El Gobierno afronta nuevos pagos al Fondo Monetario Internacional esta semana y presionará aún más a las reservas del Banco Central, que terminó en julio con un saldo vendedor de USD 180 millones. El calendario con el organismo exige, con fecha a este jueves 1° de agosto, girar unos USD 840 millones que impactarán en la cuenta de reservas.
Se trata de un pago de interés y sobrecargos, el anteúltimo antes de que termine el 2024. El 1° de noviembre quedaría un último pago de USD 825 millones más, para lo cual el Gobierno todavía contaría con desembolsos previstos en el programa vigente y que recibiría cuando tenga lugar la próxima revisión trimestral prevista para septiembre. En 2025 habrá otros pagos por USD 3.200 millones, que salvo un acuerdo que indique lo contrario, se deberán realizar sin apoyo de desembolsos previos.
Los de este jueves y noviembre se tratan de giros correspondientes a las tasas que el Poder Ejecutivo busca que el Fondo Monetario revise en los próximos meses, para que el costo financiero de tener vigente un acuerdo con el organismo sea menos oneroso para la Argentina. Algunas cuentas a grandes rasgos estiman que los sobrecargos representan unos USD 1.000 millones anuales adicionales al capital prestado por Washington.
El Gobierno pretende avanzar en un acuerdo financiero nuevo que le otorgue desembolsos adicionales, con tiempos poco claros al menos para quienes mantuvieron reuniones con el ministro de Economía en los últimos días. Con esos dólares, creen en los despachos oficiales, el equipo económico quedaría más cerca de poder ejecutar una salida del cepo ordenada. El juego de tiempos es clave: Caputo mencionó, como fecha de referencia, algún punto de este año, más bien sobre el cierre de 2024.
Los de este jueves y noviembre se tratan pagos de sobrecargos, que el Poder Ejecutivo busca que el Fondo revise para que el costo financiero de tener vigente un acuerdo con el organismo sea menos oneroso
La lectura a algunas cuadras del Palacio de Hacienda es que los tiempos obligarán al Gobierno a pensar más bien en el fin del primer trimestre de 2025, y que por esa razón apuraron un mensaje de pagos asegurados de los vencimientos de capital de los bonos en dólares durante el próximo año y medio. “Quieren mostrar que se la pueden bancar solos sin el Fondo”, dijo uno de los asistentes a la reunión de Alycs con Caputo y el presidente del Banco Central Santiago Bausili.
Por lo pronto, el Gobierno se trajo del G20 de Río de Janeiro otra declaración de apoyo del organismo, ya que Kristalina Georgieva afirmó que en su encuentro con Caputo “discutimos el sólido desempeño de Argentina en la lucha contra la inflación, la consolidación fiscal y el apoyo a las personas vulnerables. Estamos comprometidos a respaldar los esfuerzos del Gobierno para reactivar la economía en beneficio del pueblo argentino”, señaló la directora gerente del organismo.
El nuevo pago al Fondo se dará en un contexto de creciente debilidad en las reservas. El saldo de julio resultó vendedor en USD 181 millones para el Central, tras ventas netas por USD 47 millones en junio. Además, el de julio fue el resultado más negativo para la intervención cambiaria oficial desde octubre de 2023 (-USD 227 millones).
En tanto, las reservas internacionales restaron USD 593 millones en el día, a USD 26.399 millones, un piso de seis meses, desde los USD 26.392 millones del 6 de febrero. A lo largo de julio el stock bruto de estos activos bajó USD 2.617 millones o un 9 por ciento.
Según indicaron fuentes del BCRA, el descenso de las reservas de esta jornada se relaciona a las ventas en el mercado del martes -se computan 24 horas después de efectuadas-, el pago de la primera cuota de los Bopreal (Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre), y otros compromisos menores con el exterior.
En una reunión con representantes de Alycs, el ministro de Economía Luis Caputo aseveró este martes que el Gobierno “tiene asegurado” hasta comienzos de 2026 los pagos de capital de toda la deuda pública soberana en dólares, quitando de la cuenta el sector público. Hay vencimientos en enero y julio de 2025 y en enero de 2026.
La lectura del mercado es que los tiempos obligarán al Gobierno a pensar en un acuerdo con el FMI más bien en el fin del primer trimestre de 2025, e interpretan que por esa razón apuraron un mensaje de pagos asegurados hasta 2026
Esos pagos, si no hubiese acceso al mercado internacional de deuda, se realizarían a través de préstamos directos como el del repo que el equipo económico negocia con bancos internacionales. Según estimaciones de Portfolio Personal Inversiones (PPI), con bonos en dólares en poder del BCRA el Gobierno podría reunir una garantía de unos USD 1.900 millones (con la paridad actual de los títulos) más otros USD 4.700 millones potenciales por las tenencias de oro, la cifra se acercaría a los pagos de capital que afrontará el sector público por su deuda en dólares en el próximo año y medio.
La cuestión de los dólares prestamos fue también mencionado en aquella reunión del equipo económico con Alycs, con la proyección de que en el segundo semestre se darían una serie de préstamos que dejarían al saldo entre desembolsos y pagos a organismos internacionales -por fuera del FMI- en términos netos positivos. Este miércoles, por lo pronto, se conoció que en los primeros días de agosto ingresarán casi USD 650 millones provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).