Con las nuevas medidas, el gobierno busca atenuar la presión sobre el BCRA y los precios, el riesgo más inmediato de la suba del dólar

La ampliación de la brecha podría tener un doble impacto: que los importadores que operan con CCL trasladen su mayor costo a precios o que migren al mercado oficial y le demanden divisas al BCRA

Guardar

Nuevo

(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

Al cabo de una semana en que tanto el dólar blue como el riesgo país treparon a 1.500 (pesos en el caso de la divisa, puntos básicos en el del indicador que elabora el banco J.P.Morgan en base a las cotizaciones de los bonos de los soberanos emergentes), el gobierno reaccionó ayer sábado con un anuncio a dos voces. Tanto el presidente Javier Milei como el ministro de Economía, Luis Caputo, hicieron un raid mediático para explicar la política de “emisión cero” y “peso recontra-escaso” que se aplicará desde mañana lunes para “acelerar la desinflación” y quitarle fuerza al dólar, haciendo de la moneda argentina un producto muy escaso.

Sucede que el salto de los dólares libre y financiero durante la semana pone presión no sólo sobre las expectativas sino que también amenaza con filtrarse a precios e incrementar, en los próximos meses, la demanda en el mercado de cambios oficial.

La jornada del viernes fue tensa, con factores externos que contribuyen a la incertidumbre de base en el mercado local. Menores precios de la soja, por ejemplo, podrían ser el motivo detrás del bajo volumen de dólares ofertados en el mercado oficial, lo que se traduce también en menos oferta para el contado con liquidación (CCL) por el que se cursan 20% de las liquidaciones y que cerró la semana en 1.429 pesos.

Poca oferta

“El dólar continúa subiendo y vuelve a generar malestar. Hay poca oferta en el MLC, lo que hace que el 20% que debería volcarse al MEP y CCL sea poco. Creemos que la baja en el precio de la soja, puede llegar a haber frenado ventas en el MLC”, sostuvo Nicolás Cappella, de IEB, quien consideró también que la escalada del blue suma presión sobre los demás dólares. “Si bien no vemos mucha demanda, al no tener oferta, continua subiendo”.

Lo cierto es aún poco demandado, la suba del billete no sería inocua. En primer lugar, porque los importadores que hasta el momento preferían absorber el costo de una brecha menor al 30% para realizar sus pagos y evitar el calendario de cuotas del Banco Central, y que realizaron sus operaciones con un cálculo de dólar en torno a los $1.300 como cotizaba hasta hace un mes, deberán afrontar el desvío.

Eventualmente, por esa vía podría percibirse una mayor tensión sobre los precios que hasta el mes pasado, incluso a pesar de la volatilidad financiera, se mantuvieron relativamente estables ante el contexto de fuertes caídas de ventas. Pero esa resiliencia de los precios ante las presiones alcistas podría cambiar si el billete sigue su escalada y no se vislumbra un horizonte de nueva pax cambiaria como pareció asomar en las primeras ruedas de esta semana.

De hecho, en los primeros 10 días de julio se advirtió una fuerte aceleración de los precios de los alimentos, esencialmente de aquellos productos con estacionalidad y fuertemente afectados por las heladas de las últimas dos semanas. Frutas y verduras acumularon, según la medición de Econviews, un alza de 15%, lo que sin lugar a dudas impactará sobre la inflación del mes. Sin embargo, el efecto del dólar parece todavía no impactar ostensiblemente. La recesión mantiene a raya cualquier intento de subir precios “por las dudas”.

Caja de resonancia

Sin embargo, de sostenerse la brecha más amplia o, incluso, de crecer aún más, será en el mercado de cambios oficial la caja de resonancia de la falta de oferta de divisas. Esto porque, ante un mayor costo, los importadores podrían optar por demandar directamente dólares al Banco Central. Paradójicamente, eso contribuiría a descomprimir la demanda en CCL y podría volver a atenuar la brecha. En medio de esas idas y vueltas, se anunció que se bajará en 10 puntos el impuesto PAIS en septiembre, tal como confirmó el ministro de Economía, Luis Caputo. La medida también ampliaría la brecha, porque bajaría el precio del dólar importador, con lo que se produciría el mismo movimiento inicial para luego volver a compensarse. En ambos escenarios, la clave estará donde está siempre en la economía argentina: la oferta de dólares.

“Sorprende lo bajo que está siendo el volumen promedio operado en el segmento oficial en lo que va del mes de junio. Incluso más bajo de lo que ya fue en junio. El mismo se ubica en USD 170 millones promedio diario y está siendo en su mayor parte explicado por las liquidaciones del bloque agroindustrial (USD 125 diarios declarados por CIARA) que incluso están acelerando versus junio (USD 116 millones diarios). Con lo cual, la explicación de la merma en los volúmenes ofrecidos en dicho segmento hay que volver a buscarla en el resto de los bloques exportadores”, destacó la consultora Outlier.

Guardar

Nuevo