La pauta de deslizamiento (crawling peg) del dólar oficial al 2% mensual, todavía menos de la mitad de la inflación de mayo, cuyo 4,2% fue celebrado por el Gobierno como un éxito de política económica, sigue generando crujidos y reclamos para morigerar el impacto del aumento de costos en dólares, en especial en sectores de exportación que no pueden trasladarlo a sus precios de venta.
Ahora fue el turno de la pesca, que a través de dos cámaras presentó al secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, un pedido para eliminar temporalmente las retenciones, de modo de mejorar el tipo de cambio efectivo que recibe el sector.
Según datos del Indec, en 2023, con USD 1.777 millones, el “complejo pesquero” fue el octavo complejo exportador de la Argentina. Lejos de los USD 16.178 millones del “complejo oleaginoso”, pero en términos de balance neto de divisas mejor que los USD 8.900 millones de exportaciones del sector automotor, deficitario en dólares. Las importaciones de las pesqueras fluctúan en torno del 10% de lo que exportan al resto del mundo. El 90% restante engrosa las arcas oficiales.
Funcionario clave
Vilella envió el pedido al análisis del subsecretario de Pesca, Juan López Cazorla, que a su vez debe someterlo al Consejo Federal Pesquero (CFP), que ya mantuvo cuatro reuniones, pero a ninguna de ellas asistió el representante titular del Poder Ejecutivo, Juan Pazo, secretario de Planeamiento y Gestión del equipo económico y mano derecha y operador del ministro de Economía, Luis Caputo, quien realmente podría mover la situación. Pazo envía siempre a su suplente, Miguel Schmukler.
Las cámaras piden la suspensión hasta fin de año (o al menos hasta fin de octubre, fin de la zafra langostinera) de los derechos de exportación, como Economía ya hizo dos veces con el sector lechero
En concreto, las cámaras piden la suspensión hasta fin de año (o al menos hasta el fin de la zafra langostinera) de los derechos de exportación, como Economía ya hizo dos veces con el sector lechero: a principios de enero se las suspendió hasta el 30 de junio de este año y a principios de mayo, en Todo Láctea 2024, un evento lechero realizado en San Francisco, Córdoba, prorrogó la suspensión hasta el 30 de junio de 2025.
“La medida brinda previsibilidad y mayor competitividad a todos los eslabones de la cadena láctea y busca incentivar el desarrollo de inversiones orientadas al aumento de la producción de leche y a la mejora de los procesos”, destacó el decreto de Economía.
“Generará mayor inserción de los productos lácteos nacionales en el mercado internacional con valor agregado e incrementará el ingreso de divisas a través de la exportación”, además de “impactar fuertemente en el desarrollo de las economías de las regiones de las principales provincias productoras de leche”, subrayó la cartera económica.
Tanto la Cámara de Armadores Pesqueros y Congeladores de Argentina (Capeca) como la Cámara Argentino-Patagónica de Industrias Pesqueras (Capip), creen que esos argumentos valen también para la pesca, apretada por el aumento de costos en dólares y un mercado internacional en el que las pesqueras argentinas son tomadoras de precios y en el que el del langostino, principal exportación del sector, atraviesa un ciclo negativo. “En langostino, se está vendiendo solo el L1 (el tamaño más grande) congelado a bordo. Para las otras tallas (L2, L3) ni siquiera hay demanda”, dijo Eduardo Boiero, de Capeca.
Sabemos que no van a aumentar el tipo de cambio o acelerar la tasa de devaluación; entonces que al menos nos quiten las retenciones hasta fin de año (Boiero)
“Pedimos una reunión con Vilella, que nos derivó a Cazorla, aunque todavía no hemos pedido formalmente una audiencia con Pazo. Sabemos que no van a aumentar el tipo de cambio o acelerar la tasa de devaluación; entonces que al menos nos quiten las retenciones hasta fin de año”, dijo Boiero, y explicó que entre Capeca y Capip representan casi la totalidad de la flota de buques congeladores de langostino (tangoneros), los que procesan sus capturas a bordo.
Costos y dólar
Un informe de Capeca compara el aumento de los costos del sector con la evolución del dólar oficial y afirma que el uso del tipo de cambio como ancla “termina generando pérdidas económicas significativas a las exportadoras, desincentivando la inversión y atentando contra la generación de empleo”. En los últimos 18 años, precisa, el Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM) -esto es, el precio del dólar oficial comparado contra una canasta de monedas de contraparte del peso- “perdió 42% de valor con relación a los mercados de destino de nuestras exportaciones, que no es otra cosa que la pérdida de competitividad”.
El TCRM se apreció, reconoce la entidad, aumentó fuertemente en diciembre, “pero rápidamente se licuó por el aumento en los precios” ya que “el aumento de los costos de los insumos para la industria fue muy superior a la variación del Tipo de Cambio Nominal Mayorista, al que liquida el exportador sus ventas”.
Uno de los gráficos del informe compara la evolución del dólar oficial con 10 ítems de costos pesqueros. Precisa que entre septiembre de 2021 y mayo de 2024, mientras el tipo de cambio nominal oficial aumentó 802%, el aceite Disola, uno de los más usados por los buques pesqueros, aumentó 1.173%, el costo de las “Unidades de Pesca” (compuesto entre el valor de las multas por aplicación de la Ley Federal de Pesca, la tasa diaria de inspección a bordo y la de emisión de certificados, los Derechos de Pesca y los costos de transferencia de Cuotas de Captura) aumentaron 1.116%, el gasoil en el puerto de Mar del Plata subió 1.110% y el salario básico marinero lo hizo 995%, amén de otros ítems.
Derechos de exportación
Las retenciones sobre el sector pesquero oscilan desde 1 a 5% según el tamaño del envase (a más chico, menos retención, pues se asume que implica mayor grado de procesamiento y empleo de mano de obra) para la exportación langostino “en colas”, hasta 7% para el langostino entero, el calamar y la merluza hubbsi; y 9% para la centolla y la merluza negra, dos de las especies más valiosas (en precio por volumen) del Mar Argentino.
Liquidamos a dólar oficial menos retenciones y en Europa pagamos aranceles, por falta de un Acuerdo del Mercosur con la Unión Europea (De la Fuente)
“Vemos que desde diciembre la asimetría entre dólar paralelo y oficial es muy amplia. Nosotros liquidamos a dólar oficial menos retenciones y en los países de Europa pagamos aranceles para ingresar, por falta de un acuerdo de Libre Comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. No somos formadores de precios y así dejamos de ser competitivos en mercados en que los consumidores, para ajustarse a los aumentos en energía y transporte, retraen consumos de calidad, como los que ofrecemos”, explicó Agustín de la Fuente, de la Cámara Argentino Patagónica, con sede en Puerto Madryn, Chubut.
“Necesitamos algún gesto comercial y pedimos algo que no es descolgado de la plataforma electoral de este gobierno, que es la quita de las retenciones”, subrayó el directivo de Capip.
“Lo pedimos transitoriamente, mientras se sigue acomodando la macroeconomía, porque así lo hicieron para otras matrices productivas, como el sector lácteo, y sirvió”, destacó De la Fuente.
Si bien en 2023 los USD 1.777 millones de exportaciones pesqueras representaron solo 2,7% de los USD 66.780 millones de ventas totales de la Argentina, en la Patagonia la pesca es una actividad clave: con USD 903 millones es el tercer sector exportador regional. En Chubut explica casi 25% de las ventas externas originadas en la provincia y en Santa Cruz y Tierra del Fuego entre 10 y 15 por ciento.
Eso sí, el sector se alivió con el rechazo del Senado a anular la exención del pago de Ganancias a la “Cuarta Categoría” (empleados en relación de dependencia), por tratarse de un sector de ingresos relativamente altos. Una reducción del umbral de pago del tributo intensificaría los conflictos gremiales en una actividad que ya los tiene en abundancia, por su conformación.
Salarios marineros
Un ejecutivo de una pesquera integrada con cabeza en Mar del Plata y operaciones en Chubut y Santa Cruz que pidió reserva de su nombre precisó a Infobae que el salario de base de un marinero inicial es de $350.000, pero que esa suma es solo el 15% de la remuneración mensual que recibe mientras está “en producción”.
Por una “marea” (salida de pesca) de 10 días ese marinero cobra unos $1,3 millones, y hace en promedio más de dos al mes durante cuatro meses, explicó. Durante ese período cobra en promedio unos $3 millones al mes, y como acumula francos y vacaciones, los dos a tres meses siguientes cobra aproximadamente la misma suma. Recién al octavo o noveno mes de un ciclo anual, vuelve a estar “a órdenes”, sin remuneración “de producción”, pero solo si no participa en las campañas de otras especies. Un “Capitán de Pesca” cobra unas cinco veces lo que ese marinero raso, señaló el ejecutivo.
En un buque de pesca corriente hay a bordo trabajadores de al menos cuatro sindicatos diferentes y las empresas integradas llegan a tratar hasta con quince si capturan más de una especie, operan en más de una provincia y tienen plantas de procesamiento en tierra.
Por especie y provincia hay sindicatos distintos, que sumado a relaciones indirectas (por caso, con empresas de descarga que tienen empleados de sindicatos de estiba) llevan el total de paritarias anuales a cerca de la veintena, concluyó el ejecutivo.
Embargo pesquero por “daño ambiental”
Una satisfacción para el sector fue la decisión del Juzgado Civil y Comercial 11, de embargar el buque Tai An, de la empresa Prodesur, del empresario de origen chino Liu Zhijiang, que en marzo había pescado ilegalmente 175 toneladas de merluza negra.
La empresa había sido multada por el Ejecutivo, a lo que ahora se sumó la resolución judicial que embargó al buque y procesó a la empresa y al propio Zhijiang, por “responsabilidad solidaria en el daño ambiental”.
Como en su momento consignó Infobae, la acción del Tai An apuntó a una especie protegida y lo hizo de modo premeditado, no “incidental”, como alegó la empresa. Dos meses después de aquella tropelía ambiental, en mayo, en la primera reunión del Consejo Federal Pesquero se confirmó lo que hasta entonces circulaba como versión: el gobernador fueguino, Gustavo Melella, había pedido una “cuota” de captura de 300 toneladas de merluza negra para el buque Tai An.
En el primer cuatrimestre de 2024 las exportaciones pesqueras sumaron USD 682 millones. Cerrada ya la zafra del calamar, la especie aportó hasta ahora USD 252 millones en exportaciones, el langostino, cuya temporada está empezando, entre “entero” y “colas” sumó USD 118 millones, y también se exportaron USD 23 millones de centolla y USD 22 millones de merluza negra. Los principales destinos fueron el mercado asiático (USD 332 millones) y europeo (USD 147 millones). Entre ambos, totalizaron 70 por ciento.
En cuanto al calamar, una especie clave para la cadena trófica del Mar Argentino, la revista especializada “Puerto” señaló que un informe del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero sugirió al Consejo Federal Pesquero que ante la disminución de los rendimientos observados se debieran recomendar medidas “para asegurar la sostenibilidad del recurso en la próxima temporada”.
Según el citado reporte del Inidep, los desembarques este año no llegaron a los niveles de 2023, aunque la diferencia fue poca, 148.000 toneladas contra 153.000 del año pasado y con mayor participación de la flota arrastrera. “También fueron muy buenas las capturas en Malvinas y fuera de la Milla 200 -consigna la publicación especializada- con 138.000 toneladas en el primer caso y 170.000 toneladas en el segundo”.