Eduardo Bastitta, empresario miembro del Consejo de Asesores de Milei: “Hay que quitarle capacidad de daño al peso”

El CEO de +Colonia resaltó que la recuperación y la llegada de inversiones tomarán su tiempo. El funcionamiento del Consejo, las renuncias que precipitó el Presidente y las medidas en las que trabajan

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Eduardo Bastitta, empresario y asesor
Eduardo Bastitta, empresario y asesor del presidente Javier Milei

“Lo importante es quitarle capacidad de daño al peso”, sostuvo en una entrevista con Infobae el empresario que hoy es CEO de +Colonia, que fundó Plaza Logística, y que se destaca en los últimos meses como miembro del Consejo de Asesores del Presidente Javier Milei, Eduardo Bastitta, sobre el camino que debería recorrer la Argentina en los próximos años.

Bastitta sostuvo que no hay un dilema entre la dolarización y la competencia de monedas, mientras que se generen las condiciones “para que la política no pueda hacerle daño a la población a través de la moneda”.

“Es como dejar la puerta abierta al violador vecino, como pasó con la convertibilidad”, advirtió.

Bastitta destacó que el hito más importante de la gestión Milei es haber podido sostener el superávit fiscal durante el primer semestre. El empresario consideró que el ordenamiento de la macro servirá para sentar las bases del crecimiento, aunque resaltó que la recuperación y la llegada de inversiones tomarán su tiempo.

El Consejo de Asesores trabaja
El Consejo de Asesores trabaja en un nuevo esquema tributario tras el Pacto de Mayo.

Por otro lado, evitó dar opiniones sobre las salidas de sus ahora ex compañeros asesores Fausto Spotorno y Teddy Karagozian, contra quienes Milei apuntó recientemente en sus redes sociales. El Consejo liderado por Demian Reidel, indicó, piensa en políticas “a 20 años” como es el caso de una nueva estructura tributaria a partir de uno de los puntos del Pacto de Mayo.

Estudió economía empresarial y se considera un emprendedor. ¿Cómo llegó desde ese mundo a estar tan cerca de la política?

— Hace unos siete o ocho años comencé a desarrollar vínculos con funcionarios y con personas involucradas en la política. Ahí vi que podía dar una mano desde ese lado. Por ejemplo, descubrí que en el tema monetario hay una trampa en la Argentina que deja chicos a otros problemas a mediano y largo plazo. Eso me hizo acercarme a Javier y Karina Milei porque vi en ellos la capacidad de resolver esas cuestiones críticas y devolvernos esa veta liberal que tuvimos pero fuimos perdiendo a lo largo de los años.

¿Cuál es el objetivo del Consejo de Asesores del Presidente?

— El Consejo tiene por objetivo llevar adelante lineamientos y miradas de largo plazo. No nos vinculamos en temas de coyuntura económica o cosas vinculadas a las desregulaciones. Eso está en cabeza de Luis Caputo y Federico Sturzenegger.

¿Ya se encuentran en funciones? ¿Tuvieron reuniones? ¿Cómo se maneja el Consejo?

— Hemos tenido varias reuniones, nos estamos organizando y estudiamos otras experiencias de Consejos de este estilo a nivel mundial. La idea es generar un ámbito institucional que perdure más allá de un Gobierno o un mandato. Estamos peloteando y poniendo sobre la mesa distintas iniciativas que esperamos atender. Nuestro vocero y presidente es Demian Reidel. Intentamos que los encuentros sean presenciales.

¿Cómo vivió que el Presidente echara del Consejo a dos ex integrantes como eran el economista Fausto Spotorno y Teddy Karagozian después de hacer consideraciones sobre la coyuntura económica? Milei hizo comentarios muy duros sobre ambos.

— Lo de Fausto fue una decisión de él, porque sentía que era incompatible su trabajo y pertenecer al Consejo. De Teddy no tengo comentarios. Me junté con ambos en reuniones pero no sé mucho más que lo que se conoce públicamente.

Alec Oxenford, Eduardo Bastitta, Teddy
Alec Oxenford, Eduardo Bastitta, Teddy Karagozian y Sebastián Braun: la conformación original de empresarios en el Consejo de Asesores. Luego, Karagozian dejó su lugar

¿Cuál es su evaluación sobre estos primeros siete meses de mandato de Milei?

— Mi opinión y la de los empresarios con los que me vinculo es una gran sorpresa por la velocidad con la que el Gobierno avanzó con algunas medidas. El hito más importante es haber sostenido el superávit fiscal durante el primer semestre. Implica atacar al corazón del problema con rigor y seriedad. Lo importante se está haciendo muy bien, pero hay que entender a la Argentina como un país que viene de más 20 años de una inestabilidad brutal. Es como un país en posguerra, por lo que los tiempos para reconstruirlo lamentablemente no son tan rápidos como uno quisiera. La macro tiene una perversidad: todo proceso de estabilización es recesivo y todo proceso de desestabilización es reactivante. La novedad es que el Presidente tuvo la capacidad de transmitir tan bien ese problema que la gente lo apoya, mientras que muchos que forman parte de lo que se conoce como el Círculo Rojo, no.

La recesión es muy profunda. ¿Cuándo se va a ver la recuperación?

— La Argentina debería recoger los frutos de este ordenamiento bastante rápido. Creo que cuando recuperemos la estabilidad plena, llámese la moneda con una inflación menor, vamos a vivir una expansión como nunca vimos en la historia. Hasta que eso ocurra es una incógnita cuándo y cuánto vamos a empezar a crecer. Lo que vamos a tener es una reactivación por sectores. Hay algunos a los que les va a llegar un poquito más rápido y a otros, un poquito más lento. Lo que se trata con el RIGI y otras medidas es que algunos sectores puedan recuperarse más rápido. Nunca se hizo una estabilización con la contundencia con la que avanza este Gobierno.

El Gobierno resalta que tiene altos niveles de apoyo popular, de algunos empresarios a nivel local y mundial. Se ve una intención de sostener superávit fiscal y externo. ¿Por qué hay desconfianza de los mercados, como se puede ver en el caso de un riesgo país que se mantiene cerca de 1.600 puntos?

— La economía no responde sólo a señales. Si miramos los componentes que hacen a la inversión en cada país, es un porcentaje muy chico el que responde a expectativas. El resto responde a cuestiones estructurales de la economía, por ejemplo que exista una moneda fuerte o crédito interno. Necesitás primero ir de a poco, que es lo que se hace, dándole el basamento estructural para que estén dadas las condiciones para el desarrollo. En el medio podés tener visiones distintas de actores de los mercados que pueden esperar algo que no llegó aún. El camino es muy claro y fue reiterado en varias oportunidades por el Presidente.

Para Bastitta, el hito más
Para Bastitta, el hito más importante de la gestión Milei hasta el momento es el superávit fiscal.

¿Cuándo tendrá la Argentina una entrada sostenida de inversiones?

— Las primeras inversiones se van a dar por etapas. Las primeras van a ser de compañías más grandes seguramente. Después de a poco vamos a bajar el umbral; es llevarle el RIGI a todos. La idea es que las empresas medianas, chicas y emprendedores se animen. El daño de los últimos 20 años es tan grande que es difícil salir adelante. La Argentina generó mercados donde solo sobreviven los grandes y los informales, en el medio no tenemos casi nada. Ese universo que falta es el que nos debería sacar adelante.

¿Por qué ahora se sacó de agenda la dolarización y se avanza a una competencia de monedas?

— No hubo ningún cambio, la visión del Gobierno siempre fue evitar el daño que genera una moneda débil como el peso. En la competencia de monedas cada uno va a elegir, pero el peso va a dejar de ser relevante. Después hay críticas sobre si se va a apreciar y me pregunto cuál sería el problema, si vamos a controlar los stocks. No imagino a argentinos queriendo firmar contratos en una moneda que tuvo tanta inestabilidad. La moneda no es importante per se, sino porque en ella se apoya todo el sistema de precios, actuales y futuros, de la economía.

¿El futuro de la Argentina se juega en lo que pase con el esquema monetario?

— La moneda es el vaso comunicante más importante entre el poder político y su capacidad de daño a la población, el cual va mucho más allá que la posibilidad discrecional de cobrar el impuesto inflacionario. Al emitir, la política le quita a la gente la capacidad de crecer, de competir, de emprender; es la herramienta más importante para el desarrollo. La prueba de esto es Ecuador o los países que resignaron su política monetaria. Las dos veces que el Estado ecuatoriano defaulteó, el sector privado apenas se resfrió.

¿El peso tiene que desaparecer o fortalecerse?

— Lo importante es quitar la capacidad de daño del peso. El dilema de dolarización o competencia de monedas no es tan importante, mientras se dejen las condiciones para que el peso no pueda generar daño ni ahora ni en el futuro. Esto último es muy importante, porque es como dejar la puerta abierta al violador vecino, como pasó con la convertibilidad. Hay que dejar la puerta bien cerrada y la dolarización sería una forma de hacerla, aunque hay otras también.

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