El Gobierno acelera las negociaciones con los bancos para llegar a un acuerdo sobre los puts que tienen las entidades sobre los bonos del Tesoro y que asoman como la última canilla de potencial emisión de pesos tras los últimos anuncios del equipo económico. Este lunes debutará el último reajuste al esquema monetario y cambiario: la intervención en el mercado de contado con liquidación para esterilizar los pesos emitidos por la compra de divisas.
Según fuentes oficiales y del sector bancario, el ida y vuelta entre el Banco Central y los ejecutivos continuará en las próximas horas para afinar el mecanismo por el cual la autoridad monetaria dejará de tener entre sus pasivos esas opciones de venta, por las cuales los bancos podrían ejecutar un derecho a desprenderse de bonos de Tesoro. Hay, actualmente, unos 17 billones de pesos de títulos públicos con este tipo de cláusulas.
Hay varias opciones sobre la mesa, mencionó una fuente del sector privado con conocimiento directo de las negociaciones, y la que ganó más fuerza es la de que el Banco Central concrete una recompra de los puts a los bancos -no de los bonos, sino solo de esa opción-, por lo que las entidades continuarían en su cartera con los títulos emitidos por la Secretaría de Finanzas. En el sistema financiero creen que el riesgo de que haya ventas masivas de esos bonos es baja. “Si tenés muchos bonos es difícil venderlos en un día, el mercado no es tan profundo”, mencionaron desde un banco de capitales nacionales.
Hay, actualmente, unos 17 billones de pesos de títulos públicos en manos de los bancos con este tipo de cláusulas contra el Banco Central
El presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo pusieron como fecha tentativa de resolución este miércoles, aunque algunas fuentes consideraban que el acuerdo podría ser anunciado antes. “Eso se está solucionando también esta semana con un gran gesto de los bancos, hay que remarcarlo. El tema de los puts, que potencialmente es emisión, se soluciona este miércoles con los bancos revendiéndole estos puts al Banco Central”, dijo Caputo en una entrevista este sábado. La negociación fue llevada adelante por el BCRA con cada banco, de manera separada, sin intervención de las cámaras que agrupan a las entidades.
En los últimos días había tenido lugar un momento de tensión en la relación entre el Gobierno nacional y los bancos. Milei había acusado a un banco local de “golpista” por haber ejecutado puts sobre sus bonos, una idea que horas después Caputo relativizó. El titular de Adeba Javier Bolzico, incluso, respondió en su cuenta de X: “El Presidente Milei consideró ‘golpista’ a un banco por venderle títulos al BCRA, ejerciendo un contrato de put. Esa afirmación es injusta e incorrecta, además genera dudas sobre la libertad de comercio”.
Con todo, el cierre de la negociación por los puts será la tercera columna sobre la que estará apoyada la segunda etapa del plan económico que hace dos semanas presentaron Caputo y el presidente del BCRA Santiago Bausili. Las otras dos son la que fue anunciada originariamente, es decir, el traspaso de la deuda del Banco Central hacia el Tesoro; y por otro lado el esquema para esterilizar los pesos emitidos para la compra de dólares en el Mercado Único Libre de Cambios (MULC). En aquella presentación en conferencia de prensa, el equipo económico había considerado a esa canilla de emisión como la única “virtuosa” a mantener abierta, pero la respuesta adversa en los mercados de los últimos días forzaron al anuncio de una adenda de la fase 2, ahora sin ninguna fuente de emisión permitida.
Milei y Caputo pusieron como fecha tentativa de resolución de los puts este miércoles, aunque algunas fuentes consideraban que el acuerdo podría ser anunciado antes
Sobre el cierre de la semana pasada, la consultora 1816 había analizado qué implicancias tendrían las dos variantes que tenían mayor fuerza para la resolución de la negociación con los bancos por los puts. La primera variante, que el Gobierno recompre solo las opciones (que es la que tiene mayor preponderancia en la mesa negociadora) y que los bonos largos queden en cartera de los bancos. “El problema es que el sistema seguramente sea renuente a aceptar esa operación de forma voluntaria dado el descalce de plazos y la falta de liquidez”, consideró 1816. En esta línea es en que Caputo podría haber hablado de “gran gesto” por parte de los bancos.
La alternativa sería un canje de los bonos largos que tienen puts por otros cortos sin esa opción de venta. “El inconveniente de esta segunda opción es que sería básicamente desandar el camino iniciado en el primer trimestre, cuando el Ministerio de Economía canjeó deuda 2024 por títulos largos (con puts), en un contexto en el que la prioridad era despejar cualquier inquietud con respecto al perfil de vencimientos de la deuda local”, mencionó esa consultora.
Es en este contexto en que el equipo económico dará inicio a los nuevos parámetros de intervención en el contado con liquidación para tratar de bajar la brecha cambiaria, que había enfilado hacia el 60% entre el dólar oficial y el CCL. Para eso, venderá los dólares que sean necesarios en el mercado financiero paralelo para neutralizar la cantidad de pesos emitidos previamente para comprar divisas en el MULC.
“Por cada dólar que compre en el MULC, el BCRA emitirá $922. Utilizará 65 centavos del dólar comprado para adquirir (en el segmento CCL) 1,25 nominales de un bono GD30C (que cotiza USD 0,52). Luego venderá esos 1,25 nominales en el segmento pesos (GD30=$733) a cambio de $922. Tras la operatoria, el BCRA habrá acumulado 35 centavos de dólar, sin emitir”, ejemplificó Equilibra en un informe de este domingo.
La respuesta adversa en los mercados de los últimos días forzaron al anuncio de una adenda de la fase 2, ahora sin ninguna fuente de emisión permitida
Esa consultora marcó algunos elementos a tener en cuenta sobre las posibilidades de éxito de la medida: si es un anuncio “cosmético” ya que en el próximo trimestre de por sí el BCRA terminaría con saldo vendedor de USD 3.000 millones -anticipado por Bausili- por lo que sería un trimestre “contractivo” en la cantidad de pesos por esa vía; si una menor acumulación de reservas en la parte final del año no podría impactar en las perspectivas de pago de los bonos en enero y julio de 2025, junto con la negociación con el FMI; y si este movimiento no es el preanuncio de otros en el esquema cambiario, entre otros el fin del dólar blend exportador.
Aún sabiendo que la medida demorará más la recomposición de reservas en el BCRA, el Gobierno priorizó actuar de inmediato sobre la brecha y la presentó como una aceleración de su plan para hacer desacelerar la inflación. “Le estábamos ganando por puntos y si querés, esta es una mano de nocaut. Definitivamente es algo que debiera ayudar fuertemente a que en los próximos meses la inflación vaya mucho más cerca de las inflaciones de un país normal”, dijo Caputo en Radio Mitre.
“La acumulación de reservas se volvería aún más dificultosa, ya que no habría jornada en la que el BCRA no venda dólares (una en que la haga en términos netos y otras en la que lo haga en una porción)”, remarcó un informe de Romano Group. “En caso de que la brecha tienda a 0%, la participación del BCRA en el mercado de cambios como comprador sería nula, dejando ciertas dudas con respecto al blindaje de los propios compromisos que la misma autoridad tiene”, mencionó esa consultora.
La convergencia del ritmo de suba de precios hacia una zona más cercana a 2% mensual como el tipo de cambio oficial primero y a cifras más bajas luego fue mencionada por el presidente Milei como una nueva condición necesaria para la salida del cepo cambiario en su última aparición pública en un discurso en la Bolsa de Comercio.