Tras el cierre de la última “canilla” de emisión monetaria, la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM) le pidió al Gobierno que haga llegar “dinero a la calle” para incentivar el consumo y una línea de financiamiento especial para financiar a almacenes y comercios de barrio.
“Apoyamos todos los esfuerzos y las medidas de ajuste que está haciendo el gobierno para alcanzar un equilibrio fiscal, pero necesitamos, al mismo tiempo, se vuelque dinero en la calle a través del crédito”, aseguraron desde CADAM en un comunicado titulado con la frase del presidente Javier Milei al asumir su cargo: “No hay plata”.
Sostuvieron que “se nota menos efectivo en la calle, los comerciantes recorren mayoristas y piden o concretan la compra al que les da mayor crédito”.
Mientras que el Gobierno busca secar la plaza de pesos para contener la inflación, y a pesar de que los salarios aumentaron por encima del índice de precios en junio, el consumo no repunta.
Puntualmente en mayo, según el último dato disponible del Indec, las ventas de los mayoristas se desplomaron un 13,3% en relación al quinto mes del año pasado. En tanto, mostraron una leve recuperación en relación a abril (1,7%), pero en el acumulado de los primeros cinco meses de 2024 sufrieron una baja de ventas del 12,2%. Además, acumulan seis meses consecutivos de caída y llevan tres seguidos con caídas superiores al 10%.
Desde CADAM aseguran que hubo un repunte en las primeras semanas de julio por el efecto del aguinaldo y el turismo por las vacaciones de invierno, “pero se volvieron a paralizar las ventas en los últimos días”.
En contexto, el sector mantuvo la semana pasada una reunión con el secretario de la Pequeña, Mediana y Empresa, Emprendedores y Economía del Conocimiento de la nación, Marcos Ayerra, y le expuso sus propuestas con vistas al proyecto de la nueva Ley Pyme, que trabaja el gobierno.
En este sentido, CADAM le solicitó al funcionario “revise” la carga de contribuciones, aportes, fondos solidarios y “costos ocultos que se esconden detrás del precio de un producto (que impactan desde la industria al consumidor, a lo largo de la cadena), que junto con la carga impositiva nacional, provincial y municipal, encarecen los productos de primera necesidad”, afirmaron en el comunicado.
Además, CADAM propuso la creación de un plan al que denominó Cuota Mayorista, a la manera del plan Cuota Simple que a su vez vino a suplantar el Ahora 12. Del mismo modo en que el Gobierno subsidia el financiamiento barato para que los consumidores compren en cuotas, la entidad quiere un plan similar que permita a los comercios comprar de esa forma en los mayoristas, para sostener así los precios al público frente a los efectos de la inflación. “Sería una medida inédita y la primera vez que se generaría crédito directo para los comercios pymes de barrio”, destacaron desde la cámara.
En cuanto a tendencias de mercado, siguen cayendo fuertemente bebidas –especialmente con alcohol-, golosinas, los productos de rango de precios más alto de cada categoría y cuidado personal (higiene y cosmética). Mientras que los productos de limpieza, sólo se venden los básicos y caen los no esenciales.
En contrapartida, crecen los productos básicos de la canasta básica y las segundas marcas, “la gente probó y vio que eran de buena calidad y ahora repiten con confianza esas alternativas”, sostienen.
En contraste, en las zonas turísticas clásicas de vacaciones de invierno vieron un notable repunte de ventas.
En el segmento minorista las pymes atraviesan una situación similar. Sus ventas cayeron 21,9% anual en junio, a precios constantes. De este modo, acumularon una descenso de 17,2% en el primer semestre del año. De este modo, en la comparación mensual desestacionalizada, repuntaron 1,2%, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Entre otras preocupaciones, y en línea similar a CADAM, las pymes “esperan la reducción de impuestos, que representa el 40,7% de las respuestas, seguida por el estímulo a la demanda interna con un 17%”.
“Esto sugiere que, en el contexto actual, los comerciantes priorizan las intervenciones directas que pueden mejorar su competitividad y eficiencia operativa sobre opciones de financiamiento más favorables”, indicó CAME.
Además, subrayó “la necesidad de políticas que reduzcan la carga tributaria y fomenten el consumo interno para revitalizar a los comercios. Los mayores desafíos identificados por los comerciantes son la falta de ventas y los altos costos de producción y logística. Estos dos factores se destacan como los obstáculos más significativos para el crecimiento y la estabilidad de los comercios pymes”, agregó.