Aunque el monto operado se sostuvo en un importante nivel de USD 404,2 millones en el segmento de contado, el Banco Central volvió este viernes a vender divisas en la plaza, para terminar con un saldo negativo de USD 38 millones por su participación cambiaria.
Así, la entidad terminó la semana con saldo de ventas netas por USD 109 millones, tras obtener un resultado negativo en tres de las cinco ruedas operativas. En el sentido, el balance de junio arrojó un saldo vendedor de USD 84 millones para el Central, el primer mes con ventas desde octubre de 2023. El organismo debió cubrir el faltante de oferta en nueve de las 17 ruedas operativas del período.
En tanto, las reservas internacionales terminaron con una baja en el día de USD 732 millones, en los USD 29.016 millones. El descenso de las reservas también tiene un fundamento contable, que se registra en cada cierre de mes y se compensa en las primeras ruedas del mes siguiente, un movimiento que también se dio en meses anteriores.
El Banco Central acumula compras netas en el mercado de cambios por USD 17.202 millones desde el 11 de diciembre del año pasado, cuando asumió el gobierno de Javier Milei. A la vez, el stock de reservas internacionales mejoró en USD 7.807 millones o 36,8%, desde los USD 21.209 millones del 7 de diciembre de 2023.
“Este año tenés una cosecha mucho mejor a la del año pasado pero con precios más bajos, tenías más dólares a la vista que el año pasado y terminaste junio casi empatado: un día comprás y al otro vendés”, explicó la economista Marina Dal Poggetto, directora de la consultora EcoGo. “La economía te empieza a pedir mas dólares por algunos motivos. Uno es que la señal para desarmar stocks se modera porque ya se desarmaron y porque empieza a haber una incipiente recuperación de la economía y porque estás en un escenario de tasa de interés muy baja”, explicó. Y graficó: “Te quedaste sin nafta cuando todavía no llegaste al tercer trimestre y la pregunta del millón es cómo salís de acá”.
El presidente Javier Milei declaró a LN+ que “ya pasó la etapa del déficit cero, ahora vamos a la etapa de emisión cero, ahora se viene el cambio de régimen monetario”. En ese sentido, el Presidente hizo una aclaración relevante: “Apuntamos a que lo que se denomina la base monetaria amplia no varíe más. Está cerrado el grifo fiscal, hemos eliminado fuertemente los pasivos remunerados, adentro de las cuentas del Banco Central hay un ajuste de 9 puntos del PBI. Y la idea es que la base monetaria amplia y la simple se parezcan cada día más, hasta que terminan de desaparecer los remunerados”.
“No entiendo a mis colegas economistas que elogian el ‘ajuste fiscal y monetario más grande de la historia’ y cinco minutos después dicen que no se puede salir del cepo sin una hiperinflación. Es lo uno o lo otro. El miedo a flotar puede hundirnos”, afirmó el economista y diputado nacional Luciano Laspina, director del Centro de Estudios para el Progreso.
El economista Gustavo Ber expresó que “los operadores siguen con atención y preocupación la dinámica de las compras del BCRA, con junio interrumpiendo la racha de fuertes adquisiciones que venía hilando desde diciembre, a la espera de eventuales estrategias que apunten a mejorar dicha ecuación. Ocurre que no sólo se enfrentaría un segundo semestre donde se reduce la oferta de divisas sino que vienen en ascenso las importaciones y los pagos de energía, entre otros, lo cual podría abrir una etapa de mayores tensiones sobre las reservas”.
“Dichas inquietudes se vienen reflejando en el reacomodamiento de los dólares financieros, que siguen sostenidos a partir de una mayor dolarización y así es que la ‘brecha’ ya se ubica cerca del 50%, un nivel que requerirá de decisiones a corto plazo a fin de evitar que se siga expandiendo y genere no sólo eventuales distorsiones sino también un deterioro en las expectativas de los agentes económicos”, continuó el titular del Estudio Ber.