El Gobierno desreguló por decreto la actividad de los “warrants” con el objetivo de impulsar el crédito en el sector privado

Se trata de documentos que certifican la posesión de un determinado bien como garantía para obtener financiamiento y constituyen un instrumento clave para las pequeñas y medianas empresas

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Los "warrant" son un instrumento fundamental para el financiamiento de las pyme
Los "warrant" son un instrumento fundamental para el financiamiento de las pyme

El Gobierno nacional, a través del Decreto 640/2024, reglamentario del DNU 70/23, desreguló la actividad de los warrants con el objetivo de impulsar el crédito en el sector privado. La medida es un trabajo conjunto entre la Secretaría de Coordinación de la Producción del Ministerio de Economía y el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado.

A partir de esta decisión administrativa, los warrants pasan a ser de libre emisión, a través de intermediarios interesados en desarrollar este mercado, o de compañías autorizadas específicamente para este fin. Anteriormente, solo podían ser emitidos por una de las diez empresas autorizadas.

El Gobierno desreguló por decreto la actividad de los warrants con el objetivo de impulsar el crédito en el sector privado

Además, se liberó su utilización para cualquier tipo de producto, ampliando así las posibilidades de aplicarlos en la industria, minería, energía y otros sectores, más allá de su uso tradicional en el agro.

Los warrants, aunque no son un término común en la vida cotidiana, representan un instrumento clave para que las empresas, especialmente las PyME, puedan acceder al crédito y asegurar la liquidez de sus inventarios y activos.

Un Warrant es un documento que certifica la posesión de un determinado bien para usarse como garantía para obtener un crédito

Un Warrant es un documento que certifica la posesión de cierto bien por parte del poseedor, generalmente un productor. De este modo, convierte un producto físico en un instrumento financiero que puede utilizarse como garantía para obtener crédito y reducir los costos financieros.

Con el objetivo de acelerar la desregulación, se permitirá que los warrants se emitan en formatos electrónicos y se comercialicen sin restricciones en plataformas libres, utilizando firmas electrónicas y sin supervisión estatal.

Estas medidas buscan potenciar las posibilidades financieras de la actividad económica, facilitando la expansión de préstamos en el sector privado y mejorando la valuación de los bienes de uso e inventarios en el proceso productivo, lo que contribuirá a la reducción de costos.

Desde ahora queda liberado el uso de Warrants para cualquier tipo de producto, lo que habilita a nuevos sectores de la economía como la industria, la minería o la energía

En muchos otros países los productores ya contaban con esta herramienta. De lo que se trata es de poner a los emprendedores argentinos en igualdad de condiciones con sus competidores extranjeros. “El Gobierno del presidente Milei es pro-mercado, pro-empresa y pro-emprendedores. Esta es otra medida que alienta el boom del crédito en la Argentina”, señalaron fuentes oficiales.

El Warrant convierte a un bien en un activo financiero que puede ser utilizado como garantía para obtener crédito en los mercados financieros. De esta manera, facilita el acceso al crédito para las empresas al asegurar que tienen un activo tangible que respalda el préstamo. Además, al permitir la emisión y comercialización de warrants en formatos electrónicos, el proceso se simplifica y se vuelve más accesible, contribuyendo a una mayor liquidez en el mercado.

Cómo se negocian los warrants

El warrant es un título de crédito que permite al dueño de una mercadería darla en custodia a una empresa emisora debidamente, obteniendo a cambio la emisión de un certificado de depósito y warrant. Se emiten dos certificados:

- Certificado de Depósito: que acredita la titularidad de la mercadería

- Warrant: que permite acceder al financiamiento dando en garantía las mercaderías depositadas.

Ambos documentos pueden circular en forma autónoma, debiéndose registrar obligatoriamente en los libros rubricados que deben llevar las empresas autorizadas. Si el préstamo no fuese cancelado, el acreedor puede solicitar el remate de la mercadería que se halla almacenada en los depósitos custodiados por las empresas emisoras de dichos certificados. El producido del remate será distribuido, gozando el acreedor de un privilegio superior con respecto a cualquier otro crédito.

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