La actividad metalúrgica en Argentina continúa mostrando señales de deterioro. Según los últimos datos proporcionados por la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), durante mayo de 2024, el sector registró una caída interanual del 17,6%, lo que representa uno de los descensos más significativos en los últimos años. En comparación con abril, la actividad disminuyó un 0,7%, acumulando así una retracción del 8,9% en lo que va del año.
La utilización de la capacidad instalada (UCI) en mayo también reflejó una fuerte contracción, con una disminución de 13,1 puntos porcentuales respecto al mismo mes del año anterior. El promedio de 2024 se encuentra 11,1 puntos porcentuales por debajo del registrado en 2023, lo que evidencia una utilización subóptima de los recursos disponibles en la industria.
Aunque la caída intermensual de mayo fue menor que la de los meses anteriores (marzo registró una disminución del 2,7% y abril del 2,2%), el sector sigue operando en niveles de actividad muy bajos. Esta situación se refleja en el índice de producción industrial metalúrgica, que muestra una tendencia descendente persistente.
Aunque la caída intermensual de mayo fue menor que la de los meses anteriores (marzo registró una disminución del 2,7% y abril del 2,2%), el sector sigue operando en niveles de actividad muy bajos
El nivel de empleo en las empresas metalúrgicas también sufrió una disminución interanual del 3,4%. Comparado con abril, el empleo cayó un 0,2%, indicando una desaceleración en la pérdida de puestos de trabajo respecto a meses anteriores.
Todos los subsectores de la industria metalúrgica registraron caídas interanuales de dos dígitos, con variaciones que van del 13% al 21%. El sector de maquinaria agrícola, aunque experimentó una leve recuperación en algunas empresas tras los bajos niveles de producción del año anterior, aún muestra una caída significativa y no ha logrado crecer de manera interanual en más de un año. Las autopartes, bienes de capital y otros productos de metal también presentaron disminuciones importantes.
Las empresas vinculadas a la cadena de valor del petróleo y gas fueron las únicas que registraron un leve crecimiento en comparación con el mismo mes del año anterior. No obstante, las proveedoras del sector minero y de energía eléctrica presentaron contracciones menores en comparación con otros sectores.
Por provincias, Santa Fe registró una caída más intensa que el promedio nacional, especialmente en los sectores de bienes de capital y autopartes. En Córdoba, se observó una tendencia similar, mientras que en Mendoza y Buenos Aires, el sector de maquinaria agrícola mostró señales de recuperación aunque dentro de un contexto general de disminuciones.
El comercio exterior de productos metalúrgicos también mostró una tendencia negativa. En abril, las exportaciones cayeron un 9,7% interanual, totalizando 407 millones de dólares, mientras que las importaciones disminuyeron un 23,2%, alcanzando los 1.823 millones de dólares. A pesar de la caída interanual, las importaciones de bienes metalúrgicos han ido en aumento desde febrero.
Las expectativas para los próximos meses no son alentadoras. Aunque ha disminuido la diferencia entre las empresas que prevén una reducción de la producción y aquellas que esperan un aumento, el pesimismo sigue prevaleciendo. Durante mayo, el 35,7% de las empresas anticipó una disminución en su producción futura, mientras que solo el 30,6% proyectó un aumento.
La industria metalúrgica argentina enfrenta un escenario desafiante, con caídas generalizadas en la producción, baja utilización de la capacidad instalada y disminuciones en el empleo. Las perspectivas a corto plazo sugieren que el sector continuará enfrentando dificultades significativas en el futuro inmediato.