El optimismo que generó entre los inversores la aprobación de la ley Bases en el Senado duró un suspiro. Esta semana fue notorio el castigo a las acciones argentinas en Wall Street, que ayer se profundizó con caídas de hasta 8% en las cotizaciones, en medio del feriado en Argentina.
Los bonos tampoco venían muy firmes. El riesgo país había saltado de 1.200 a 1.600 puntos básicos por las dudas sobre la aprobación de la ley Bases. También jugó en contra la media sanción al proyecto que modificaba el cálculo del ajuste de las jubilaciones. Fue necesario que el Presidente, Javier Milei, advirtiera que vetaría esa iniciativa si finalmente era convertida en ley, debido al impacto sobre las cuentas públicas.
Tras la aprobación del Senado de la ley Bases, hubo una mejora generalizada tanto en acciones como en bonos, pero la suba quedó a mitad de camino y los precios estuvieron lejos de volver a los máximos. Lo mismo sucedió con el riesgo país, que apenas consiguió perforar los 1.400 puntos básicos.
El staff report que publicó el FMI tras aprobar la octava revisión del acuerdo no tuvo un buen impacto entre los inversores. El trabajo de más de 110 páginas es positivo a la hora de evaluar los primeros meses de Milei, al punto que asegura que los resultados llegaron más rápido de lo esperado, especialmente en lo que respecta al superávit fiscal y la baja de la inflación.
Sin embargo, también se despertaron algunas dudas, especialmente en lo que se refiere al futuro de la política cambiaria y la eventual salida del cepo.
La polémica respecto a la posible eliminación del “dólar blend” para exportadores fue posiblemente lo que haya generado más ruido. Mientras que el FMI aseguró que se terminaría a fin de junio, desde el ministerio de Economía salieron a desmentirlo.
El encargado fue el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, quien recordó lo que había señalado hace una semana Luis “Toto” Caputo. El ministro de Economía había asegurado la continuidad tanto “dólar blend”, que le permite a los exportadores liquidar el 20% a través del contado con liquidación, como el ajuste del 2% mensual del tipo de cambio oficial.
También surgieron dudas por la salida del cepo cambiario. Los técnicos del Fondo estiman que no habrá crecimiento de las reservas netas en lo que resta del año, pese al gran salto que hubo en los seis primeros meses, cuando pasaron de casi 11.000 millones de dólares negativas a un nivel neutro. El propio organismo considera que se trata de un volumen “inadecuado”.
Las dificultades para acumular reservas quedaron expuestas este mes, cuando al contrario de lo esperado el BCRA terminó en varias jornadas con saldo vendedor. El miércoles, sin ir más lejos, se verificó el mayor rojo desde que Javier Milei es presidente, registrándose un saldo negativo de USD 156 millones en la intervención.
El FMI tampoco aportó certeza alguna sobre la posibilidad de otorgar nuevos desembolsos en el marco de un nuevo acuerdo. Pero lo cierto es que luce como la única chance de conseguir un salto significativo de las reservas del Central que permita abrir el cepo cambiario con cierto margen de tranquilidad.
La acumulación de reservas se detuvo en junio y luce complicada para el resto del año. Esto complica la salida del cepo cambiario antes de que finalice el 2024, mientras el FMI tampoco da certezas sobre un desembolso grande en caso de acordarse un nuevo programa
El equipo económico busca llevar tranquilidad con nuevos datos de superávit fiscal, que ya acumula cinco meses consecutivos, y la continuidad del plan para limpiar los pasivos monetarios y por ende el peligro de una mayor emisión por parte del Banco Central.
Pero ahora parece no alcanzar con estos datos positivos, que chocan con otros no tan buenos: la actividad económica tarda en recuperarse, las reservas dejaron de crecer y no hay certeza sobre la salida del cepo cambiario antes de fin de año.