El Banco Central avanzará entre hoy y mañana en la eliminación de los puts, la última canilla de emisión monetaria latente que quedaba todavía sin cerrar tras el anuncio de que se congelará la base monetaria. A través de la Comunicación B 1284, la autoridad monetaria convocó a los bancos a presentar a partir de hoy y hasta mañana sus ofertas para rescindir los puts, aquellos contratos que aseguraban la liquidez a las entidades financieras.
A través de la operación, el Central recomprará esos instrumentos a los bancos. Según acordó con ellos tras las negociaciones que se llevaron adelante en las últimas jornadas, el precio al que se rescindirá cada contrato reconocerá un valor equivalente a la prima en pesos pactada oportunamente, proporcional a la cantidad de días remanente hasta la finalización de cada contrato, e incrementado conforme la variación del índice CER desde la fecha en que fue abonada esa prima hasta la liquidación de la rescisión. Así lo establece el texto de la norma publicada anoche.
En términos sencillos, el BCRA les devolverá a los bancos el costo del seguro abonado en el momento de la emisión del bono subyacente por el proporcional del plazo remanente, por un valor total que fuentes oficiales calcularon en $300.000 millones, ajustados por CER tal como exigieron las entidades. “Es una cifra irrelevante con respecto a las $17 billones que implicaría la ejecución de los puts”, aseguraron en el Central.
Con la medida, la maquinita de imprimir billetes quedará -al menos hasta que la brecha cambiaria se reduzca sustancialmente- completamente apagada
La comunicación oficial también definió que los bancos deberán rescindir todos los puts en su tenencia por lo que no podrán elegir qué contratos devolver y cuáles no. “Será condición para la rescisión de las opciones de liquidez diferidas (aquellas que solo se pueden ejercer el último mes antes del vencimiento del subyacente), rescindir en forma simultánea la totalidad de las opciones de liquidez no diferidas que posea dicha entidad”, quedó definido.
De no mediar inconvenientes, la operatoria permitirá cerrar la semana con el problema de los puts resueltos con lo cual ya prácticamente no quedarían escollos para levantar el cepo cambiario más allá de reducir la brecha y que, tal como dijo el Presidente, la tasa de inflación converja con el ritmo devaluatorio “en torno a 0%”. A ese último objetivo apuntaría el nuevo esquema de intervención en el mercado del dólar financiero, aun cuando no queda claro cuáles serán tiempo para alcanzar el objetivo final y, a la vez, cómo se despejará la desconfianza que genera no sólo la falta de acumulación de reservas sino la mucho menor vocación de acuñarlas.
En cualquier caso, el plan para la solución definitiva a los puts tuvo un primer paso ayer a primera hora cuando se conoció la decisión del Banco Central de mantener el beneficio para los bonos hasta ahora asegurados de no computar para el tope de financiamiento al Tesoro. Es decir, flexibilizó el límite de tenencia de títulos públicos para los bancos, un incentivo indispensable para avanzar sin contratiempos en el plan propuesto por el equipo económico.
De los $17 billones que calcula el BCRA que existen en puts, 60% estaría en manos de los bancos públicos, incluido el Banco Provincia.
Con la medida, la maquinita de imprimir billetes quedará -al menos hasta que la brecha cambiaria se reduzca sustancialmente- completamente apagada. El primer paso en ese sentido se dio la semana pasada cuando el Tesoro absorbió toda la liquidez del sistema financiero colocada en los célebres pasivos remunerados y los convirtió en las Letras Fiscales (LeFi) que tendrán la misma función que los pases, con la diferencia de que el pago de intereses correrá por cuenta del Tesoro con recursos genuinos y no con emisión “endógena”.