El vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró este lunes durante su habitual conferencia de prensa que “al cepo lo estamos empezando a velar”, en relación a las restricciones vigentes para acceder al dólar.
Las declaraciones se dan en el marco de las discusiones entre quienes reclaman al Gobierno de Javier Milei que se levanten los controles y los funcionarios del libertario que aseguran que las condiciones aún no son las adecuadas para liberar el mercado de cambios.
“Hemos explicado en más de una oportunidad por qué sigue el cepo, si bien lo estamos empezando a velar”, sostuvo el portavoz. Adorni se refirió al cepo cambiario al ser consultados sobre críticas enunciadas en las últimas horas por el ex ministro de Economía, Alfonso Prat Gay.
“Crean un ministerio de desregulación mientras se aferran al cepo, las retenciones y el impuesto PAIS”, posteó en su cuenta de “X” el ex funcionario de Mauricio Macri.
Sobre esta declaración Adorni señaló: “Tal vez es no entender del todo lo que estamos haciendo en la Argentina”.
“Hemos explicado en más de una oportunidad si bien sigue el cepo, si bien lo estamos empezando a velar. Hemos explicado los pasos y porque no son incompatibles”, insistió el vocero de Milei.
Sobre quienes sostienen esa idea, Adorni apuntó: “Esta idea de que el 11 de diciembre estuviera el cepo levantado y toda la economía desregulada es lo que pensaban quienes querían vernos fracasar a los pocos días de asumir”.
El Gobierno espera poder acordar en las próximas semanas con el Fondo Monetario Internacional un marco general para avanzar con un desarme del cepo cambiario, aún sin fechas precisas, en un trabajo entre Buenos Aires y Washington que se extendería hasta fin de este mes. Esto sucede en medio de una reacción adversa en el mercado durante la semana pasada a la falta de una hoja de ruta específica para el desarme de los controles del tipo de cambio.
Se trata de un ida y vuelta entre funcionarios del equipo económico y el organismo que había sido anticipado por el último informe del staff pero que ahora tomó mayor relevancia y que se desarrolla entre el Ministerio de Economía, en tándem con el Banco Central, y los técnicos del FMI. El Gobierno le hizo saber al staff que no habrá tiempos puntuales para efectuar una medida de esa naturaleza, aunque sí la discusión está basada en establecer “parámetros” objetivos para identificar si el terreno está preparado para salir del cepo.
Aparecen entre esas métricas a evaluar algunos como cuál es la relación entre la deuda en pesos a corto plazo y el nivel de reservas internacionales en el Banco Central, ejemplificaron a Infobae desde un despacho oficial, aunque hay otras mediciones que afinarán hasta fin de mes desde ambos lados. El FMI pide precisiones y el equipo económico anticipó que solo saldrá de los controles de cambio si registra que no pondrá en peligro el frente inflacionario.
No está claro, por el momento, si esa evaluación que consensuarán desde ambos lados será pública o solo de uso interno para la negociación abierta entre el gobierno argentino y el Fondo Monetario hacia un acuerdo financiero nuevo que tenga, eventualmente, financiamiento adicional. En el equipo económico confían en tener listo ese trabajo a fines de julio -el informe de staff explicitaba esa fecha como orientativa- pero entienden que el alcance de ese examen no implicará un “paso a paso” para terminar con el cepo sino más bien una referencia sobre la dirección a la que debe enfilar la política económica para conseguirlo.
Esta recta final de las conversaciones sobre este punto se dará en el marco de una incertidumbre que sobrevuela en el mercado sobre los próximos pasos del equipo económico y la falta de precisiones sobre la tercera fase del programa que anticiparon Luis Caputo en el Palacio de Hacienda y Santiago Bausili en el BCRA tendrá lugar una vez que finalice la actual, la segunda etapa, de una restricción de la emisión monetaria más fuerte.
El ministro de Economía había verbalizado cuatro precondiciones que necesitaba cumplir antes de operar un levantamiento del cepo: superávit fiscal, flujo y stock de pesos y nivel de reservas.