Un anuncio de la Reserva Federal de EEUU impactó en forma positiva sobre los bonos de la deuda argentina

El anuncio de que en septiembre podría haber un recorte de tasas trajo euforia en los títulos de toda la región y la Argentina fue la más beneficiada por lo bajo de sus precios

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Un operador mira una pantalla
Un operador mira una pantalla en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Argentina. REUTERS/Agustin Marcarian

Estados Unidos desató la euforia con el anuncio de que en la próxima reunión de septiembre podría recortar las tasas en medio punto. La escalada de tasas norteamericanas comenzó el 16 de marzo de 2022 cuando la Reserva Federal las subió de 0,25% a 0,5% anual. El 14 de marzo de 2020, cuando estaban en 1,25%, las bajó a 0,25%. La escalada se aceleró hasta llegar al actual 5,5% anual. En otras palabras, en septiembre se producirá el primer recorte de tasas tras 4 años y medio.

La noticia impactó directamente en los bonos de la deuda de la región y la Argentina fue la más beneficiada porque estaba con precios de ocasión. Además, el hecho de que el ministro de Economía anuncie que a través de préstamos “repo” (operación donde el Gobierno entrega bonos a los bancos a cambio de dólares y se compromete a recomprarlos a un precio y fecha predeterminadas) tiene cubiertos todos los pagos hasta fin de 2025, hizo que la suba de los bonos soberanos llegara hasta 4,76% en dólares como fue el caso del Global 2035. Con estas paridades, los principales bonos están a 7 puntos de llegar a los máximos de mayo pasado, previo al pago de capital e intereses. Sus paridades están por encima de 50%. El riesgo país se derrumbó 49 unidades (-3,4%) a 1.507 puntos básicos.

Según el trader Nicolás Cappella de Invertir en Bolsa los bonos se vieron favorecidos además porque “sobre el cierre del mercado salió un anuncio de que el BID aprobó préstamos por USD 650 millones y que podría haber USD 2.100 millones extras de acá a fin de año”. Por supuesto, todo lo que alivie las reservas implica suba de bonos.

Los dólares financieros recuperaron parte de lo que perdieron el día anterior, más allá de que Caputo dijera que los quiere ver en $1.100. El mercado abrió vendedor, pero cuando llegó a un piso de precios aparecieron inversores a rearmar su cartera y a tomar ganancias de una parte de sus “carry trade”, es decir transformaron en dólares sus ganancias en pesos. El dólar MEP terminó con un aumento de $25,38 (+2%) a $1.293,33 y el contado con liquidación (CCL) subió $19,7 (+1,6%) a $1.284,84. El “blue” siguió siendo el billete más vendido para hacer operaciones de “puré” aprovechando la brecha con los dólares financieros, y bajó $15 a $1.370. La brecha con el MEP se acortó a $80 por lo que queda margen para seguir poco tiempo más con el “puré”.

Según el informe de la consultora F2 de Andrés Reschini sobre el Mercado Libre de Cambios (MLC) “la demanda volvió a crecer y se devoró USD 472 millones en la última rueda del mes. Veníamos remarcando que la demanda suele crecer hacia fin de mes, pero esta vez el BCRA debió enfrentar el mayor nivel de demanda desde que asumió el nuevo Gobierno forzando a la autoridad monetaria a desprenderse en términos netos de USD 182 millones en julio”.

El informe advierte que en agosto “entra en vigor el nuevo esquema de dos cuotas para pago de importaciones y el flujo tendrá impacto a partir de setiembre. De todas maneras, si se logra alguna reactivación es probable que se incremente la demanda y las reservas sigan presionadas. Pero el mercado estará más concentrado en las proyecciones de inflación, resultado fiscal, blanqueo y señales del Tesoro en cuanto a la capacidad de honrar compromisos. Siguen apostando a la convergencia entre el índice de precios y el crawl de 2%, lo que podría acelerar el levantamiento de restricciones y, a su vez, mejorar la perspectiva de reservas”.

Sobre los mercados de futuro señala que sufrieron marcadas caídas “en línea con la mayor confianza en los lineamientos trazados por el equipo económico, pero también influidos por el comportamiento de la curva pesos. La devaluación mensual implícita en la curva de futuros sigue siendo mayor a los break even (punto de equilibrio) de inflación implícitos en bonos desde el último trimestre del año y la búsqueda de rendimiento positivo en LECAP deja menores tasas de retorno en la curva pesos que también se ubican por debajo de la curva de implícitas de futuros desde el último trimestre de 2024. De modo que el mercado deja julio con primas positivas que podrían ir achicándose si siguen mejorando las perspectivas de inflación y brecha cambiaria”.

Los bonos en pesos, en tanto, padecieron las perspectivas de menor inflación. Los que ajustan por CER tuvieron bajas superiores a 1,55. La suba del martes fue ilusión de un día.

Las LECAP siguen siendo los títulos más buscados y las subas merman sus rendimientos. Las que vencen a fin de marzo tienen una tasa de retorno levemente inferior a 4% en línea pero que no afecta a los inversores que se guían por los pronósticos de Caputo de una inflación que se encamina a 0%.

La Bolsa soportó la avalancha de compradores reprimidos. El monto de negocios de más de $23 mil millones es una muestra de la ansiedad. No hubo rojos. Todos los papeles tuvieron alzas significativas. El Merval de las acciones líderes subió 5% en pesos y 3,3% en dólares. Transener y los bancos con alzas de más de 8% fueron los de mejor performance.

Los ADR -certificados de tenencia de acciones argentinas que cotizan en las Bolsas de Estados Unidos- tuvieron un panel pintado de verde donde lo mejor pasó por los bancos. Galicia y Supervielle aumentaron 7,2% y Supervielle, 6,8%.

La Argentina vio bajar sus reservas en USD 543 millones a 26.399 millones por el pago de USD 167 millones de cupones del BOPREAL. Además, adelantó una parte de los USD 700 millones que completará hoy para pagarle al FMI. La duda es cómo recibirán los inversores la momentánea caída de reservas.

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