Tras la sanción de la ley de Bases, el Gobierno envió a dos funcionarios del ministro de Economía Luis Caputo a una reunión con la plana mayor de la Unión Industrial Argentina (UIA) para hablar sobre una ley próxima que apunte a dar beneficios para inversiones menores a los 200 millones de dólares que establece el RIGI.
Los industriales, que atraviesan un contexto de actividad económica crítica, insistieron con la baja de impuestos y pidieron que la reglamentación del régimen inversor contemple a las cadenas de abastecimiento locales. De la reunión participaron los secretarios de Planeamiento y Gestión para el Desarrollo Productivo y de la Bioeconomía, Juan Pazo; de Comercio, Pablo Lavigne, y de Pequeña y Mediana Empresa, Marcos Ayerra.
Fueron recibidos por el presidente de la entidad Daniel Funes de Rioja y el resto del comité ejecutivo. Durante la reunión con los funcionarios del Ministerio de Economía, “se abordaron los detalles de la reglamentación del RIGI y su incidencia en las cadenas de valor de todo el país”, aseguraron desde la entidad.
“Es muy importante que existan instrumentos como el RIGI para promover el desarrollo de grandes inversiones inversiones y el ingreso de capitales” (Pazo)
En particular, “se destacó la importancia de generar las condiciones que potencien el entramado de proveedores nacionales vinculados a los desarrollos en energía, minería, gas, siderurgia, petróleo, infraestructura, tecnología y forestoindustria. Las autoridades plantearon su preocupación por el aumento de tasas provinciales y municipales, así como también la necesidad de contar con herramientas ágiles para evitar la competencia desleal”, comunicaron desde la UIA.
En este sentido, Funes de Rioja destacó “estamos promoviendo la recuperación de la economía real. Para eso necesitamos exportar más y reducir la carga fiscal. No pedimos privilegios, sino reducir las asimetrías mientras se recupera la actividad”.
Sobre la importancia del RIGI para el país, la UIA se ofreció a colaborar con la reglamentación. “Es muy importante que existan instrumentos como el RIGI para promover el desarrollo de grandes inversiones inversiones y el ingreso de capitales. Así como también resulta clave que esas herramientas se consoliden en un marco de igualdad de condiciones para la industria nacional, de tal manera que se promueva la competencia en condiciones equitativas”, concluyó Funes de Rioja.
Por su parte Pazo agradeció la participación de la UIA en el debate que permitió la sanción de la ley Bases y confirmó que el gobierno “se encuentra trabajando en una nueva ley PyME que contemplará ideas de todos los sectores productivos”. Además, los funcionarios propusieron la creación de una mesa de trabajo para difundir las líneas de financiamiento para el sector productivo.
La UIA, además, presentó ante los funcionarios la propuesta de ley Pyme que incluya un “mini RIGI” para inversiones menores a los 200 millones de dólares. “La iniciativa se articula alrededor de seis ejes (simplificación tributaria; creación de un régimen de incentivo a las inversiones PyME industriales complementario del RIGI; actualización automática de parámetros de categorización; herramientas para la internacionalización de las empresas; simplificación de la creación de nuevas empresas; y Acceso a financiamiento)”, plantearon.
“El gobierno “se encuentra trabajando en una nueva ley PyME que contemplará ideas de todos los sectores productivos” (Pazo)
La recuperación de la producción fabril, uno de los sectores más afectados durante la caída de 5,1% del PBI en el primer trimestre, se demora y los números más actualizados recopilados por el sector privado no registran un cambio de tendencia claro. Un informe de Orlando J. Ferreres mostró un desplome interanual industrial de 9,8% y de 1% mensual en mayo.
La industria manufacturera fue uno de los sectores que tuvieron el impacto más pronunciado de la profundización de la recesión de los últimos meses. El promedio del Producto Bruto cayó 5,1% en los primeros tres meses de 2024, y el sector fabril tuvo el segundo derrumbe más elevado (13,7%), después de la construcción, de 19,7 por ciento.
“Para los próximos meses anticipamos que continúe la oscilación de la actividad industrial en torno a los niveles bajos actuales. Esperamos que un eventual cambio de tendencia y comienzo de recuperación se produzca cuando la desaceleración de la inflación dé lugar a una mejora de los ingresos de las familias y a una recomposición de la demanda interna”, mencionó la consultora dirigida por Orlando Ferreres.
“Si bien la industria habría detenido su caída, el freno de plantas y turnos durante la tercera semana de junio y el anticipo de nuevas paradas en julio en actividades puntuales, ralentizarán la recuperación cíclica de la industria” (FIEL)
La Fundación FIEL también había detectado una caída pronunciada interanual (10,9%, mayor a Ferreres) pero una recuperación de 1% mensual. En el tramo de los primeros cinco meses el desplome industrial fue de 11,2%, de acuerdo al informe de ese centro de estudios.
“La industria registró en mayo una nueva caída en la comparación interanual, de menor magnitud a la observada en el bimestre previo, deteniendo el retroceso en el acumulado del año. En sectores industriales relevantes ‐del mismo modo que en abril‐, la caída de actividad volvió a ser inferior que en el mes previo”, planteó. “Si bien la industria habría detenido su caída, el freno de plantas y turnos durante la tercera semana de junio y el anticipo de nuevas paradas en julio en actividades puntuales, ralentizarán la recuperación cíclica de la industria”, anticipó FIEL.
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