La actividad económica creció en mayo 2,3% interanual gracias al aporte del sector agropecuario, interrumpió una racha de seis meses consecutivos de caída y marcó la primera suba desde que comenzó el Gobierno de Javier Milei, según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). El organismo además arrojó una suba de 1,3% contra abril en la medición desestacionalizada.
Los datos surgen del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que releva mensualmente el Indec. De todos modos, la economía acumuló una retracción del 2,9% en lo que va del año respecto al mismo período del 2023.
En la medición interanual, seis sectores de actividad que conforman el EMAE registraron subas en mayo, entre los que se destacan Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (+103,3%) y Electricidad, gas y agua (+11,0%). De hecho, el repunte agregado de la actividad se debe a que el sector agropecuario, que fue el de mayor incidencia, compara contra los niveles del año pasado cuando el sector enfrentaba una de las peores sequías en la historia.
El otro rubro que ayudó fue el de Explotación de minas y canteras por el crecimiento en la producción de Vaca Muerta.
Por su parte, nueve sectores de actividad registraron caídas en la comparación interanual, entre los que se destacan Construcción (-22,1%) e Industria manufacturera (-14,2%). Junto con Comercio mayorista, minorista y reparaciones (-11,41% ia) le restan 4,6 puntos porcentuales al crecimiento interanual del EMAE.
Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, destacó que el EMAE de mayo confirmó que el piso de actividad económica se habría dado en abril.
“Hacia adelante la reducción de la inflación, la relativa recuperación del crédito interno, y el dinamismo de los sectores más competitivos, sientan una base para que continúe el rebote.
Pero para que se vuelvan a encender los motores del crecimiento y quebrar la tendencia al estancamiento hay que estabilizar la situación monetaria, reducir la brecha cambiaria (y las expectativas de devaluación) y dar señales de que se irá rápidamente a una unificación del mercado de cambios. Esto es fundamental para aprovechar el potencial de ingreso de inversiones de la mano del RIGI, y dar un impulso a la actividad en la segunda mitad del año”, agregó Marí.
Los primeros datos sectoriales de junio muestran que la actividad económica no repuntó y que se mantiene en un “valle recesivo”, según destacó la consultora Invecq. Tanto analistas como empresarios, en particular los que dependen del mercado local, no ven espacio para una recuperación rápida, que pueda graficarse en forma de “V”, ante ingresos que se mantienen debilitados.
“Hacia adelante esperamos que en los próximos meses comience una lenta recuperación, contingente a que se consolide el ordenamiento de las variables macro y de que los ingresos de las familias crezcan por encima de la inflación”, anticipó recientemente la consultora Orlando Ferreres.
Por caso, detalló Invecq, la AFIP registró una caída interanual del 14,3% real en la recaudación tributaria del sexto mes del año: “En promedio, los impuestos estrechamente vinculados a la actividad económica —IVA DGI, Créditos y Débitos bancarios, y las Contribuciones Patronales— cayeron 7,6% i.a. No obstante, cabe destacar que la caída en estos tributos fue menor que la registrada entre enero y mayo, meses en los que cayó a un ritmo de 15%”.
De todos modos, eso no sería suficiente para concluir un repunte. “Además, algunos indicadores de alta frecuencia del mes de junio también avalan la ´teoría del valle’: por un lado, la producción de autos se redujo fuertemente en un 40,2% interanual (vs. -27,9% en mayo), mientras que los despachos de cementos cayeron 32,8% (vs. -27,1% el mes previo). Pero, por otro lado, la venta de insumos para la construcción aumentó 9,7% intermensual, al igual que los créditos al sector privado, los cuales crecieron 9,1% frente a mayo”, añadió la consultora.
La actividad en la industria registró en mayo una desplome del 14,3% interanual y una caída del 0,6% respecto a abril, según el último relevamiento de la Unión Industrial Argentina (UIA). Se trata de la onceava caída consecutiva de la producción fabril que mide la UIA y en lo que va del 2024 la retracción es del 12,8% respecto al mismo período del año pasado.
El sector, indicó la entidad, perdió 21.285 empleos registrados desde agosto del año pasado y abril último. De todos modos, la pérdida de puestos de trabajo ascendió a los 5.000 puestos mensuales en los últimos dos meses.
Según la UIA, los datos adelantados de junio reflejan que la caída interanual persiste y en la serie mensual también podría observarse una nueva disminución. “Es importante destacar que los datos del mes estuvieron parcialmente afectados por los menores días hábiles debido a los feriados. Igualmente, descontando dicho efecto, se observaron caídas de magnitud”, resaltó la casa fabril en su último informe de actividad sectorial.
“Si bien el desempeño del mes se vio en parte afectado por contar con menos días hábiles, la actividad industrial continúa enfrentando dificultades por la baja demanda, así como aumentos de costos. En este marco, en abril , el empleo asalariado registrado en la industria aceleró su caída. Se perdieron 5.074 puestos en el mes y ya se acumula una baja de 21.285 respecto de agosto de 2023″, advirtió la casa fabril.
El Gobierno de Javier Milei y el Fondo Monetario Internacional (FMI) trabajan, desde la última negociación técnica, con un escenario de base de una caída del PBI este año de 3,5%, unos 0,75 puntos porcentuales más graves que hace un trimestre. El mercado -medido a través del REM- espera un desplome algo mayor, de 3,8 por ciento