Esta semana el Banco Central comenzará a pagar intereses de su bono en dólares emitido durante los primeros meses de la gestión de Santiago Bausili al frente de la autoridad monetaria. Se trata de los Bopreales, el título en moneda extranjera que colocó el BCRA para dar curso a pagos atrasados de importaciones y, en una parte menor, habilitar el giro de dividendos de empresas con casas matrices en el exterior.
De acuerdo a estimaciones privadas, los pagos de este mes serán de USD 167 millones y exigirán a las arcas del Banco Central poco menos de USD 1.500 millones hasta fin de año. Este lunes los tenedores recibieron avisos de pago por parte de la entidad central, que se hará efectivo el miércoles, último día del mes.
Julio, así, terminará como el mes de mayor presión sobre las reservas en términos de pago de deuda, ya que este mes se pagaron los cupones de los bonos reestructurados en 2020 y hubo un giro de USD 640 millones al Fondo Monetario Internacional. A esos pagos se sumarán así las primeras obligaciones de la serie 2 del Bopreal, que es la única variante de las tres emitidas por el BCRA que empieza a pagar intereses en dólares este año.
Este mes concluirá con pagos totales que impactarán en reservas por USD 3.800 millones. Julio habrá sido, con todo, la instancia de mayor exigencia para las arcas internacionales en concepto de pago de deuda para lo que reste del año. En lo sucesivo habrá obligaciones por algo más de USD 1.400 millones en diciembre, explicado principalmente por vencimientos con otros organismos internacionales, excluido el Fondo Monetario.
El pago de Bopreales se dará en un contexto de creciente fragilidad en el frente de la acumulación de reservas, que desde hace semanas volvieron a terreno negativo, según estimaciones privadas bien por encima de los -USD 4.500 millones. Este lunes la autoridad monetaria terminó la jornada con un saldo vendedor en el mercado oficial de USD 124 millones, en un día en el que los dólares paralelos operaron a la baja.
La estacionalidad y las últimas medidas anunciadas por el Gobierno dejan a la necesidad de acumular reservas como una meta empinada en lo que resta del 2024. Para la consultora LCG “la posibilidad del BCRA de volver a acumular reservas luce efímera”. “Exigente necesidades se chocan con la estacionalidad negativa de las exportaciones en paralelo con menores precios internacionales. Por lo pronto, la próxima semana el BCRA deberá afrontar el primer pago de USD 167 millones en concepto de capital del Bopreal serie 2″, mencionaron.
El pago de Bopreales se dará en un contexto de creciente fragilidad en el frente de la acumulación de reservas, que desde hace semanas volvieron a terreno negativo, según estimaciones privadas bien por encima de los -USD 4.500 millones.
“Pero sobre esto se suman las últimas medidas anunciadas por el gobierno que suman más presión: las intervenciones en los mercados del CCL/MEP para absorber los pesos volcados con la monetización del superávit comercial de mayo y junio y la flexibilización de algunas restricciones cambiarias como la reducción del plazo de pago de las importaciones (de 4 cuotas de 25% en 120 días a 2 cuotas de 50% en 60 días)”, enumeraron, junto con las otras medidas que flexibilizaron el cepo.
Bausili ya había hecho mención, en su última aparición pública con el ministro de Economía Luis Caputo para anunciar la fase 2 del programa económico, que factores estacionales impactarían en la dinámica de reservas en este tercer trimestre, por el fin de la época de la cosecha gruesa y compras de energía en el exterior por un invierno más frío de lo esperado. Otro factor que alimenta la exigencia a las reservas es el uso para consumos con tarjeta, tal como reflejó este lunes Infobae.
El acuerdo con el Fondo Monetario, en sí, ya preveía una caída de reservas netas acumuladas en el tercer trimestre del año, por unos USD 2.200 millones entre la meta del segundo trimestre y la de fines de septiembre. Bausili explicó que la estacionalidad del movimiento de las reservas indica que “en la época de cosecha es común que se acumulen reservas y que en el invierno se pierdan reservas”. En el acuerdo con el FMI ya se contemplaba que “desde junio hasta septiembre se pierdan reservas y en el último trimestre se recuperan”.
Julio terminará como el mes de mayor presión sobre las reservas en términos de pago de deuda, ya que este mes se pagaron los cupones de los bonos reestructurados en 2020 y al FMI
Un informe de la Fundación Capital también hizo hincapié en los obstáculos que presentarán los próximos meses para engrosar la cuenta de reservas, y aseguraron en ese sentido que al equipo económico le falta “trabajar sobre dos puntos clave”.
“En primer lugar, una acumulación de reservas internacionales que admita una relación razonable con los pasivos remunerados (según dichos del Ministro de Economía en el mes de mayo). Vale mencionarse la dificultad de acumulación hacia delante, con un dólar blend (80/20) que impide que el superávit comercial (USD 7.700 millones estimado entre agosto y diciembre) se traduzca en superávit cambiario (USD 6.400 millones de las exportaciones se liquidarán en los mercados financieros en ese período), los pagos de Bopreal pendientes (USD 1.457 millones hasta diciembre)”, apuntaron.
“En segundo lugar, debe alcanzarse la convergencia entre la inflación (hoy en torno al 4% mensual) y el tipo de cambio (2%), para que luego ambas variables converjan al 0% mensual (según advirtiera Milei en el mes de julio). Es decir, las autoridades consideran estos faltantes como precondiciones para avanzar en la liberación del cepo. En definitiva, trabajar sobre la débil posición de reservas resulta prioritario, partiendo de netas negativas por USD 4.568 millones”, plantearon desde Fundación Capital.