Bajaron 8% los dólares paralelos, pero subió el riesgo país por encima de los 1.500 puntos y la Bolsa se desplomó 12%

La cotización libre cedió 85 pesos a $1.415. Las paridades bursátiles se hundieron y quedaron cerca de los $1.300. Los bonos en dólares cayeron 2% y el indicador de JP Morgan ascendió a 1.555 puntos para Argentina

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Los activos argentinos operaron volátiles en Wall Street este lunes. (EFE)
Los activos argentinos operaron volátiles en Wall Street este lunes. (EFE)

Los movimientos del mercado luego de los anuncios de Javier Milei y Luis Caputo durante el fin de semana dejaron una tendencia ampliamente bajista para bonos y acciones en sus precios tanto en pesos como en dólares, todo ello con un descenso de proporciones, en un rango de 6% a 8%, para las cotizaciones alternativas del dólar.

El dólar libre cerró con baja de 85 pesos o un 5,7%, a $1.415 para la venta, un piso desde el 4 de julio, tras el anuncio de “emisión cero” del Gobierno. También cayeron 8% las paridades bursátiles, con un “contado con liquidación” en los 1.319 pesos en el promedio de acciones. Con un dólar mayorista en 923 pesos, la brecha cambiaria se redujo a 53,3 por ciento.

El sábado, el Presidente y el Ministro de Economía dieron a conocer una modificación en la forma en que operará el Banco Central en la plaza cambiaria con el fin de reducir a cero la emisión de pesos por compra de divisas y acompañó el giro con la decisión de usar pesos obtenidos por el Tesoro a través de colocaciones de deuda para comprar más de USD 1.500 millones de intereses de títulos de deuda que vencen en enero 2025. Aunque con cautela, y en un contexto internacional en principio positivo, el mercado arrancó sin pánico en las primeras operaciones del lunes.

Todos los bonos soberanos regidos por la Ley de Nueva York bajaron en un promedio de 2%. Las mayores caídas se produjeron en los títulos de mayor “duration”. En este sentido, el índice de riesgo país de JP Morgan, que mide el diferencial de la tasa de retorno de los bonos del Tesoro de los EEUU con sus pares emergentes, subía 48 enteros para la Argentina, en los 1.555 puntos básicos a las 17:10 horas.

“Si bien los bonos arrancaron para arriba, el mercado está a la expectativa de los resultados de las últimas reglamentaciones que vienen saliendo, si bien son buenas, hay que ver cómo se van dando las cosas. Lo que sí está más que claro es que de ninguna manera va a haber emisión monetaria alguna”, dijo Leonardo Svirsky, operador del mercado de renta fija.

En tanto, el índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires se hundió 12,3%, a 1.504.984 puntos, aunque medida en dólares -según la cotización del “contado con liqui” implícito en los ADR- la pérdida se redujo a 4,1%, justamente debido al desplome de la paridad bursátil del dólar.

Mientras tanto, los american depositary receipts (ADR) de empresas argentinas que cotizan en dólares Wall Street pasaron a negativo en el tramo final de negocios, con pérdidas encabezadas por las acciones de los bancos, que restaron hasta 7 por ciento.

Por un lado, la “profundización” de la emisión cero comunicada por el Gobierno el fin de semana consiste en un plan para que el Banco Central intervenga en el mercado de dólar contado con liquidación. Resumiendo mucho, desde hoy la autoridad monetaria va a retirar del mercado los pesos que emite cada vez que compra divisas para fortalecer las reservas. Uno de los “grifos” de emisión monetaria que todavía estaban vigentes.

El esquema consiste en que cada vez que el BCRA compre dólares en el mercado de cambios oficial se dará vuelta y los revenderá en el mercado paralelo conocido como contado con liquidación. Es decir, comprará dólares a en torno a $900 por unidad que luego revenderá a cerca de $1.500 en el contado con liqui. La venta será hasta retirar los pesos emitidos por la compra inicial y, como el dólar financiero es mucho más caro que el oficial, eso resultará en una compra neta de divisas (necesitará vender menos dólares de los que compra para retirar los pesos emitidos o, dicho de otro modo, asumiendo precios estables se quedaría con 40 centavos de cada dólar comprado, mientras que la emisión de pesos sería nula).

El objetivo, claramente, es el de reducir la brecha cambiaria luego de que el dólar libre cerrara en un récord nominal histórico de $1.500 la semana pasada.

La intervención oficial en el mercado de cambios, sin embargo, no suele ser positiva para las cotizaciones de los bonos soberanos en dólares. Precisamente esos son los bonos cuya operación se ensucia cada vez que el Gobierno quiere intervenir sobre los tipos de cambio paralelos.

Pero un segundo anuncio buscó llevar tranquilidad a quienes invierten en esos bonos, no para realizar operaciones cambiarias sino en busca del retorno propio de esos activos. El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, adelantó que el Tesoro nacional usará pesos obtenidos en las periódicas licitaciones de deuda en moneda local para comprar algo más de USD 1.500 millones que el fisco deberá pagar en enero próximo por vencimientos de intereses de títulos soberanos en dólares. Es decir, entregará pesos al BCRA a cambio de esa porción de sus reservas -reduciendo la masa monetaria en el proceso- y depositará esos fondos a la espera del vencimiento. Una señal que en lo inmediato no tendrá efectos prácticos pero que busca dejar en claro a los inversores que al menos la intención oficial es cuidar la salud de la deuda en dólares.

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