En el contexto de la nueva política de intervención en el mercado paralelo del dólar y de “emisión cero” –en rigor, el Banco Central lejos está de emitir para comprar divisas ya que desde el miércoles pasado que anota una racha de ruedas negativas–, la cotizaciones paralelas del billete pronunciaron su caída.
Con ello, el Gobierno se acerca a uno de sus objetivos centrales: reducir la brecha cambiaria y neutralizar una potencial fuente de inestabilidad en los precios. Particularmente los precios del dólar Bolsa y el contado con liquidación (CCL), que ya no sólo perforaron los $1.300 sino que cerraron más cerca de los $1.250 se empezaron a mover con mayor velocidad que en las últimas dos semanas en la dirección deseada por el equipo económico. La diferencia entre el dólar oficial y el financiero se estaciona ahora en torno a 30%, a notable distancia del coqueto con el 60% de hace poco más de 15 días.
Sin embargo, en el mercado oficial, el Banco Central no para de vender divisas y el saldo de reservas netas preocupa cada vez más a los inversores. De ahí que los activos argentinos siguen sin reaccionar a las señales oficiales. De hecho, la flexibilización del cepo que empezará a regir el jueves y que se asumía era una buena noticia para el mercado, abre un nuevo frente de preocupación: más presión sobre la demanda de divisas cuando todavía no queda claro, en el contexto del cepo, algo más light pero cepo al fin, de dónde van a salir los dólares para hacer frente a ese aumento de la presión.
Así, mientras la brecha cae, se amplía el divorcio entre esa variable y el desempeño del resto de los activos: el riesgo país recortó algunas unidades desde mediados de la semana pasada pero no logra perforar los 1.550 puntos básicos mientras que las acciones volvieron a sufrir tanto en la plaza doméstica como en Wall Street.
En qué momento se producirá, si es que se produce, el “alineamiento de los planetas” no queda claro pero, al menos por el momento, se frenó el deterioro, particularmente la suba del riesgo país.
En ese sentido, en su síntesis diaria de análisis del mercado, Nicolás Cappella del Grupo IEB indicó que durante toda la rueda se percibió flujo de ventas con un volumen que anotó una oferta por casi USD 400 millones. Al menos USD 80 millones, el 20% de ese volumen, se orienta al dólar financiero dado el esquema todavía vigente conocido como dólar blend (80% de liquidación en el mercado oficial y el resto en el financiero). Es lo que explica, según el analista, la gran oferta de dólares.
“A su vez, notamos que la demanda se corrió, cuesta encontrar pagadores. Podría llegar a ser que los importadores se estén corriendo del bid y prefieran pagar las importaciones con el nuevo esquema de 50% y 50% a partir de agosto (si el parking se los permite). Pero por lo pronto, son especulaciones nuestras”, apuntó Cappella.
Lo que sugiere el experto es que la demanda de divisas en el segmento financiero se redujo como probable reacción a la flexibilización del cepo ya que los importadores que optaban por operar vía CCL, ante la reducción de plazos para acceder al mercado oficial, a partir del jueves les resultará probablemente más atractivo que antes.
Esto implicaría que, a diferencia de la reacción inicial de la brecha, cuando empezó a reducirse en función de la intervención oficial que en los primeros días habría alcanzado poco más de USD 100 millones, en las últimas ruedas esa operatoria no se habría producido. “Aumento de la oferta exportadora. Altas chances de que la intervención del BCRA haya sido cero. Igual que ayer”, opinó el economista Fernando Marull.
Colegas suyos, en cambio, creen advertir la presencia del Banco Central en el alto volumen negociado que se detectó en algunos bonos. “Hoy tuvimos un nuevo récord de volumen operado en AL30, AL30D y AL30C en lo que va de la Administración Milei, superando al del miércoles 17/7 y entrando en niveles similares a los vistos en octubre o julio de 2023. No así en GD30, GD30D y GD30C”, compartió en sus redes sociales el analista Gabriel Caamaño, director de la consultora financiera Outlier.