¿Los bancos argentinos están alejándose del sistema crediticio cuasi-soviético en que se desenvolvieron en los últimos años, con el Estado como gran orientador y mayor tomador de crédito, para volver a lo que debiera ser la normalidad y atender más al sector privado?
Al menos eso sugiere Quantum, la consultora fundada por el exsecretario de Finanzas, Daniel Marx, cuyo análisis refiere “el despertar del crédito bancario al sector privado”.
Durante los últimos años el rol de intermediación de los bancos fue disminuyendo. El marco regulatorio y las políticas monetaria y fiscal propiciaron un esquema de negocio que favorecía la canalización de recursos al sector público, incluido hacia el BCRA, a través de los “pasivos remunerados”, explica el último informe semanal. Este destaca el cambio de orientación de los últimos meses en que –afirma- “se nota una mayor actividad de los bancos como prestamistas al sector privado en distintas facetas, ya sea medidas por moneda como por receptores de los fondos”.
De todos modos, Quantum aclara que la exposición de los bancos por riesgo crediticio sigue siendo dominada por el Estado. El Tesoro y el Banco Central todavía explican el 68% de la cartera crediticia de los banco y la proporción de préstamos al sector privado en relación al PBI sigue muy por detrás de otros sistemas bancarios latinoamericanos: en la Argentina es el 6%, contra 83% de Chile, 72% de Brasil y 26% de Uruguay.
Al rescate
En buena medida, la menor profundidad del sector bancario fue siendo cubierta por el mercado de capitales, algo que se manifestó en emisiones de deuda corporativa en gran variedad de condiciones de moneda, sistemas de ajuste y plazo a efectos de “juntar oferta de ahorros con demanda de préstamos.
Lo cierto es que desde fines de 2023, con la llegada del nuevo gobierno, los bancos buscaron incrementar la intermediación para financiar al sector privado, como reflejan los datos. Desde fines de abril pasado, precisa Quantum ese tipo de financiamiento creció en términos reales a una tasa mensual del 10,9% (datos hasta el 3 de julio). En particular, el crédito a empresas creció 17,3%, más del triple del ritmo al que lo hicieron los créditos para consumo (5,5%), calculó la consultora, asumiendo un 5,4% de inflación para junio, por lo que la tasa de aumento real es levemente mayor a esos guarismos.
Los bancos pudieron hacer eso porque también aumentaron los depósitos en pesos del sector privado. Los últimos datos, apunta Quantum, indican una tasa mensual real de incremento del orden del 6%, con los depósitos “transaccionales” (a la vista) los de mejor desempeño relativo, impulsados por el aumento de los saldos en caja de ahorro, debido al pago del aguinaldo.
En cambio, los depósitos a plazo fijo vienen cayendo desde mediados de abril y en junio cayeron un 2,5% en términos reales. Según el análisis, esa evolución se debería parcialmente a la migración hacia fondos de money market o a fondos t+1 que incluyen en sus tenencias Lecaps, con tasas más altas que las de los plazos fijos tradicionales y con alta liquidez.
Cuestión de tasas
No es algo que deba sorprender: como refleja un gráfico del informe, tanto la tasa de plazo fijo minorista a 30 días o la tasa Badlar (para depósitos de más de un millón de pesos) son más bajas que lo que rinden las Lecap del Tesoro de plazo similar y que la tasa de política monetaria del BCRA.
Esa configuración, sin embargo, está cambiando, porque en las últimas semanas las tasas pasivas de los bancos empezaron lentamente a subir, acercándose a las de referencia en el mercado o de política monetaria, pasando de niveles de 2,6% a 3% de Tasa Efectiva Mensual (TEM). Según Quantum, es un aumento que se produce “sin expectativas de mayor inflación”.
De hecho, afirma, “la adaptación de tasas se da en un contexto algo más competitivo, donde el Gobierno está construyendo una curva de tasa fija en pesos con rendimientos reales más altos”.
Cierto apresuramiento oficial en bajar las tasas, los coletazos de esa medida e incluso la prédica del FMI sobre “tasas de interés reales positivas” para combatir la inflación (a la que el BCRA no adhería, por el efecto de las tasas sobre los intereses de los pasivos remunerados) pueden estar detrás de ese cambio de tendencia en materia de tasas. La cuestión –observa Quantum- es que en ese contexto “el crédito podría verse afectado.
De todos modos, subraya, “la mayor recuperación relativa de los préstamos que de los depósitos Indica que los bancos están canalizando proporcionalmente otros recursos hacia préstamos, incluyendo asignaciones menores (no necesariamente en términos absolutos) de tenencias en títulos emitidos por el BCRA o del Tesoro y uso de recursos propios”.
Otros datos del informe son que desde diciembre de 2023 se recuperaron los depósitos en dólares del sector privado, pasando de USD 14.100 millones a USD 17.800 millones al 3 de julio y que pese al aumento de los depósitos en dólares los bancos redujeron parte de la liquidez excedente en esa moneda que tenían en el BCRA. De hecho, el efectivo mínimo en dólares pasó de USD 10.186 millones en enero a USD 9.033 millones a principios de julio.
A su vez, el aumento de depósitos y la percepción de menor riesgo de los bancos los llevó aumentar los préstamos en dólares al sector privado, que pasaron de USD 3.400 millones a fines de 2023 a USD 6.400 millones a principios de este mes, lo que contribuyó, a su turno, a la mejora de los resultados de los bancos.