Para aprovechar la caída de los dólares financieros, los inversores se vuelcan a los bonos en pesos

Las Lecap fueron las favoritas y ayer mostraron fuertes subas de precios y consiguiente baja de tasas. El mercado empieza a “comprar” la postura de Caputo sobre el significado de la política de emisión cero para la inflación y la debilidad del tipo de cambio

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La caída de los dólares financieros gatilló un fuerte aumento de la demanda de bonos en pesos. El instrumento elegido por los inversores fueron las Lecap, títulos que emite el Tesoro para financiarse, que mostraron fuerte aumento del volumen operado y sobre todo importantes subas de precios en prácticamente todos los plazos.

El incremento de las cotizaciones en todos los plazos de Lecap (de entre 1% y 1,5% según los plazos) implica a su vez una importante reducción de las tasas de interés. Se trata de un dato relevante, ya que abre la puerta para que el Gobierno consiga financiamiento más barato en la próxima licitación.

En cambio, hay menos interés del mercado por los Boncer, es decir bonos que ajustan su cotización de acuerdo a la inflación. Ayer sufrieron fuertemente las cotizaciones de estos títulos, con caídas que superaron el 2%.

Se mezclaron dos situaciones: la perspectiva de un bajo índice para julio y que seguiría en descenso hacia adelante y al mismo tiempo la búsqueda de activos en pesos a tasa fija y que tienen mejor rendimiento.

Ayer fue una jornada de significativas caídas adicionales en todos los dólares financieros. La nota la dieron el MEP y el contado con liquidación, que cerraron debajo de los $ 1.300. El dólar libre también perdió $ 20 y cerró a $ 1.415.

Pero lo más significativo es que los inversores empiezan a dar muestras claras de alinearse detrás del mensaje del ministro de Economía. Luis Caputo había señalado que a partir de la política de emisión cero que puso en marcha el Gobierno el peso se transformaría en una moneda escasa. “El dólar va a terminar cayendo, porque habrá que salir a vender para pagar impuestos”, fue su mensaje.

Bajar los dólares financieros no fue gratuito. El economista Fernando Marull estimó que el BCRA ya lleva vendidos unos USD 280 millones de sus reservas en el CCL en lo que va de julio, es decir interviniendo en los mercados financieros

Los dólares financieros ya acumulan una caída superior al 10% desde los máximos que habían tocado en el arranque de julio. En el caso del dólar libre la reducción fue bastante menor, pero es posible que esa diferencia se termine achicando o incluso desapareciendo.

La caída de los dólares financieros, sin embargo, no fue gratuito. El economista Fernando Marull estimó que el Central ya lleva vendidos unos USD 280 millones de sus reservas en el CCL en lo que va de julio, es decir interviniendo en los mercados financieros.

La buena noticia es que en las últimas jornadas esas ventas habrían caído a niveles mínimos, inferior a los USD 10 millones diarios.

Ayer, sin embargo, el Central sí terminó con un fuerte saldo vendedor en el mercado oficial que llegó a los USD 124 millones y las reservas brutas cayeron USD 175 millones.

El Gobierno está consiguiendo el objetivo que se había puesto al anunciar el inicio de la “fase 2″, caracterizado por la política de emisión cero. La caída de los dólares financieros era una parte central de lo que buscaba el ministro de Economía aún a costa de una mayor debilidad de las reservas, como está sucediendo en estos días

Con lo sucedido ayer, el saldo de la intervención en lo que va del mes se volvió negativo en USD 88 millones, con lo cual julio podría transformarse en el segundo mes consecutivo en rojo.

Se trata del costo principal que debe asumir el Gobierno para lograr la reducción de los dólares financieros y de la brecha cambiaria, que ahora se ubica en niveles de 35%. El flojo balance de la intervención cambiaria también se explica por el denominado dólar blend, que permite a los exportadores vender un 20% de lo que liquidan directamente a través del CCL.

Eso implica una menor oferta de divisas, al tiempo que se va normalizando la compra de dólares por parte de los importadores. En este escenario, es casi imposible que el Central pueda acumular dólares, al menos por el lado del superávit comercial.

Sin embargo, el foco ahora está puesto en seguir bajando los dólares financieros y a partir de eso apurar el proceso de reducción de la inflación. La puesta en marcha de la “fase 2″, que cerró totalmente las canillas de emisión monetaria procura acelerar ese proceso de desinflación y al mismo tiempo apurar la salida del cepo cambiario.

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