El dólar retomó este jueves la tendencia alcista en Brasil, donde es operado a 5,54 reales. En lo que va de 2024 asciende un 14,2%, desde los 4,85 reales del cierre de 2023. Dado que Brasil es el principal socio comercial de la Argentina, esta dinámica, que contrasta con la evolución del dólar en el mercado local, lleva a los analistas a evaluar las consecuencias sobre la competitividad del comercio exterior entre ambos mercados.
La tendencia alcista del dólar en Brasil es acompañada por los dólares paralelos en la Argentina. El dólar libre gana 0,34% a $1.460 hoy, el contado con liquidación 1,15% a $1.323,45 y el dólar MEP 1,34% a $1.317,38.
En la Argentina, el dólar mayorista ahora a 925 pesos anota en 2024 una suba de 14,4%, en base al sendero de crawling peg o devaluación gradual de 2% mensual dispuesto por el Banco Central. Pero a la vez hubo una muy importante apreciación del peso -en términos reales- debido a una tasa de cambio que sube a un ritmo muy inferior al de la inflación -en torno al 80% en lo que va del año-.
En consecuencia, podría decirse que Argentina va perdiendo competitividad frente a Brasil, lo que puede redundar en un desincentivo para que Argentina el exporte bienes y servicio a Brasil, mientras que crece la potencial demanda de productos del país vecino.
Esto se puede observar en el comportamiento del Índice de Tipo de Cambio Real bilateral que mide el Banco Central. Este se redujo a la mitad a partir de la histórica devaluación del peso del 13 de diciembre del año pasado -una suba del tipo de cambio oficial del 118% que elevó al dólar mayorista a los 800 pesos-.
No obstante, el efecto de la devaluación argentina no llegó a ser neutralizado aún por la devaluación brasileña. En el primer semestre de 2024, Argentina acumula un saldo positivo de USD 107 millones en su intercambio comercial con Brasil, un cambio significativo si se lo compara con el déficit acumulado de USD 3.504 millones en igual tramo de 2023.
Esta reversión en la balanza comercial se explica por más por la recesión doméstica que debido al salto cambiario. Considerando todo el primer semestre, las importaciones de productos brasileños acumularon una disminución del 36,7% interanual contra igual período de 2023. Pero también contribuyó el crecimiento de las exportaciones en un 2,4 por ciento.
En el último año el dólar en Brasil escaló 15,2%, unos 10 puntos más que la inflación en el 4,6% anual. En el mismo lapso el dólar oficial subió en Argentina un 245,6% (desde $267,65 a $925) y la inflación avanzó más de 20 puntos extra, en torno a 270% interanual.
Los expertos de la consultora Abeceb señalaron que “para el segundo semestre del año se espera que los niveles de importación (desde Brasil) continúen relativamente comprimidos respecto a 2023 en un contexto en que la actividad económica y el consumo mostrarían signos de recuperación, pero modestos. La apreciación real del peso y la baja del impuesto PAIS podría estimular algo más la dinámica importadora a partir del cuarto trimestre del año”.
“En cuanto al tipo de cambio cabe destacar que la apreciación del peso argentino en términos reales es especialmente pronunciada con respecto al real brasileño, declinando el tipo de cambio real bilateral nada menos que 50,7% en lo que va del año, por encima de la caída que muestra el tipo de cambio real multilateral -contra la canasta de nuestros principales socios comerciales- profundizada recientemente por la significativa depreciación del real brasileño desde mayo -que pasó de valores de 5,20 reales por dólar a fin de mayo, y más de 5,50 a fin de junio-, poniendo más presión sobre la competitividad argentina y abaratando aún más los productos brasileños”, añadieron desde Abeceb.
Una relación comercial más allá de lo cambiario
Los analistas le otorgan una menor ponderación al impacto que podría otorgar en crecimiento previsto para la economía brasileña de 2% para este año, que podría ayudar a incrementar la demanda de productos argentinos desde el país vecino. Un informe de la Cámara Argentina de Comercio detalló que “las expectativas de mercado que relevó en junio el Banco Central de Brasil mostraron números semejantes al mes anterior en materia de crecimiento estimado para 2024 -se elevó de 2,05% a 2,09%-”, mientras que “la expectativa sobre el alza de precios anual subió a 4,00% -el mes anterior había sido de 3,88%-. Asimismo, se espera que el nivel de tasa de interés Selic se mantenga en 10,50%, idéntico valor al actual”.
Marcelo Elizondo, director de la Consultora DNI y presidente de la International Chamber of Commerce (ICC) en Argentina, observó que “la relevancia relativa de Brasil en el comercio argentino viene en descenso” y “aun siendo todavía el mayor socio comercial argentino, tiene hoy una incidencia en el total de exportaciones de nuestro país que es casi 40% menor que la que tuvo en los primeros años del Mercosur, cuando comenzó a generarse aquel desvío de comercio en favor de vinculo bilateral”.
Elizondo detalló que “luego de la formación del Mercosur -en los años ‘90-, Brasil pasó a significar entre 25 y 26% del total de exportaciones argentinas. Y, con el transcurso del tiempo, llegó a generar entre 30 y 35% de las importaciones argentinas. Pero esa relevancia relativa fue disminuyendo en la medida en que Argentina comenzó a desarrollar negocios con otras áreas del planeta, en particular con Asia. Por eso, es remarcable que en los últimos años las exportaciones argentinas a Brasil ya solo supusieron alrededor de 15% del total -más allá de las oscilaciones en cada año-. Y que el Mercosur tiene un valor hoy muy menor al del inicio de vigencia del acuerdo”.
Desde Abeceb apuntaron que “otro factor que impacta en el comercio bilateral de forma ambigua son las fuertes inundaciones registradas recientemente en el Estado de Rio Grande do Sul, que afectaron simultáneamente a las importaciones y exportaciones de los sectores automotrices altamente integrados entre sí de cada país. Desde el sector, las mismas son citadas como explicación para el faltante de piezas en el país, lo cual llevó a disminuir o frenar la producción en determinadas plantas. En suma, 2024 probablemente cierre con un balance comercial bilateral cerca del equilibrio, aunque la incipiente recuperación de la economía doméstica argentina posiblemente lleve al intercambio a un terreno moderadamente deficitario a fines de año”, concluyeron.