La actividad de las pequeñas y medianas empresas industriales registró un nuevo descenso, y nada menos que del 19%, respecto de igual mes de 2023 y en el acumulado de cinco meses la caída fue incluso un décimo de punto superior, 19,1 por ciento.
Además, los seis sectores relevados por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) exhibieron marcas interanuales negativas, pero cinco de los seis mostraron a su vez mejoras respecto de abril, con un promedio para todo el espectro del 5,3%, que podría estar marcando un piso del ciclo recesivo iniciado a fines de 2023. El comunicado de CAME destacó también que el uso de la capacidad instalada aumentó levemente (0,2 puntos porcentuales), aunque sigue siendo bajo, del 70,3 por ciento.
El principal reclamo es una reducción de la presión impositiva: cosechó el 34% de respuestas de los empresarios consultados
Además, la entidad relevó también las medidas más importantes que esperan las industrias pymes. El principal reclamo, lejos, es una reducción de la presión impositiva, que cosechó el 34% de respuestas de los empresarios consultados, más del doble del 14,7% que pidieron en cambio estímulos a la demanda interna, proporción levemente a la tercera medida más demandada: la adecuación de las relaciones laborales.
“En el contexto actual, los empresarios priorizan las intervenciones directas que pueden mejorar su competitividad y eficiencia operativa, sobre opciones de financiamiento más favorables”, dice un pasaje del informe.
Desafíos
Como desafíos o problemas, el 45,1% de las pymes relevadas apuntó a la falta de ventas, en tanto 32,8% apuntó a los altos costos de producción y logística. Ambos sumaron así casi 78% como los “obstáculos más considerables” al crecimiento y estabilidad de las pymes.
Aún en medio de la fuerte recesión, las empresas, subraya también el informe de CAME; “valoraron la mayor estabilidad en el precio de los insumos del quinto mes del año, pero mostraron su preocupación por los montos que se están pagando por el consumo de energía y transporte, en un contexto de tan baja demanda”.
De hecho, más de un tercio de las firmas consultadas dijeron estar reduciendo gastos operativos para superar el mal momento, “pero con la esperanza de un repunte cercano”. Otro 20% redujo las horas de trabajo.
El Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) surge de una muestra de 414 industrias. El sector más castigado por la recesión en mayo fue el de Papel e Impresiona, tuvo una caída interanual del 45,8% y también un registro intermensual (respecto de abril) negativo, pero mucho menor, del 1,5 por ciento.
Todos los demás sectores mostraron en mayo repuntes respecto de los niveles de actividad de abril.
Por caso, el rubro Alimentos y bebidas registró una caída interanual del 14,7% y del 15,8% en el acumulado de cinco meses, pero la actividad de mayo fue 2% mejor que la de abril.
Incluso sectores como Químicos y plásticos y Metal, maquinaria y equipo y material de transporte, que tuvieron caídas interanuales de 27 y 23% respectivamente, exhibieron mayor actividad en mayo que en abril, de 3,9 y 4,6% respectivamente.
El sector Textil e indumentaria, muy sensible al ciclo económico y la estacionalidad, retrocedió 4,3% interanual en mayo, pero está casi empatado en el acumulado de cinco meses (-0,9%) y tuvo una mejora del 3,5% respecto de abril.
Señales
Las pymes del rubro Alimentos y bebidas definieron la situación actual como una mezcla de bajos niveles de producción, propios de temporada baja, con estructura de funcionamiento de temporada alta, para sostener la planta laboral. “En este contexto -notó el comunicado de CAME- “problemas como la alta presión tributaria y los grandes costos laborales, vuelven a estar en la mesa de prioridades a la hora de determinar urgencias”. De hecho, un industrial de Villa Lynch, en la provincia de Buenos Aires, dijo que empezó a recortar las horas de trabajo diarias “que es lo que menos afecta”, en tanto un fabricante mendocino dijo percibir “algunas señales de recuperación; esperemos que se concreten”.
Un sector con datos muy dispares entre la comparación anual y mensual es el de Madera y muebles: en mayo retrocedió 10,4% respecto de igual mes de 2023, acumulando en cinco meses una caída del 17,7%, pero a su vez la actividad de mayo estuvo 6,1% por sobre la de abril. “Por momentos parece que comienza la recuperación, pero después las señales desaparecen”, dijo un mueblero riojano, en tanto que un par chaqueño puso sus esperanzas en la 15 edición de “Expo Living” para promocionar sus productos