El plan de convergencia de la inflación mensual por debajo del 4,2% mensual que marcó mayo como piso sobrevendrá, según esperan en el Gobierno, empujado por el nuevo programa monetario de eliminación rápida de pesos de la economía que anunció el equipo económico y que dará comienzo dentro de diez días. Luis Caputo, en paralelo, se reunió con empresarios de consumo masivo y les aseguró, por otra parte, que “no hay razones macroeconómicas” para que siga habiendo inflación.
La “seca” monetaria que ejecutará el Banco Central al cerrar la canilla de emisión de intereses de su deuda, proyectan en los despachos oficiales, prepará el terreno para una desaceleración mayor del ritmo de precios. Es, a grandes rasgos, el principal efecto macroeconómico que mencionan en el equipo económico, tendrá el esquema nuevo de eliminación de los pasivos remunerados del Central, que serán reemplazados por una letra fiscal de liquidez a cargo del Ministerio de Economía.
Es un “traslado” de la carga de esos intereses desde un cajón a otro: en lugar de ser pagados por emisión monetaria, serán garantizados por pesos que consiga el Tesoro. Eso lo obligará a tener una disciplina fiscal más firme para evitar dudas sobre su capacidad de pago.
¿Es esperable que este plan haga desacelerar la inflación? “Sí, porque va a haber menos pesos en la economía”, razonó una alta fuente oficial. Un riesgo adicional podría ser, en ese caso, un ahogo sobre la actividad económica. “Hay 14 billones de pesos de pasivos remunerados todavía, solo si monetariamente se acogotara la economía podría sufrir, pero estamos lejos de hacerlo”, continuó.
El presidente Javier Milei hizo mención, en sus últimas apariciones públicas, a la idea de una “convergencia” de la tasa de inflación con la del crawling peg del dólar oficial, a 2% mensual, luego a 1% hasta acercarse al cero. Y lo marcó como una de las precondiciones para terminar con los controles cambiarios.
El trazo grueso de la operatoria del nuevo sistema monetario es: el Banco Central determinará, como lo hace siempre, una tasa de interés de referencia para la economía. En lugar de volcar esa tasa en el instrumento de su deuda que son los pases pasivos, el interés se reflejará en las nuevas Letras Fiscales del Tesoro. Los bancos tendrán entonces en su poder las LeFi, que les devengarán un interés diario. Esos montos de interés diario será depositado por el Tesoro al Banco Central y pagados por la autoridad monetaria.
Los bancos tenedores de las LeFi decidirán si quieren “renovar” todos los días esas letras o desarmar una parte o su totalidad, y el BCRA responderá a esos pedidos según el momento de la rueda de operaciones en que se realice. Será, de esa forma, la manera en que el Central podrá maniobrar la liquidez en el sistema, ya sin los pases pasivos. Ese instrumento dejará de existir el 22 de julio, cuando den paso a las LeFi.
Al día de hoy existen, según estiman en la autoridad monetaria, unos 14 billones de pesos de pasivos remunerados del Banco Central a desarmar. La cifra es menor a la de los puts (opciones de venta) que los bancos tienen sobre bonos del Tesoro y sobre los que el Gobierno mantiene una negociación abierta para encontrar una salida. Los puts suman 17 billones de pesos y es otro de los obstáculos que identifica el Poder Ejecutivo en el camino para levantar el cepo cambiario.
Un efecto que consideran esperable en Reconquista 266 por la puesta en marcha del nuevo plan es que los plazos fijos mejoren la remuneración que ofrecen a los ahorristas. Eso sucederá porque las nuevas letras fiscales no pagarán el impuesto a los Ingresos Brutos -principalmente en Ciudad de Buenos Aires que es donde tienen sede la gran mayoría de los bancos- y, por lo tanto, la tasa de interés podría ser así más elevada. La tasa mejoraría, por esa cuestión tributaria, unos 3 puntos porcentuales, según midió la consultora 1816.
En el Central eligen no responder, por el momento, si con el nuevo programa económico sobrevendrá un reajuste de la tasa de política monetaria, que hoy es de 40% nominal anual. “Es un 3,3% mensual y la inflación núcleo de junio va a estar muy cerca de eso, la tendencia está muy en línea”, mencionaron desde un despacho oficial. La tendencia de precios, la actividad económica y la tasa de empleo serán algunas de las variables macro que tomará en cuenta el directorio para decidir si las LeFi debutarán en diez días con una tasa de interés más alta que la actual.
El Directorio de la entidad monetaria que preside Santiago Bausili dispuso la suspensión de la operatoria de Pases pasivos a partir del 22 de julio. “A través de la Comunicación A 8060, se definieron los aspectos técnicos y operativos de la Letra Fiscal de Liquidez (LeFi), que servirá, a partir de esa fecha, como el principal instrumento de administración de liquidez del sistema bancario”.
“Los pasivos remunerados del BCRA son el reflejo de la necesidad de esterilización del excedente de pesos emitidos para solventar el déficit fiscal acumulado durante años. La migración de los pases existentes a deuda del Tesoro Nacional, proceso que comenzó a mediados de mayo con la emisión de Letras a tasa fija por parte del Ministerio de Economía, es el último paso en la eliminación de esta fuente de emisión endógena que afecta adversamente a la programación monetaria y al proceso antiinflacionario”, expresó la nota de la autoridad monetaria.
La instrumentación del traspaso de los pasivos remunerados se realizará a través de la LeFi, emitida por el Tesoro nacional. Esta Letra capitalizará a la tasa de política monetaria informada por el BCRA. “Las entidades financieras podrán adquirir diariamente la LeFi y vender total o parcialmente su tenencia al BCRA, garantizando que el mecanismo permita adecuar la liquidez a las necesidades de la economía. Esta nueva Letra tendrá un plazo máximo de 1 año y solo podrá ser negociada entre las entidades financieras y el BCRA. El Directorio dispuso que la LeFi se operará a su valor técnico y no computará para el límite de Financiamiento al Sector Público no Financiero”, señaló la comunicación oficial.
El miércoles por la tarde, en tanto, Caputo se reunió con representantes de las principales empresas de consumo masivo a quienes les aseguró que el Gobierno sostendrá la idea de “terminar con la emisión monetaria, garantizar el superávit fiscal y la decisión política de ordenar la macroeconomía”.
“Caputo hizo hincapié en la importancia del rol de los empresarios para que desde la microeconomía se acelere la recuperación económica. De esta manera, aseguró que no existen razones macroeconómicas para que siga habiendo inflación y que la salida del cepo cambiario se realizará de manera ordenada”, aseguraron desde el Palacio de Hacienda.
También participaron el secretario de Coordinación de Producción, Juan Pazo; y su par de Industria y Comercio, Pablo Lavigne. Estuvieron presentes representantes de Molinos Río de la Plata SA, Arcor SAIC, Mondelez Argentina SA, Grupo Peñaflor SA, Unilever Argentina SA, Danone Argentina SA, Cabrales, AGD, Mastellone, Las Marías, Nestlé, QuickFood, Compañía de Cervecerías Unidas, y Coca Cola.