Aunque el ministro de Economía proyecta que el tipo de cambio oficial seguirá ajustando a un ritmo de 2% mensual, los inversores aumentan sus recaudos ante la posibilidad de un salto mayor al previsto. Esta conducta se manifiesta con la masiva compra de activos atados al tipo de cambio oficial, que también es aprovechado por las empresas para conseguir financiamiento barato y de plazos más largos.
Varias compañías salieron con emisiones de deuda ajustada por tipo de cambio oficial, denominados bonos “dólar linked”. Ayer fue el turno de Vista, la compañía que preside Miguel Galuccio, que colocó un bono por el equivalente a USD 53 millones a un plazo de cuatro años. Pagó una tasa de 3% anual. Pero lo más sorprendente es que las ofertas superaron los USD 150 millones.
Días atrás había sido Pan American Energy, que consiguió una tasa de 0% pero plazo algo más corto, ya que fueron dos años. El alargamiento de plazos y tasas muy bajas tienen que ver con la demanda que vuelven a tener estos instrumentos.
Durante la última parte de la gestión de Alberto Fernández, estos bonos ajustados al dólar oficial llegaron a tener más de 30 puntos de tasa negativa. En ese momento se esperaba una megadevaluación, que finalmente llegaría en diciembre.
También está creciendo fuerte la suscripción de fondos comunes de inversiones que invierten en activos “dollar linked”, en desmedro de otros fondos que dedican su patrimonio a bonos directamente en dólares. Pero la suba del riesgo país y las dudas por las dificultades del Central para acumular reservas están alejando a los inversores de este tipo de títulos, como además lo refleja el rebote del riesgo país por encima de los 1.500 puntos básicos.
En el primer adelanto de lo que será el proyecto de Presupuesto 2025, el equipo económico mantuvo el ritmo de ajuste del dólar oficial al 2% mensual, tal como viene ocurriendo desde diciembre. De esta forma, para fin de año llegaría a $1.016.
Pero los inversores opinan distinto, al igual que los economistas y consultores que participan en el Relevamiento de Expectativas de Mercado que divulgó ayer el Central. De acuerdo a lo que opina el “top 10″ de los pronosticadores, el dólar oficial terminaría el año en niveles de $ 1.205.
Esto significa que los analistas están esperando una importante aceleración del tipo de cambio oficial, más allá que lo siga negando el Gobierno. Tanto Luis Caputo como el Presidente insisten en que no hay atraso cambiario y descartan totalmente una devaluación.
La inflación, que se mantendría por encima del 4% hasta fin de año, y el escaso nivel de reservas en el Banco Central dificultarían la tarea del Gobierno de mantener este ritmo de suba del dólar oficial.
Algunos cálculos que circularon en las últimas horas son bastante lapidarios respecto a la posibilidad del Gobierno de salirse con la suya. Un estudio de la sociedad de Bolsa (Alyc) Aurum, concluyó que si se mantiene el aumento de la inflación y del dólar proyectado por Economía, el tipo de cambio real bajaría incluso a niveles por debajo del que estuvo vigente durante la Convertibilidad.
El nivel de dólar oficial de $916 actual caería a solo $820 para fin de año en términos reales. Este valor compara con el precio del dólar sin cepo, previo a las PASO de 2019, que se ubicaba en $1.160. La conclusión es que se trata de un valor históricamente bajo, que complicaría la salida del cepo y futura unificación cambiaria.
El peligro de esta situación es que, cuando llegue ese momento, se produzca un fuerte salto del dólar oficial que vuelva a disparar la inflación, luego de los grandes esfuerzos que está realizando el Gobierno por mantener los precios a raya.