Dudas empresarias por la “fase 2” del Gobierno: la recuperación lenta, el impacto del desempleo y la próxima ley clave

Los ejecutivos creen que el piso de la recesión ya pasó pero esperan que el consumo repunte para ver una recuperación sostenida. Guillermo Francos volvió a pedir al círculo rojo que arriesgue, pero las cámaras buscan extender el RIGI a otras inversiones

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Los hombres y mujeres de negocios empiezan a vislumbrar, a cuentagotas, de qué se trata la segunda fase del programa de gobierno del Poder Ejecutivo. El presidente Javier Milei ayer miércoles en la Bolsa de Comercio, Luis Caputo horas más tarde y, ante el círculo rojo, el jefe de Gabinete Guillermo Francos, ofrecieron algunos lineamientos, pistas sobre hacia qué dirección esperan que se mueva desde ahora el plan económico.

Los empresarios, en términos generales, creen que lo peor ya pasó, que el único motor que ven ahora con posibilidades de encenderse de inmediato para empujar una recuperación es el consumo pero que la inversión de manera masiva todavía están en veremos. Francos les pidió a los ejecutivos que aceleren ese tipo de decisiones de negocios para apuntalar la recuperación. Otros empresarios están menos convencidos y creen que falta, para eso, una chispa inicial que parta desde la inversión pública.

¿Ya se ve un repunte? La pregunta de Infobae fue reiterada a distintos representantes empresarios de rubros diversos. Salvo los que muestran los números más sólidos incluso en contexto de recesión -sectores como el agro, la energía o la minería- otros identificaron que “la peor parte ya se vio” aunque la tendencia de crecimiento es todavía tímida.

“Los primeros números de recuperación que estamos viendo son porque se terminó el ‘sobrestock’ de fines del año pasado (antes del cambio de Gobierno) y ahora hay que salir a buscar de nuevo”, comentaba un importante directivo industrial, que es fabricante y proveedor de insumos de otras fábricas al mismo tiempo. El Indec midió en mayo, por lo pronto, que en relación a abril la industria cayó 0,2%, por lo que los números positivos globales para la actividad fabril todavía no asoman.

(Adrián Escandar)
(Adrián Escandar)

Un directivo integrante de la Cámara de Comercio, que especial incidencia en pymes y en el sector calzado, marcaba que el único motor posible en el corto plazo es el consumo y que sólo podrá sostenerse “si las familias pueden recuperar poder de compra del salario y dedicar parte de ese salario a comprar cosas que no son tan esenciales como puede ser el calzado”, comentaba. “Eso solo se va a poder conseguir si se mantiene la baja de la inflación”, reflexionaba. Este viernes se conocerá el IPC de junio, que es espera por encima del 4,2% que marcó mayo.

Las preocupaciones por la economía real también se extienden a otros aspectos, como uno que pende sobre la economía como una amenaza: que empiece a notarse el impacto de la recesión sobre el empleo. En una ronda de empresarios pyme circulaba, como dato preliminar trascendido, que los números que dará a conocer la Secretaría de Empleo en las próximas horas sobre el mercado laboral eran “muy malos”, definieron. Serían ya ocho meses consecutivos de contracción laboral y así sería una tendencia más extensa que los que se registraron durante la crisis económica global de 2008/2009, el post devaluación de 2014 e incluso que la pandemia en 2020.

Con el consumo como motor todavía timorato, queda la inversión como punta de lanza de un crecimiento sostenido de la economía. Es en este punto en que aparece el próximo “gran tema” entre los empresarios y el Gobierno nacional: la negociación sobre una nueva ley pyme que haga extensivos los beneficios del RIGI -que solo aplica a inversiones superiores a los 200 millones de dólares- hacia inversiones más chicas.

“El Gobierno tiene su propia versión de esta ley, las cámaras también. Ahora estamos en el proceso de poner en común todo, el objetivo es el mismo”, aseguró un dirigente empresario involucrado directamente en esas conversaciones. Ese “mini RIGI” debería ser, entienden en el círculo rojo, algo más amplio que el régimen incluido en la Ley Bases, que favorecía grandes decisiones de hundimiento de capital en sectores como energía y minería.

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El impacto del RIGI en el ecosistema inversor no fue menor y algunos países ya buscan organizar “tours” de hombres de negocios y firmas locales hacia la Argentina para explorar oportunidades de inversión, como Italia, que pretende llevarlo adelante antes de fin de año. “El régimen es muy importante, pero el track record de la Argentina no es el mejor”, dijo a Infobae el embajador italiano en Buenos Aires Fabrizio Lucentini.

La fase 2 del plan económico del Gobierno, que fue dada a conocer hace dos semanas por el ministro Caputo y el presidente del Banco Central Santiago Bausili, tendrá algunos pasos clave en las próximas horas, cuando la autoridad monetaria oficialice las nuevas letras fiscales del Tesoro que reemplazarán a los pasivos remunerados y que harán que los intereses dejen de ser pagados por el BCRA y lo haga el Tesoro.

Entre los banqueros presentes en Cicyp los detalles ya estaban en las pantallas de sus teléfonos. Algunas certezas que se llevaron los ejecutivos de bancos es que la operatoria será diaria y que los instrumentos tendrán liquidez. Más lejos en el horizonte, por ahora, ven en el sistema financiero un acuerdo sobre los puts de los bonos del Tesoro.

En la apertura del almuerzo de Cicyp, Marcos Pereda, presidente de ese foro, manifestó: “Con la sanción de la Ley de Bases se consolida el rumbo hacia una real economía liberal de mercado”. Pereda, que además es vicepresidente de la Sociedad Rural, agregó: “La firma del Pacto de Mayo constituye un signo de la época que deberá ser el andamiaje de la nueva Argentina. Hay una mayoría que anhela reencauzar la República para encaminarnos al progreso”.

(Adrián Escandar)
(Adrián Escandar)

Pereda agradeció a los participantes y finalizó: “Nuestra democracia necesita ganar en madurez. Es hora de dar un paso más: lograr que los sistemas de elección y representación ciudadana premien a los gobernantes que sean verdaderos servidores públicos, y no a aquellos que se creen propietarios de sus cargos”.

Francos, por su parte, llamó a los empresarios a seguir apostando por la Argentina: “Es la primera vez que veo a un presidente con la convicción clara de lo que hay que hacer y con el coraje para hacerlo. El pueblo argentino abraza las ideas de la libertad pese a las dificultades económicas”.

“Como dijo el Presidente el 9 de julio, construir el país próspero y pujante que queremos llevará tiempo y esfuerzo de parte de todos. Esto no solo depende del gobierno. También es decisión de ustedes, que tienen la capacidad de invertir. Depende de ustedes que los argentinos tengan bienestar económico que se merecen”, concluyó el jefe de ministros.

Además de Pereda, participaron Marcelo Elizondo en representación de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC); Adelmo Gabbi, presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA); Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco); Javier Bolzico presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba); Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA); Eduardo Eurnekian, Adrián Werthein y Daniel Funes de Rioja, ex presidentes del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP); y Miguel Ángel Rodríguez, vicepresidente de la Unión Industrial Argentina.

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