Con la Ley Bases aprobada, el camino para empezar el proceso de reducción de impuestos que pesan desde hace años sobre la industria automotriz está virtualmente despejado. Al menos eso fue lo que el ministro de Economía, Luís Caputo, dijo que ocurriría como una de las primeras medidas que el gobierno podría tomar cuando saliera la Ley Ómnibus, que empezó su derrotero entre la Cámara de Diputados primero, la de Senadores después y finalmente la de la cámara baja otra vez, durante los primeros seis meses del gobierno de Javier Milei.
El Impuesto PAIS es el que está primero en la lista. Lo que se espera es que regrese a la alícuota que tenía hasta el 13 de diciembre, cuando por decisión del nuevo gobierno, pasó del 7,5% que había aplicado Sergio Massa en julio de 2023, al 17,5% actual. Para la industria automotriz, este impuesto impacta sobre todos los insumos y autopartes por un lado, y sobre los autos terminados, los denominados CBU, por el otro, que llegan importados a Argentina.
La baja del Impuesto PAIS implicará automáticamente una baja equivalente del costo de los autos importados para quienes los traen al mercado local, tanto terminales como importadoras. Lo más razonable sería, por lo tanto, que el precio de los autos que llegan desde cualquier destino, en esto es igual que sea Brasil, Estados Unidos, Europa o Asia, también de precio. Punto para los usuarios.
A simple vista, podría pensarse que es una medida que perjudica a la industria argentina de automóviles y beneficia a los importadores. Sin embargo, esto no es así.
En principio porque el 90% de los autos importados los traen las propias fábricas. Por poner como ejemplos los autos masivos de cada una de las empresas que producen localmente, Toyota trae Yaris, Corolla y Corolla Cross; Ford importa la pick-up Maverick, la F150, y los SUV Territory, Kuga y Bronco; Fiat trae Pulse, Strada y Fastback, Peugeot hace lo mismo con los 3008 y 5008; Citroën importa los C3 y C3 AirCross y el C4 Cactus; Chevrolet trae de Brasil el Onix y las pick-up Montana y S10; Volkswagen importa Polo, Virtus, Nivus y T-Cross; Renault lo hace con Koleos y los eléctricos recientemente lanzados; y Nissan trae de México los Versa y Sentra, de Brasil el Kicks y de Japón el X-Trail.
Como se puede ver, la idea de auto importado es mucho más vasta que los alemanes de alta gama como el imaginario popular suele mencionar, y por lo tanto, bajar el impuesto PAIS en diez puntos beneficiará a las marcas con fábricas en Argentina.
Pero además de hablar de autos terminados importados, esta medida traerá como beneficio inmediato una reducción de costos para los autos producidos en nuestro país. Como ya se ha explicado en Infobae, los autos que se fabrican en las plantas argentinas, tienen una integración local de partes de hasta el 50% en el mejor de los casos, aunque en general ese porcentaje es menor, promediando entre el 25 y el 30 por ciento. Esto significa que entre un 75% de las piezas en el peor de los casos y un 50% en el promedio o generalidad, pagan ese impuesto del 17,5 por ciento.
Sin embargo, hay un régimen especial para las fábricas, por el cual cada componente que se importa queda en un stand by hasta determinarse si el vehículo sobre el que se incorporará será destinado al mercado interno o a la exportación. Si quedará en Argentina, entonces se le cobra el impuesto, pero si será destinado a mercados internacionales, esas piezas no pagan el 17,5 por ciento.
Esa situación no es la misma que rige para los autopartistas, es decir los proveedores de muchas partes de la industria automotriz, quienes vienen reclamando hace mucho tiempo por una condición espejo a la de las fábricas. Luís Caputo anunció hace dos meses entre otras medidas, que efectivamente eso sucederá en poco tiempo, se estima que para finales de julio a más tardar.
Hasta tanto cambie la condición, muchas de las partes que componen un auto nacional tienen dentro de su costo el Impuesto PAIS, lo que irremediablemente se traslada directamente al precio de los autos. La reducción de diez puntos de este impuesto debería verse reflejada en el precio de los autos que quedan en el mercado local.
Cuánto es algo que cada marca y cada modelo nacional tendrá en diferente proporción dependiendo de la cantidad de partes importadas que lo compongan. Los importados, en cambio, todos tendrán este beneficio que, a diferencia de los descuentos y bonificaciones que se ven actualmente, tendrá un sustento real por la baja de un impuesto.