en el momento del viaje solo para las tarjetas registradas: el primer viaje se paga el boleto pleno, el segundo con descuento del 50% y el tercero con 75% de rebaja. En un rango de dos horas se pueden hacer hasta cinco combinaciones de transporte, pero debe existir un intervalo de tiempo mínimo de 2 minutos y no se puede abonar el viaje de otra persona.
En concreto, si se toma la tarifa que estará vigente desde el 12 de agosto con el incremento anunciado por el Gobierno, para un recorrido de 3 a 6 kilómetros, el más utilizado, el usuario que tenga la SUBE registrada pagará $413 por el primer viaje, $206,72 por el segundo y $103,25 por el tercero, si lo hace en un rango de dos horas. La idea del Gobierno nacional es que ese descuento esté disponible solo en en las 134 líneas de jurisdicción nacional, con numeración del 1 al 200, que tienen base en CABA y que eventualmente cruzan a la provincia.
“Si quieren mantener el beneficio, lo harán con sus recursos. No vamos a ser más intendentes del AMBA. Vamos a corregir todas las inequidades”, apuntaron desde la Secretaría de Transporte de la Nación
Por otro lado, las 377 empresas, numeradas del 200 para arriba, inscriptas en provincia, y arriba del 500, anotadas en municipios, más de 9.000 coches de los 18.500 en el total del AMBA, dejarán de estar alcanzadas por la Red SUBE. Eso implica que por más que un pasajero haga más de un viaje, pagará el boleto pleno, incluso si el primero lo tomó desde CABA en su vuelta al trabajo según explicaron desde Transporte ante la consulta de este medio.
Según datos relevados por la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) en el AMBA se realizan 9 millones de viajes con 3,5 millones de tarjetas SUBE, lo que da un promedio de 2,5 viajes por persona. La entidad comentó que durante una reunión que mantuvieron este viernes con representantes de Transporte se les informó el incremento del 37% que regirá en la tarifa desde agosto, además de que habrá más aumentos en lo que resta del año, y que la intención es enfocar los subsidios en la demanda.
Hasta el martes la idea del Ministerio de Economía era otorgar unos $20.000 millones mensuales más en subsidios, algo que fue desmentido este jueves por el secretario de Transporte, Franco Mogetta, tras la acusación de los intendentes sobre la “inequidad” respecto al trato del AMBA. Finalmente, el ministro de Economía, Luis Caputo, decidió habilitar una suba del boleto en vistas de una situación fiscal y una tendencia de la inflación que, considera, da margen para el ajuste.
La Nación pone unos $160.000 millones por mes en subsidios al boleto de colectivos, dentro de los que se encuentra los beneficios de la Red SUBE, pero ante la consulta de este medio no hubo un detalle oficial sobre cuál será el ahorro fiscal por cortar el beneficio en PBA. En lo que va del año el gasto fue de $479.243 millones a través del Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte (FFSIT), un recorte del 30% interanual en términos reales.
En las provincias, el boleto de colectivos se encuentra solo subsidiado por los gobiernos provinciales, ya que Nación eliminó el Fondo Compensador del Interior (FCI) por el cual se compensaba a esos pasajeros. Ese fideicomiso tuvo en 2023 un presupuesto de $102.000 millones que fueron cortados en febrero, cuando solo se habían transferido unos $17.000 millones.
En Rosario, por ejemplo, el estudio de costos hecho por el municipio arrojó que el boleto debería salir $1.355. Actualmente el costo es de $940. ¿Quién pone la diferencia? La municipalidad. ¿El motivo? Un aumento fuerte en el pasaje impactaría de lleno en la economía de las familias y los trabajadores, ya que es un gasto diario e imposible de evitar.
Lo mismo en la ciudad de Córdoba, donde la Federación Empresaria del Transporte Automotor de Pasajeros (FETAP) estima que el pasaje debe estar a $1.700 y, actualmente, el monto que pagan los cordobeses es $700. Los $1.000 son puestos por el estado municipal.