El pago de USD 2.500 millones de deuda que realizó ayer el Gobierno será una fuerte muestra de la voluntad de pago y de cumplimiento de los compromisos financieros, algo que viene pregonando Javier Milei desde que asumió la presidencia.
Pero al mismo tiempo la cancelación tendrá un impacto sobre el nivel de reservas, comprometiendo todavía más la capacidad de pago futura de la Argentina y planteando además dudas respecto a las verdaderas posibilidades de dejar atrás el cepo cambiario. Se trata de un tema central para los inversores, que esperan la normalización del mercado de cambios lo antes posible.
Hoy se estarán enfrentando dos grandes vencimientos, más allá que los inversores locales verán reflejados recién a partir del miércoles la acreditación de los dólares. Uno de ellos tiene como objetivo hacer frente a los vencimientos semestrales de los intereses de la deuda reestructurada en dólares.
La otra porción corresponde a la primera amortización de capital del Bonar 2030. De hecho, al reestructurar la deuda en 2020 el entonces ministro de Economía, Martín Guzmán, pateó todos los vencimientos de capital para después del mandato de Alberto Fernández. Y ése día llegó. El año que viene y los subsiguientes los compromisos se vuelven cada vez más abultados.
Este exigente cronograma de vencimientos plantea al Gobierno la necesidad imperiosa de bajar el riesgo país y recuperar acceso a los mercados voluntarios de crédito. Hoy no luce fácil pasar de los 1.500 puntos básicos de riesgo país a prácticamente la mitad, unos 700 puntos, para volver a conseguir financiamiento voluntario.
El economista Fernando Marull, director de la consultora FMyA, indicó que tras el pago de ayer las reservas netas caerán en USD 1.500 millones, quedando en cero: “Además, hay un vencimiento con el FMI por USD 650 millones, por lo que las reservas netas volverán a terreno negativo”.
Por otra parte, también hubo caída de las reservas brutas por unos USD 1.601 millones. La parte que se paga al FGS y a los bonistas locales permanece dentro del sistema bancario y no implica una caída, al menos inmediata, en el stock de reservas brutas.
La caída de las reservas netas ocurre por las compras que realiza el Tesoro al BCRA para enfrentar los vencimientos, que es lo que se refleja en esos USD 1.500 millones. Por otra parte, el acuerdo con el FMI ya contempla que en el tercer trimestre esa reducción puede llegar a los USD 3.000 millones.
El Central devolverá entre hoy y el 16 de julio, cuando vencen USD 650 millones con el FMI, parte de las reservas netas que acumuló en el primer semestre, por lo que volverán a ubicarse levemente en terreno negativo. Los mercados celebran la voluntad de pago del Gobierno, pero aún tienen dudas por la capacidad de pago en 2025
“Hasta junio, el Banco Central acumuló reservas netas por USD 12.500 millones. Ahora con estos pagos que hay por delante esa acumulación cae a unos USD 10.360 millones. Pero el acuerdo con el Fondo obliga a acumular solo unos USD 8.700 millones al cierre de septiembre, por lo que todavía estás arriba de ese nivel con cierta comodidad”.
Del total que reciben los bonistas, cerca de USD 1.200 millones queda en bancos locales y los otros USD 1.300 millones sí harán caer las reservas brutas.
El Central se enfrenta así a una doble presión, que lo complicará en los próximos meses. Por un lado, debe enfrentar los mencionados vencimientos de deuda con inversores privados y con el FMI. Pero al mismo tiempo debe lidiar con menores liquidaciones de los exportadores y mayor demanda de divisas de importadores y otros sectores. Por eso, la acumulación de reservas ya desde junio se ubica en niveles prácticamente nulos.
El estancamiento y ahora caída en los niveles de reservas (tanto brutas como netas) genera aún más dudas sobre las posibilidad de salir del cepo cambiario. Carlos Melconian, por ejemplo, indicó que hoy es “ilevantable” ante los problemas que tiene el BCRA para seguir acumulando reservas.
Por otra parte, el FMI tampoco dio señales de estar dispuesto a realizar fuertes desembolsos para “blindar” al Gobierno en caso de un levantamiento de las restricciones cambiarias. El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, señaló que es imprescindible recibir fondos frescos para salir del cepo sin correr grandes riesgos.