La empresa láctea Alimentos Refrigerados S.A. (ARSA) y la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) mantuvieron este martes una nueva reunión en las oficinas de la Secretaría de Trabajo con el objetivo de negociar la situación laboral de los trabajadores de la firma, que desde hace varios meses se encuentran trabajando con un formato de horas reducidas y en medio de una serie de medidas de fuerza tomadas por el gremio.
En ese acto, la empresa, que es dueña de la marca SanCor para los negocios de yogures y postres, presentó una propuesta actualizada para poder operar en el actual entorno de crisis. Cabe recordar, que la firma atraviesa un proceso concursal, en medio de un contexto de fuerte caída del poder adquisitivo de los consumidores. “Nuestra industria en general y en los productos que fabrica ARSA en particular, han sufrido caídas de hasta un 50%”, explicaron desde la empresa.
“Por esta razón la compañía entiende necesario la implementación de un plan de alternancia laboral que permita conservar las fuentes de trabajo, adecuándolas a las posibilidades de producción, comercialización y ventas”, comentaron. A su vez, destacaron la necesidad de operar en un clima de paz, “sin las interrupciones que generan las recurrentes medidas de fuerza promovidas desde el gremio”.
En concreto, la propuesta consiste en una jornada laboral reducida, donde cada empleado trabajaría el 50% del tiempo habitual durante un período convenido. “Durante los días laborados, se garantiza el pago completo de los haberes correspondientes a ese lapso. Además, se ofrecerá una compensación de $100.000 por los 15 días no laborables de cada mes”, indica el acta oficial de la reunión.
Por otro lado, la compañía hizo referencia a un monto adeudado correspondiente a los sueldos del quinto mes del año. “El pago de los salarios atrasados de mayo se efectuará en cuotas semanales, de acuerdo con la liquidez de la empresa, hasta tanto se complete lo adeudado. Para asegurar el éxito de esta propuesta, es esencial que no se realicen nuevas medidas de fuerza”, completaron.
La respuesta del gremio
Atilra y los representantes de los trabajadores presentes en la reunión rechazaron el planteo de la empresa por considerar que, como primera cuestión, no contempla un plan de pagos cercano y razonable de deudas salariales exigibles desde el cuarto día hábil del mes de junio y que comprenden salarios del mes de mayo, salarios del mes de junio y la primera cuota del Sueldo Anual Complementario (SAC) correspondiente a este año.
Además, sostuvieron que la falta de pago de salarios devengados por prestaciones de débitos laborales cumplidos efectivamente, “implican una clara violación al derecho de propiedad”.
“Lamentablemente, una vez más, las autoridades de Atilra han manifestado su rechazo a los términos de esta propuesta, aunque se han comprometido a compartirla con sus representados. Confiamos que de esa instancia surja una posibilidad de entendimiento, ya que un gran número de estos trabajadores han expresado y demostrado en distintas oportunidades, su voluntad de consenso y su vocación de conservar sus fuentes laborales aportando su compromiso y su vocación de cumplir sus funciones”, comentaron desde ARSA.
“Nuestra predisposición al diálogo se mantiene inalterable, confiamos que se puedan alcanzar a la brevedad, acuerdos razonables que permitan garantizar la continuidad de una operación productiva y sustentable”, sumaron.
El inicio del conflicto
En mayo pasado, en el marco de un escenario con caída de consumo, suba de costos y cuentas al límite, ARSA tomó la determinación de realizar suspensiones temporales en sus dos plantas (una se encuentra en Córdoba y la otra en Arenaza, Buenos Aires). Desde entonces comenzaron las medidas de fuerza intermitentes por parte del sindicato, que reclama por el pago de montos adeudados correspondientes al mes de mayo y el fin de las jornadas laborales reducidas.
“Las plantas están abiertas con un grupo muy chico de operarios, que por voluntad propia están trabajando y cobrando el 60% de sus salarios, hasta que se reponga un poco la actividad. El grueso de los trabajadores están en un paro encubierto. Se está operando al 30% de la capacidad productiva en las dos plantas”, describieron fuentes cercanas a la empresa.
Cabe mencionar, que el 21 de diciembre de 2023 Arsa S.A. se presentó ante la justicia comercial, en Concurso Preventivo de acreedores, trámite que fue convalidado con la apertura concursal el 1 de marzo de 2024. Esta medida fue solicitada como consecuencia de los problemas financieros que la compañía atravesaba producto del contexto macroeconómico imperante que ocasionó un aumento constante de los costos operativos en contraposición a una fuerte caída de ventas. “Aún en esta coyuntura, la empresa priorizó con un gran esfuerzo, el sostenimiento de las fuentes laborales y el pago de los salarios”, aseguraron.