El Banco Central de la República Argentina dejó en claro ayer que se tomó en serio el inicio de la “fase 2″ del plan diseñado por Luis “Toto” Caputo. A través de sendos comunicados dio más detalles del plan para mantener un control estricto la cantidad de pesos y al mismo tiempo avanzó con nuevas medidas para flexibilizar el cepo cambiario, especialmente en lo que respecta a la disponibilidad de divisas para importadores.
La entidad que preside Santiago Bausili retomó así la iniciativa, luego de aquel anuncio de fines del mes pasado que despertó dudas entre los inversores. En aquella oportunidad se dieron detalles del plan para eliminar la emisión por pasivos remunerados del BCRA (que desaparecieron el lunes), pero al mismo tiempo los funcionarios reconocieron que la salida del cepo era algo lejano.
“En esta etapa -aclaró el Central- se agrega el objetivo de limitar la cantidad de pesos al monto nominal existente de la base monetaria amplia”, es decir 47,7 billones de pesos. “La fijación de este techo permite anticipar que, a partir de la introducción de la competencia de monedas, el peso se transformará en la moneda escasa”.
La entidad enfatizó que el objetivo de fijar la cantidad de dinero es “eliminar la inflación”. Incluso el Presidente, Javier Milei, agregó luego por redes sociales que el superávit fiscal implicaría una reducción de la base monetaria de 9 billones de pesos, por lo que la base monetaria quedaría en 25 billones de pesos. “Por ende-agregó- cuando Luis Caputo nos dice que el peso se convertirá en un bien escaso tiene razón. Más tarde o más temprano la tasa de inflación será exterminada”.
En el informe que detalla cómo funcionará la “fase 2″ del plan monetario, el Central destaca que está aumentando la demanda de dinero del público, pero proyecta incluso un crecimiento mayor en los próximos meses. Esto permitiría que los agregados monetarios crezcan moderadamente para acompañar el proceso, permitiendo una mayor recuperación de la economía.
Tras la conferencia fallida de fines del mes pasado, ahora el Gobierno luce decidido a avanzar e incluso acelerar la fase dos del programa económico. Con ese espíritu de retomar la iniciativa se dieron detalles del plan para controlar de manera estricta los agregados monetarios y hubo varias medidas que apuntan a flexibilizar el cepo cambiario
“Entre abril y junio se notó un proceso de aumento del circulante de dinero en poder del público y en la base monetaria de 2,1 billones y 6,2 billones respectivamente. Los modelos de programación monetaria del BCRA anticipan la continuidad de un proceso de remonetización de la economía a lo largo del segundo semestre”, agregaron en la entidad.
Esto implica que el volumen de esterilización calculado vía venta de dólares sería algo menor a lo previsto inicialmente. La cifra informada que debía ser absorbida llegaba a los $2,4 billones.
Aunque no da mayores aclaraciones, esta mayor demanda de pesos puede estar relacionada con distintos factores: entre ellos el control estricto de los agregados monetarios en marcha, una tasa de interés más atractiva, mejora de la confianza y una eventual recuperación de la economía, aunque se vaya dando gradualmente.
Este proceso de remonetización también tendría lugar con el aumento del crédito, algo que comenzó siendo incipiente en mayo y junio pero que se consolidaría en esta segunda parte del año.
La novedad es que además de establecer con mayores detalles cómo funcionará el control de la cantidad de pesos, el Gobierno también optó por dar muestras de ahora sí ir avanzando con un grado mayor de flexibilización del cepo cambiario.
Una de las medidas centrales anunciadas ayer era que los importadores ahora podrán comprar divisas en solo 60 días, a partir de dos cuotas de 50%. De esta forma se rebajó a la mitad el acceso al mercado en 120 días (con cuotas de 25%).
“Esta medida -explicaron- tiene un doble efecto positivo. Por un lado, permite a las empresas que importen afrontar menos carga financiera, lo que favorece a la recuperación de la economía. Pero al mismo tiempo también contribuye a bajar la inflación, porque reduce el traslado a precios del mayor costo asociado a la calendarización vigente”, indicó el BCRA.
También se autorizó a los que trabajan independientes que hasta 24.000 dólares por año no sean obligatorios liquidaron por el mercado oficial de cambios, un límite que se duplicó respecto al valor que estaba vigente.
Por último, también se autorizó a la compra de dólar MEP o contado con liquidación a las personas que habían recibido algún tipo de ayuda estatal durante la pandemia.
Con estas medidas, el Central deja en claro que está decidido a avanzar gradualmente con medidas que apuntan a la normalización cambiaria. Todo esto, a pesar de la preocupación entre los inversores por la caída de reservas netas de las últimas semanas.