Dentro de una década Nvidia, una empresa de alta tecnología y principal productora mundial de los semiconductores (chips) con que se entrenan y funcionan los modelos y programas de Inteligencia Artificial, podría valer 49 billones (millones de millones) de dólares, proyectó James Anderson, uno de los más reputados gurúes e inversores en el sector Tech.
En un informe, Anderson escribió que la demanda de chips de Inteligencia Artificial está creciendo actualmente al 60% anual y que de mantenerse ese ritmo y asumiendo que se mantiene un margen de rendimientos líquidos disponibles del 5%, siguiendo la métrica de ganancias por acción y precio de la acción, en diez años la capitalización de mercado de Nvidia alcanzaría los 49 billones (millones de millones) de dólares, prácticamente el doble que el actual PBI de los Estados Unidos, que en 2023 fue de USD 27,3 billones según la Oficina de Análisis Económico (BEA, según sus siglas en inglés) del gobierno norteamericano, y también superior a los USD 47 billones de actual capitalización de mercado de las empresas (incluida Nvidia) que computa el índice bursátil S&P 500.
Anderson estimó la probabilidad de que Nvidia llegue a esa capitalización entre un 10 y un 15 por ciento. En lo que va del año, el valor bursátil de la empresa aumentó 162%, el mes pasado superó la barrera de los USD 3 billones y llegó a posicionarse como la compañía más valiosa del mundo, superando momentáneamente a Apple.
Dominio de la tecnología
El Top 5 del actual ranking de compañías más grandes del mundo por capitalización de mercado refleja el dominio de las empresas de tecnología y el boom de la Inteligencia Artificial. En el podio están Apple, Microsoft y Nvidia, todas con valores por encima de los USD 3 billones, y en el cuarto y quinto lugar Alphabet (la dueña de Google) y Amazon.
El valor conjunto de las cinco grandes compañías de tecnología es actualmente de USD 14,4 billones. Todas están vinculadas a la Inteligencia Artificial y Nvidia por sí sola explica 30% del aumento de la capitalización (de casi 18%) del S&P 500 en lo que va del año. Recién en la sexta posición aparece una empresa de una industria “tradicional”: la petrolera Saudi Aramco, y los puestos séptimo y octavo son respectivamente de Meta (ex Facebook) y TSMC, la firma taiwanesa que antecedió a Nvidia como principal productora mundial de chips.
El taiwanés Jensen Huang, cofundador y actual presidente y CEO de Nvidia, quien estudió en la Universidades norteamericanas de Oregon y de Stanford, dice que Nvidia está en el centro de lo que llama una nueva “Revolución Industrial”, concepto que suscriben Javier Milei y Demián Reidel, el jefe de su Consejo de Asesores, que asignan enorme importancia a la participación en eventos internacionales (como el de este fin de semana en Sun Valley, Idaho, EEUU, al que asistió el presidente) y a las entrevistas personales y las entrevistas con los máximos ejecutivos de las empresas de tecnología, para atraer ese tipo de inversiones a la Argentina.
Gurú
Anderson ganó su reputación de inversor y gurú tech gracias a sus tempranas apuestas por empresas como Tesla y Amazon. Además, como cabeza del Scottish Mortgage Investment Fund, uno de Baillie Gifford, ayudó a esa administradora escocesa de fondos a convertirse en una estrella del mundo de inversiones tecnológicas, incluyendo también tempranas apuestas, en 2016, a la entonces poco conocida Nvidia. El año pasado el famoso inversor se unió al holding de la familia Agnelli (los fundadores de la automotriz FIAT, hoy cabeza de Stellantis) en el lanzamiento de Lingotto Investment Management, donde maneja un fondo de USD 650 millones, cuya más grande tenencia son acciones de Nvidia.
Según el diario británico Financial Times, los criterios de inversión de Baillie Gifford y del propio Anderson fueron fuertemente influenciados en sus criterios de inversión por los trabajos del académico Hendrik Bessembinder, quien halló que a lo largo de las décadas apenas cuatro de cada cien compañías listadas en bolsa daban cuenta del total de la creación de riqueza bursátil.
Para Anderson, Nvidia entra claramente en ese selecto grupo y su análisis de datos y métricas haría posible que en diez años llegue a valor USD 49 billones. El gurú tech descarta además que el actual boom la empresa, a caballo de la Inteligencia Artificial, pueda equipararse a la fiebre de las puntocom, que concluyó con una espectacular caída bursátil y el quiebre de varias empresas a principios del siglo XXI. Reconoce, eso sí, que lo que puede estar inflado es el boom de la Inteligencia Artificial vinculada a servicios y tareas básicas, pero no el de las empresas que se proponen resolver “cuestiones serias” -como la conducción autónoma, la robótica y el descubrimiento de nuevos medicamentos- en los próximos diez años. Nvidia, escribió, “está tranquila pero firmemente liderando el apoyo y la provisión a esas áreas”.