En la licitación de bonos del Tesoro los inversores apostaron a una menor inflación en el corto plazo

Hubo más demanda por las letras que vencen en septiembre que por las más largas, con vencimiento en marzo 2025

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(AP Photo/Natacha Pisarenko)
(AP Photo/Natacha Pisarenko)

La licitación de Bonos del Tesoro sorprendió a los inversores. Cuando todos apostaban a que el título más buscado sería la LECAP S31M5 que vence el 31 de marzo próximo y aseguraba una tasa de 4,50% efectiva mensual, el mercado eligió la S29N4, más corta, que vence el 29 de setiembre, dentro de 64 días, y rinde 4,21% mensual.

La primera lectura es que entre ambas monopolizaron 78% de las ofertas. La más corta y menor rendimiento se alzó con $2,13 billones y la que iba a ser la vedette del día por su tasa de 4,50%, concentró $1,58 billones.

La primera lectura es que los inversores ven que de acá a setiembre la inflación será menor a 4% y que desde enero puede haber más riesgos porque hay vencimientos importantes de bonos soberanos. De todas maneras, lo positivo es que creen que la inflación seguirá en retroceso.

La recaudación del Tesoro fue de $4,43 billones, que son inferiores a los vencimientos. Por lo tanto, el excedente de $3,76 billones lo depositarán en la cuenta del Tesoro en el Banco Central. Y aquí hay otro dato. No dejaron inversores afuera porque no quieren que los pesos excedentes alienten la suba del dólar como les ocurrió en las dos licitaciones anteriores.

Los demás títulos licitados como los BONCER que vencen en 2025,2026 y 2027 no resultaron atractivos a pesar de que tienen una sobretasa de hasta 9,51% por encima de la inflación. Entre los tres títulos recaudaron $364 millones.

No les fue mejor a los bonos atados a la devaluación (dollar linked) que vencen en junio y diciembre de 2025 y junio de 2026. Entre los tres bonos sumaron apenas $400 millones. No hay apuesta a una devaluación y a mayor inflación; el mercado está jugado a la tasa fija que cree que será lo más rentable dentro de las inversiones conservadoras.

Pero esta fue la parte positiva del día, porque vino un fuerte viento en contra del exterior. El derrumbe de las acciones tecnológicas en Estados Unidos, el peor de los últimos 2 años, arrastró a Wall Street y todos los índices cerraron negativos.

Todos los ETF (indicadores) de mercados emergentes, de China, Brasil y servicios financiero, entre otros, cayeron.

La Argentina no escapó a la debacle y los bonos soberanos tuvieron bajas de hasta 2,4% como fue el del Global 2030, el título con legislación extranjera más representativo. El riesgo país subió 26 unidades (+1,7%) a 1.577 puntos básicos.

El dólar, sin intervención del Banco Central, que evitó jugarse vendiendo títulos en moneda extranjera por el mal clima internacional, tuvo un día irregular. El dólar MEP subió $12,55 (+0,9%) a $1.2337,51 y el contado con liquidación (CCL) bajó $1,67 (-0,1%) a $1.335,69. El “blue” fue el que más demanda tuvo en un mercado muy reducido y aumentó $5 a $1.450.

En el Mercado Libre de Cambios (MLC) aumentó la demanda de importadores y se negociaron USD 312 millones que obligaron al Central a vender USD 1 millón. Las reservas subieron 97 millones a USD 27.528 millones.

El informe de la consultora F2 de Andrés Reschini señala que “los cambios introducidos por BCRA en pos de la flexibilización de restricciones significa, en principio, un cambio en el flujo de pagos cuyo resultado será mayor demanda de dólares en los próximos tres meses pero que, aunque resulte en mayores ventas de BCRA para los meses en cuestión, puede mejorar la fluidez de la economía real al tiempo que podría achicar la demanda de CCL y mejorar así el sendero de desinflación. Las mejoras para el acceso al MEP y CCL para las personas con subsidios y que recibieron ATP considero que son irrelevantes en cuanto a presión sobre la brecha”.

Sobre los futuros, F2 indica que “ajustaron con caídas de hasta 1,91% para mayo y la curva de tasas implícitas se corrió hacia abajo. La curva de tasas implícitas volvió a emparejarse con la curva de rendimientos en pesos y con este corrimiento las primas por cobertura se vuelven neutrales si detraemos el costo de oportunidad de colocar pesos”.

En tanto, la Bolsa tuvo una rueda negativa. El índice S&P Merval de las acciones líderes cayó 3,3% en pesos y 3,1% en dólares. Todo fue rojo. No hubo un sector que se salvara de la presión de ventas. Las acciones más afectadas fueron Comercial del Plata (-5,67%), seguida de Central Puerto (-4,97%) y Banco Supervielle (-4,61%).

Los ADR -certificados de tenencia de acciones argentinas que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron una rueda de caídas generalizadas en particular por los bancos.

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