Energía Argentina y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) acordaron la provisión de gas natural en el Norte Argentino para agosto y septiembre.
Este suministro permitirá abastecer la zona centro/norte del país con hasta 4 MMm3/día en función del requerimiento de la demanda interna, mientras se termina con el proyecto de Reversión del Gasoducto Norte, actualmente en marcha. De este modo, el gas, que antes llegaba de Bolivia y fluía de norte a sur, va a fluir en sentido inverso, de sur a norte, y distribuir la creciente producción “no convencional” de gas de Vaca Muerta, desde la Cuenca Neuquina.
Se estima que el gasoducto estará en operaciones el 15 de septiembre permitiendo llevar a las provincias del norte 5 MMm3/día adicionales a los actuales y en una segunda etapa otros 4 MMm3/día.
La reversión del Gasoducto es la única obra pública nacional licitada e iniciada por el gobierno de Javier Milei y es el tipo de obras que el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, prioriza en el marco de su estrategia de apoyo a la “transición energética”. Es por este motivo que la entidad, más conocida como CAF, le prestó a la Argentina USD 540 millones para las obras.
La reversión del Gasoducto es la única obra pública nacional licitada e iniciada por el gobierno de Javier Milei
El presupuesto total de la obra es de USD 720 millones, de los que dicho crédito cubre tres cuartas partes. El cuarto restante lo cubrirá un fondo de exportaciones eléctricas de la Argentina, aunque el aumento de los costos de construcción en dólares (problema recurrente del actual esquema económico, en el que la pauta de aumento mensual del dólar sigue muy rezagada respecto de la inflación) hace probable que el costo final en dólares sea superior al inicialmente presupuestado.
La obra, que proveerá gas a las provincias de Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca, Salta, Jujuy, La Rioja y Córdoba, avanza bajo la supervisión de la estatal Enarsa y está siendo realizada por la Unión Transitoria de Empresas (UTE) que conformaron Techint y Sacde.
La obra proveerá gas a las provincias de Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca, Salta, Jujuy, La Rioja y Córdoba
Las compañías también construyeron, a velocidad récord, el primer tramo, entre las localidades de Tratayen (Neuquén) y Salliqueló (Buenos Aires) del “Gasoducto Presidente Néstor Kirchner” inaugurado el 9 de julio del año pasado. Sin embargo, por el freno a la obra pública del gobierno, no se completaron sus plantas compresoras y el gasoducto funciona a la mitad de su capacidad. La consecuencia de no realizar estas obras que debían estar listas para el invierno fue la necesidad de importar combustibles más caros, por unos USD 500 millones que no estaban previstos.
El acuerdo con el país vecino surge a pesar de que en marzo el gobierno de Bolivia dijera que la exportación de gas natural a Argentina finalizaría en junio de 2024, poniendo así fin a un contrato que comenzó en 2006, en medio del declive de la producción de este hidrocarburo en el país andino.
“Todos los contratos tienen un periodo de finalización, en este caso la exportación de gas a Argentina finaliza en junio de este año”, había dicho Franklin Molina, ministro de Hidrocarburos y Energía boliviano, en declaraciones a la televisión estatal.
No obstante, Molina había subrayado que las autoridades argentinas mostraron interés de ampliar por unos meses más la compra de gas boliviano.
A su vez, por el declive en la producción que atraviesa Bolivia, Álvaro Ríos, socio director de Gas Energy Latin America, aseguró en abril: “Nuestras estimaciones de la consultora nos dicen que en 2029 estaríamos básicamente comenzando a importar gas y que ese gas no va a venir de Estados Unidos, ese gas va a venir de Argentina”.