Aunque ayer se acentuó la tendencia bajista del dólar financiero, que por primera vez en semanas perforó los $1.300, lo cierto es que la tónica del mercado cambiario viene dada por la seguidilla de venta de divisas por parte del Banco Central que amenaza con marcar en julio el primer mes de saldo negativo. La megaventa por USD 124 millones en la rueda de ayer, cifra que prácticamente igualó el rojo de las tres ruedas anteriores juntas, hace que resulte casi imposible para el BCRA cerrar el mes con saldo al menos neutro.
Al resultado negativo la entidad llega tras una combinación de factores pero, esencialmente, un nivel de demanda récord de dólares en el mercado oficial que en los últimos días de la semana pasada promedió casi USD 300 millones diarios.
La estacionalidad, aseguran en el equipo económico y más de una vez argumentó el presidente Javier Milei, no juega a favor del Banco Central, no solo porque aminora la oferta de dólares sino, particularmente, porque crecen las necesidades en el tercer trimestre. Incluso las cifras del fin del semestre anticiparon la dinámica de forma tal que en junio, mientras el sector de cereales y oleaginosas liquidó prácticamente en volúmenes habituales en torno a los USD 1.600 millones, el resto de los sectores que hasta ese momento se habían comportado como factores de aumento de la oferta pasaron a demandar dólares. A diferencia del campo, los sectores industriales y vinculados a la energía que también generan dólares suelen demandarlos en cantidad porque tienen una dependencia mucho mayor de insumos y bienes de capital importados. El caso de la energía es, para esta época del año, el más paradigmático.
Pero no fue ese el único factor que restó al Central capacidad de compra de reservas. También la deuda corporativa y el pago de obligaciones por parte de las provincias contribuyó la semana pasada a exigir la cuenta del BCRA. Chubut y Córdoba principalmente enfrentaron este mes pagos más de USD 50 millones pero es en agosto cuando la torre de deuda provincial se empina algo más cuando llega a los casi USD 200 millones. Las jurisdicciones suelen acceder al mercado de cambios oficial con semanas de anticipación a los pagos, lo que hace presumir que en la segunda quincena del mes próximo también presionarán sobre el mercado oficial ya que el total de compromisos supera los USD 400 millones, de los cuales USD 330 millones corresponden a la provincia de Buenos Aires.
De ahí que lo más inquietante en términos de demanda es lo que cabe esperar hacia adelante. Ocurre que también a partir del jueves entrará en vigencia la flexibilización del cepo que, esencialmente, acorta el tiempo de acceso al mercado oficial de los importadores, lo que permite asumir mayor presión sobre las reservas del Banco Central.
“La mala racha del BCRA se explicaría por una demanda privada en niveles récord de la era Milei, que alcanzó, en promedio, USD 293 millones diarios en las últimas tres ruedas. El acceso de corporativos y provincias para el pago de intereses y capital de sus bonos por USD 153 millones entre miércoles y viernes estarían detrás de las ventas oficiales por más de USD 130 millones”, apuntaron en su informe semanal en la consultora PPI, donde agregaron que tampoco colabora con el desempeño del BCRA el hecho que ya haya un flujo de 100% de las importaciones accediendo al mercado oficial, por más que el acceso no sea inmediato.
“En otras palabras, las importaciones no se pagan al contado, pero sí hay cuatro cuotas de 25% corriendo a la vez”, explicó.