El mercado mira al Banco Central a la espera de una inminente suba de tasas de política monetaria

La expectativa se centra en los movimientos de la autoridad monetaria para eliminar los pasivos remunerados y también en próxima la licitación del Tesoro. Los “puts”, el tercer foco de preocupación

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Foto de archivo: imagen de la fachada del edificio del Banco Central de la República Argentina. REUTERS/Agustin Marcarian/
Foto de archivo: imagen de la fachada del edificio del Banco Central de la República Argentina. REUTERS/Agustin Marcarian/

En otra semana corta, el mercado sigue más que atento a los movimientos del Banco Central y también del Tesoro. El foco se centra en una variable que a partir de ahora se impone como aquella que determinará el regreso de la pax cambiaria y, eventualmente, la velocidad del plan -poco claro- para el levantamiento del cepo cambiario: la tasa de interés.

En principio, las cotizaciones bursátiles se mantuvieron estables durante la jornada de ayer, en línea con los últimos días de la semana pasada, lo que implicaría que el mercado “reacomodó” los precios a las nuevas expectativas respecto del plan del equipo económico.

“Da la sensación de que, aún sin anuncio de baja de tasas, la máxima tensión sobre el CCL ya cedió. Con el anuncio de las condiciones de la licitación de Finanzas de este miércoles, el equipo económico pareciera intentar apuntalar este proceso saliendo a ofrecer dólar link con tasa mínima muy por encima del mercado secundario” apuntó en su informe semanal la consultora financiera PPI, que remarcó la reacción oficial: con un salto de la brecha nuevamente al rango del 50%, Economía ofrece a los inversores cobertura contra el dólar oficial, lo que según PPI es lo que el mercado estaba demandando.

“En simultáneo, mientras se pulen los detalles de las Letras de Regulación Monetaria, que vendrían a reemplazar casi en su totalidad a los pases pasivos, no debería sorprendernos que el Banco Central aplique una suba de la tasa de política monetaria (TPM). Esto contribuiría con elevar el costo de apalancamiento en el mercado, lo cual podría generar oferta de CCL y mejorar la remuneración sobre los pesos, lo cual devolvería algo de atractivo al carry trade”, agregó la consultora.

La probabilidad de que el Banco Central decida implementar una suba de la tasa de política monetaria esta misma semana luce para otros analistas menos inminente, aunque no por eso imposible.

El que tiene que subir las tasas es el Tesoro, ya mismo”, opinó Pablo Repetto, de Aurum Valores. “Hay expectativa de una suba aunque es poco probable que sea un movimiento muy importante. También va a importar si absorben todo o dejan ofertas afuera”, agregó el analista para quien la resolución de los pasivos remunerados convertidos a las nuevas letras de regulación son solo una parte del problema que encuentra el verdadero meollo en un mecanismo que permita neutralizar la capacidad de daño de los puts (seguro u opción de liquidez para los bancos contra los que la administración anterior colocó deuda en pesos), sin incentivar a los bancos a ejercer esa opción.

“A diferencia de un pase no es un pasivo remunerado. Es un pasivo contingente que no está en la hoja de balance, por lo que si le ejercen el put se materializa el pasivo. Es peor que una emisión por pase, que se cancela y va a Letra del Tesoro porque el pase ya está registrado como pasivo”, explicó Repetto. De esos instrumentos todavía siguen en pie un alto volumen con vencimientos y características muy variados. Algunos, por caso, sólo se pueden ejercer un mes antes del vencimiento del título, en otros casos, son de libre ejercicio, además de un instrumento similar que eran los bids.

Mientras se esperan definiciones respecto de esa negociación con los bancos, el stock total de pasivos remunerados cayó 54% real en junio respecto del mismo mes del año pasado, al pasar de $78 billones a $36,4 billones, de acuerdo a los datos aportados por el economista Nadin Argañaraz. “La base monetaria se redujo un 14% real interanual y los pasivos remunerados un 68% real interanual. Mínimos valores de los últimos 6 años”, apuntó.

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