Economistas y asesores que responden al ministro Luis Caputo fueron nombrados por el Gobierno Nacional en los directorios del Banco Central y del Banco de Inversión y Comercio Exterior.
Tras la aprobación de la Ley Bases -en general- en el Senado, el Poder Ejecutivo publicó en el Boletín Oficial la renuncia de Agustín Pesce al cargo de director del BCRA. Luego de agradecerle al funcionario renunciante “los valiosos servicios prestados en el desempeño de su cargo”, fue designado en su reemplazo Federico Furiase “para completar el período de ley que vencerá el 23 de septiembre de 2028″. Las decisiones se efectivizaron a través del Decreto 533/2024 que lleva las firmas del presidente Javier Milei y del propio Caputo.
Agustín Pesce, que pese a compartir apellido nada tiene que ver con el ex titular del Central, Miguel Pesce, es un abogado con posgrado en Derecho Administrativo Económico en la UCA, quien se ha desempeñado años atrás como vicepresidente segundo del Banco Nación y director en Red Link, Nación Reaseguros y Prisma Medios de Pagos. También fue director suplente en la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA) y director del Régimen Administrativo Sancionador en la Unidad de Información Financiera (UIF).
Tras presentar su renuncia, el Gobierno eligió a Furiase, miembro del grupo de asesores de Caputo. Federico Furiase es licenciado en Economía en la Universidad de Buenos Aires y con un magister en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), es profesor de la Maestría en Finanzas de esa casa de estudios. Tiene más de 15 años de trayectoria en algunas de las principales consultoras económicas del mercado.
Se inició en 2008 en el ex Estudio Bein como analista, y pasó a ser socio de EcoGo cuando esa consultora cambió de nombre, ya bajo el mando de Marina Dal Poggetto. Tras la llegada de Alberto Fernández a la Casa Rosada, Luis Caputo lo convocó, junto a su colega Martín Vauthier, a formar parte de Anker Latinoamérica. Ambos formaron parte de los equipos de transición que trabajaron en conjunto con los funcionarios que habían sido designados por Sergio Massa en el Palacio de Hacienda.
El mencionado Vauthier es uno de los tres funcionarios que este jueves fueron nombrados en el Directorio del BICE. Del riñón del ministro de Economía, también fue designado como director del Banco de Inversión y Comercio Exterior, Felipe Núñez.
La tercera designación en el Directorio del BICE, oficializada esta madrugada a través del Decreto 529/2024, es la de Augusto Ardiles Díaz, abogado egresado de la UNLP, quien realizó una maestría en Derecho y Economía en la Universidad Di Tella, fue asesor de Federico Sturzenegger tanto en la Cámara de Diputados como en el Banco Central. También integró el equipo de Luciano Laspina asesorando en materia económica a Patricia Bullrich durante la campaña presidencial del año pasado.
Tanto Vauthier, como Núñez y Ardiles Díaz, asumen “con mandato durante los Ejercicios Sociales 2024 y 2025″, se aclaró en el decreto publicado hoy en el Boletín Oficial.
El BICE viene de atravesar una crisis interna luego de que Juan Manuel Troncoso, ex presidente del banco presentara su renuncia apenas tres meses después de ser designado por Milei.
Troncoso, cuya carrera profesional incluye una vasta experiencia en el sector financiero, tanto en Argentina como en el extranjero, había asumido la presidencia del BICE con el objetivo declarado de sanear las cuentas de la institución y optimizar su funcionamiento. Sin embargo, la política gubernamental de sueldos congelados para los directivos de entidades estatales generó fricciones significativas que culminaron con su abrupta salida el me pasado.
Desde el comienzo de su gestión, el presidente libertario implementó una política de austeridad que incluye mantener los salarios de los altos funcionarios al margen de los índices inflacionarios. Este enfoque se aplicó estrictamente en todas las áreas del gobierno, incluido el BICE, donde recientemente se negó un aumento salarial durante la asamblea anual de la entidad donde tradicionalmente se revisan estos temas.
La asamblea del BICE decidió no abordar el incremento de los sueldos de sus ejecutivos. En lugar de eso, se centró en aprobar la memoria y los estados financieros del año anterior, así como la gestión y honorarios del 2023, evitando así cualquier cambio en la política salarial actual que pudiera generar más controversias.
Según trascendió entre allegados a la institución, había un desacuerdo considerable dentro del directorio del BICE respecto a la inclusión de una fórmula para actualizar los sueldos según el avance de los precios. En el Gobierno sugirieron que entre los directores había objetivos de máxima que hubieran llevado a los salarios al rango de los $12 millones. La decisión de renunciar al cargo fue inmediatamente posterior a la asamblea que evitó elevar salarios.