Hay múltiples indicadores que reflejan el comportamiento de la actividad económica, pero uno de los más claros y precisos es el que tiene que ver con la demanda eléctrica. Cuando las empresas incrementan el uso de electricidad, se sobreentiende que están produciendo más y por tanto, que la actividad está creciendo. Por el contrario, cuando decae el consumo eléctrico por parte del sector privado, se presume que la productividad está cayendo.
En este caso, los últimos datos publicados por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (Cammesa) indican que en el acumulado de los primeros cinco meses del 2024 la demanda eléctrica de las empresas se contrajo 5,6%.
Las tres grandes ramas de actividad que mide el organismo registraron valores negativos. La baja más significativa se produjo en la rama industrial, que demandó 10,2% menos de energía eléctrica que en los primeros cinco meses del año pasado. Le siguió “petróleos y minerales” (-8,5%) y “alimentación, comercios y servicios” (-0,3%).
Ahora bien, si se analizan los rubros que conforman a cada rama por separado, se encuentran comportamientos muy diferentes. Dentro del comercio se encuentran cuatro actividades diferentes, dos de ellas crecieron y dos de ellas cayeron, siempre hablando de la evolución interanual de la demanda eléctrica en los primeros cinco meses del año. Los dos que aumentaron su demanda fueron “cargas y puertos” -sector vinculado a las exportaciones- con un incremento del 17,4% y la “industria de la alimentación y artículos de consumo masivos” (0,5%). Por el contrario, cayeron el rubro de “comercio y servicios”, con una baja del 0,6% y el “sector de servicios públicos y transporte”, con un decrecimiento del 2,6%. Entre los cuatro conformaron el resultado mencionado del 0,3%.
En la rama de “petróleos y minerales” hay solo dos actividades. Una es la extracción de minerales, que creció un 3,4%, impulsada en gran medida por el “boom” de la industria del litio en el norte. La otra es la “extracción de petróleo”, cuya demanda eléctrica sufrió una caída del 10,5%, pese al impulso de Vaca Muerta en Neuquén.
Qué pasó en la industria
Algunas de las actividades que más electricidad utilizan se encuentran dentro de la rama industrial, que en forma conjunta es la que mayor peso tiene sobre la demanda general.
De acuerdo a los datos relevados por Cammesa, los siete rubros que conforman a la rama industrial tuvieron una menor demanda de energía. La baja más marcada se produjo en la industria de la construcción (-20,9%), que viene cayendo de forma pronunciada mes a mes a partir de la decisión del Gobierno nacional de frenar casi por completo la ejecución de la obra pública.
La segunda de mayor caída fue la industria de productos metálicos “no automotores”, que en los primeros cinco meses de 2024 demandó un 16,7% menos de electricidad que igual período del 202.
Fue muy marcada también la disminución de la demanda eléctrica de la industria textil y la industria automotriz. Ambos rubros registraron una caída del 12,7% en la demanda eléctrica.
Completan la lista la industria de la madera y el papel (-5%), la industria de derivados del petróleo (-4,6%) y las industrias químicas, del caucho, plástico y otros materiales minerales no metálicos, con una baja del 3,3% en la cantidad de energía eléctrica utilizada durante este año.
Los resultados concuerdan con lo que muestra el índice de producción industrial manufacturero. El estudio del Indec precisó que en los primeros cinco meses del año la actividad industrial se contrajo 15,2% y todos los rubros tuvieron un balance negativo. El organismo también informó que la actividad de la construcción se desplomó un 32,2% en los primeros cinco meses del año.